España y Marruecos explorarán ampliar su modelo de cooperación al Sahel para luchar contra la yihad

España y Marruecos explorarán la posibilidad de trasladar a otros países de la cuenca mediterránea y del Sahel su exitoso modelo de cooperación en materia de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, gracias al que desde 2014 se han desarrollado ocho operaciones contra yihadistas que se tradujeron en 68 detenciones.

La decisión fue adoptada ayer en el marco de un encuentro celebrado en Madrid entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y su homólogo marroquí, Mohamed Hassad, durante el que ambos certificaron la «necesidad imperiosa» de poner en marcha «una cooperación regional amplia» en esa área del continente africano, donde la inestabilidad endémica «nutre las diferentes facciones y organizaciones terroristas y criminales».

La colaboración entre los servicios de seguridad de España y Marruecos, coincidieron las dos delegaciones, s e ha demostrado de una eficacia «ejemplar».

En consecuencia -y según expusieron fuentes de Interior a este diario-, la intención política ahora es analizar desde una óptica «pragmática y operativa, sobre el terreno», cómo involucrar en ese modelo, y si es posible hacerlo, a otros países ubicados en el Mediterráneo y en el Sahel para frenar el avance yihadista.

«Se trata de dar una respuesta a cada problema», precisaron, subrayando, por tanto, que no se trataría de exportarlo o trasladarlo de forma literal, sino de utilizarlo como «inspiración» para la puesta en funcionamiento de acciones colectivas contra el terror.

La cooperación entre España y Marruecos está basada en la confianza mutua y fundada en operaciones conjuntas en materia de patrullas marítimas, equipos de investigación, fuerzas policiales y de lucha contra el terrorismo, lo que incluye elementos tan sensibles como el intercambio continuo de información. Esta relación se materializa físicamente en dos centros policiales hispano-marroquíes instalados en las localidades de Tánger y Algeciras.

Ambos países ya han superado con éxito la experiencia de ampliar, en este caso a Francia y Portugal, un plan que en principio fue exclusivamente bilateral. Se trata del denominado «Plan Búho» de lucha contra el narcotráfico, que en su versión extendida pasó a llamarse «Plan Telos».

En materia de gestión de los flujos migratorios, los ministros Fernández Díaz y Hassad, «conscientes de la envergadura adquirida por esta cuestión», reiteraron su determinación de «promover, juntos, una aproximación global, integrando las dimensiones de seguridad, humanitaria y de desarrollo».