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Mariano Rajoy, en un fotograma de su último vídeo de precampaña.

Elecciones 2016La estrategia de campaña de Rajoy causa recelo en sectores del PP

El comité de campaña defiende el polémico vídeo: «Es sencillo y su mensaje es bueno»

MADRID Actualizado: Guardar
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Ni de frente ni de perfil: el último vídeo de Mariano Rajoy -con el que «inauguraba» oficialmente la precampaña electoral para el 26-J- no ha convencido a amplios sectores de su partido, que criticaban ayer abiertamente la idea, la realización y hasta la «torpeza» del escenario elegido, idéntico a cualquier salón del Palacio de La Moncloa -aunque en el PP aseguran no saber dónde se ha grabado-.

Pero no es sólo esta imagen la que ha provocado los recelos incluso en las «plantas nobles» de la sede popular de la calle Génova; temen «inventos» en una campaña que puede ser determinante para el futuro del partido. Aunque muchos no quieren hacer sangre», no disimulan su inquietud en vísperas de unas semanas decisivas.

Desconcertantes planos

Lo cierto es que este vídeo de Rajoyha conseguido el primer objetivo que se pretende a una acción de este tipo: que se hable de él (aunque sea mal). La polémica ha sido doble: no sólo por el sospechoso parecido -a pesar de los planos elegidos- del salón donde se ha rodado con el Palacio de la Moncloa, sede oficial del presidente del Gobierno, sino también por la imagen que transmite el candidato, algo hosco y con unos desconcertantes planos de perfil.

Portavoces oficiales del partido defienden el vídeo, que ha sido realizado por la misma agencia -Shackleton- que ya contrató el PP para la campaña del 20-D, y que está detrás de otros vídeos como el del « hipster» o el del « motero» que vota al PP. «El mensaje es bueno; es un rodaje de lo más sencillo que ha pagado el partido; su contenido será probablemente uno de los ejes de la campaña».

El lugar de grabación «es neutro; no hay ninguna intencionalidad, ni un símbolo, ni una bandera»

En cuanto al lugar de la grabación, no quieren entrar en ese jardín: «No lo sabemos; es un lugar neutro, puede ser la sala de un edificio del Retiro o de un chalét en Las Rozas. No hay ninguna intencionalidad, ni un símbolo, ni una bandera».

Otros dirigentes reconocían que en esta ocasión «no se ha estado muy acertado» y el mensaje transmitido «no es muy rupturista», pero defendían al jefe de campaña, Jorge Moragas, «una persona muy creativa, que ha hecho una labor muy importante de bajar a la calle al presidente».

«Bajar decibelios»

Varios expertos en comunicación analizan el vídeo para ABC. David Redoli, presidente de la Asociación de Comunicación Política, critica el rodaje «dentro del ámbito institucional», y el intento de mezclar una imagen «presidencial, de solemnidad» con la del candidato. Aconseja a todos los partidos que «intenten bajar decibelios, eliminar queroseno».

El también experto en comunicación Daniel Rodríguez, director adjunto del Instituto de Comunicación Empresarial, cree que se produce una «pérdida de eficacia comunicativa por falta de sintonía entre el contenido, la comunicación no verbal y la voz». De hecho, la transmisión del mensaje es «más eficaz si no lo vemos» y solo se escucha. Como fortalezas, apunta el argumento de enfrentar «la “España moderada” con “la incertidumbre” que para Rajoy representan otros partidos». Y la autocrítica al plantear que las nuevas elecciones «pueden cansar», un «elemento de empatía que es eficaz» en comunicación.

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