Rivera sube al estrado del Congreso tras la intervención de Iglesias
Rivera sube al estrado del Congreso tras la intervención de Iglesias -  Jaime García

El duro choque entre Rivera e Iglesias aboca al fracaso la «vía 199» de Sánchez

Escaso optimismo ante el encuentro a tres bandas de hoy de PSOE, C’s y Podemos

Madrid Actualizado: Guardar
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Lo que no puede ser no puede ser. Y además es imposible. Ciudadanos y Podemos se sientan hoy en una misma mesa junto al PSOE. Pedro Sánchez ve así satisfecho su deseo de reunir a los dos partidos emergentes en torno a sí en su intento por alcanzar la Presidencia del Gobierno. Lo que él definió la semana pasada como «la vía 199». Pero sus anhelos amenazan con descarrilar al poco de arrancar. No son pocos quienes en los pasillos del Congreso de los Diputados especulan con que a esta primera reunión podría no sucederle una segunda, dadas las posiciones antagónicas que mantienen Pablo Iglesias y Albert Rivera, que no parecen trabajar por suavizarlas sino por exactamente lo contrario.

Sin embargo desde las tres formaciones implicadas se confía en que hoy no se rompa esa posibilidad.

Los equipos negociadores de ambos partidos se reúnen esta tarde, aunque la delegación de Podemos estará encabezada por el propio Iglesias. Sánchez y Rivera no acudirán a la misma, en un triunfo de la tesis de Ciudadanos, que mantiene que los encuentros entre los líderes «solo sirven para escenificar desencuentros». Y después de lo que se vio ayer en la sesión parlamentaria, no es una cuestión menor. Los líderes de los partidos emergentes se convirtieron en los protagonistas de la sesión al enzarzarse en un agrio enfrentamiento que eclipsó todo lo demás.

«Cuñadismo ideológico»

El líder de Podemos mantuvo una actitud sumamente hostil ante Albert Rivera durante todo el pleno. Buena parte de su réplica y su contrarréplica a Rajoy se le fueron en encararse con el candidato de la formación naranja. Iglesias atizó a Rivera indicando que «en España hace falta un gobierno comprometido con los derechos humanos, y no fruto de un pacto con quien niega la tarjeta sanitaria a los inmigrantes». Acto seguido, cargó contra el portavoz parlamentario de C’s, Juan Carlos Girauta: «Dice que de ese acuerdo –el firmado entre PSOE y Ciudadanos– no se toca ni una coma o se levantan de la mesa; con intolerantes es muy difícil llegar a acuerdos», advirtió a Pedro Sánchez.

Y en la siguiente ocasión en que intervino, el choque fue personal, acusando a Rivera de «practicar el cuñadismo ideológico» y aclarándole que «de lo que discutimos hoy aquí, señor cuñado Rivera, es de derechos humanos, y los derechos humanos no distinguen de quien huye de la pobreza y de quien huye de la guerra». Y concluyó: «El cuñadismo dicta que hay que proteger al que huye de la guerra, pero usted, señor Rivera, fue el que con más entusiasmo defendió que la OTAN se pusiera a bombardear Siria tras los atentados en París». Chorreo aparte, Iglesias continuó tendiendo la mano a Pedro Sánchez, pero matizó que era «para hacer un gobierno de progreso que no se base en buenas palabras ni en el cuñadismo, sino en hechos y garantías».

Ante el duro discurso de Iglesias, Rivera le recomendó «bajar un poquito el tono», pero no dejó pasar la oportunidad para advertirle que no aceptaba lecciones de él en lo referente a derechos humanos. «Cuñadismo no, sino los que colocan a las novias, a los amigos y a los primos», le espetó por los casos de nepotismo en Podemos. Ya en la primera intervención, ante la crítica de Iglesias porque Ciudadanos apostaba inicialmente por retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles, Rivera le recordó que su acuerdo con el PSOE sí reconoce el derecho a la sanidad universal. «Ya sé que a usted le gustaría que no lo pusiese, pero lo pone», y le animó a no dar tantas ruedas de prensa y leerse el acuerdo. Rivera definió la posición de Podemos como «demagogia de laboratorio», y lo contrapuso a la «pasividad» del Gobierno de Rajoy. «A ver si entre la demagogia de laboratorio y la cobardía encontramos un espacio de sentido común».

En este contexto se sientan hoy ambos partidos. Ciudadanos reivindica que Podemos vote a favor del acuerdo alcanzado con el PSOE pero advierte que no está dispuesto a más cesiones, al considerar que ya las realizó todas para alcanzar el pacto con Sánchez. Podemos, que sigue reclamando entrar en el Gobierno a Sánchez y no quiere que esté Ciudadanos en ese Gabiente (lo mismo sucede al revés), acusa a Rivera ahora de frustra un acuerdo en el que Podemos nunca ha creído. Su vía sigue siendo el «gobierno a la valenciana» para el que es fundamental el concurso de los partidos independentistas. Y Sánchez tratará de fraguar un matrimonio imposible. Una vía de negociación en la que la duda puede ser quién se levantará antes de la mesa.

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