Entre un amplio dispositivo de seguridad los jóvenes van tomando hasta el último rincón de la Ciudad Universitaria. Avanza la madrugada y la diversión va del alcohol a sus efectos.Unas se sienten divas, otros acróbatas, y otros como polillas se sienten atraídos por la luz. Poco a poco se pierde la noción del tiempo. Después el control, hasta llegar, algunos, a la intoxicación etílica.Un rastro pestilente de la diversión con la que un año más los universitarios honran a un patrón singular.-Redacción-
Diversión, desenfreno y alcohol en la fiesta de San Cemento en la Complutense
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