El Gobierno de Sánchez sufre la segunda dimisión en menos de cien días

Carmen Montón cae por el escándalo de su máster y abre otra gran crisis al Gobierno socialista en 101 días

La dimitida ministra de Sanidad Carmen Montón, en la rueda de prensa en la que anunció su renuncia EFE

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La ministra de Sanidad, Carmen Montón , dimitió ayer acorralada por las dudosas circunstancias en las que cursó su máster en la Universidad Rey Juan Carlos y que incluyen, presuntamente, manipulación de notas y plagio a diversos autores en su trabajo final. La titular de Sanidad presentó su renuncia al cargo apenas tres horas y media después de recibir el apoyo explícito de su jefe y presidente del Gobierno. De nada le valió. Pedro Sánchez intentó sostener a su colaboradora, confiado en que Podemos no fuera demasiado lejos pidiendo su dimisión. Pero el peso de las sospechas sobre su currículum la hizo caer a plomo. Montón abandona el Consejo de Ministros apenas tres meses después de haber intercambiado la cartera de consejera valenciana de Sanidad por la de ministra y en medio de un clamor socialista por la gestión caótica del Ejecutivo.

La de Montón es la segunda dimisión en el Gobierno socialista en tan solo 101 días en el poder. Sánchez ya tuvo que forzar la salida de su titular de Cultura, Màxim Huerta , seis días después de ocupar el sillón por haber defraudado 200.000 euros a Hacienda. La caída de Montón es aún más traumática ya que se trata de una leal colaboradora de Sánchez dentro del PSOE . Montón se negó a participar de la «operación derribo» contra Sánchez que le echó de la secretaría general de Ferraz aquel 1 de octubre de 2016.

El presidente intentó salvar la honra de su ministra comprometiendo la suya propia. Poco antes de las cinco de la tarde, Sánchez reiteró su confianza en Montón. «Está haciendo un trabajo extraordinario y lo va a seguir haciendo», aseguró Sánchez en el Senado descartando su cese o dimisión pese a la incesante presión en el partido. Por la mañana, envió a su hombre fuerte en Moncloa y en Ferraz, José Luis Ábalos, a apagar el fuego interno desatado en el PSOE. «Tiene todo el respaldo del PSOE», señaló Ábalos.

En Moncloa dieron rápidamente por zanjada la crisis política. En filas del PP –que ha mantenido la distancia defendiendo la presunción de inocencia de Montón– se sonreían ante el remolino mediático que esta vez perseguía al Ejecutivo socialista y que, sabían, no cesaría tan fácilmente. Ni cuatro horas después se anunció la comparecencia urgente de Montón en el Ministerio. La Sexta acababa de publicar que la exconsejera valenciana de Sanidad había plagiado su trabajo.

El escándalo del máster de Montón, asumieron con preocupación los socialistas en privado, les igualaba al de Cristina Cifuentes, daba aire a Pablo Casado y ponía en entredicho su lema de «un gobierno digno». La ya exministra reconoció en una comparecencia urgente por la noche en el Ministerio el daño provocado al Gobierno. «Los españoles tienen un magnífico presidente y para que esta situación no influya le he comunicado mi dimisión», afirmó tras proclamar su inocencia. Sánchez le reconoció su trabajo por la Sanidad en cien días.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias , le dio la puntilla, muy a su pesar, tras revelar La Sexta que en el trabajo de fin de máster de Montón existen textos idénticos a los de otros autores. Se detecta plagio en 19 de las 52 páginas , también párrafos enteros copiados de Wikipedia. Iglesias se compadeció de Montón: «Lo siento en el alma porque pudo haber sido una buena ministra, pero la dignidad de la Universidad pública no puede soportar otro máster fraudulento y menos una tesis copiada. La dimisión debe producirse ipso facto. Este Gobierno no puede parecerse al PP», escribió en su Twitter.

Durante todo el día, Sánchez se encomendó a Podemos, confiado en que aunque utilizara este caso para desgastarle, no iría tan lejos como para condicionar su apoyo parlamentario al Gobierno. Varios dirigentes del grupo de Iglesias hablaron de «dimisión» pero optaron por conceder algo más de tiempo para que Montón se explicara en una comparecencia ante el Congreso. No le ha dado tiempo.

La ya exministra anunció en el Ministerio su renuncia y volvió a negar irregularidades en su máster. A primera hora, la ministra había intentado despejar dudas en una entrevista radiofónica, sin lograrlo. «Eldiario.es» publicó a primera hora que se manipularon las notas fuera de plazo. La Universidad Rey Juan Carlos confirmó esa irregularidad, que ya persiguió a Cifuentes.

«He aclarado todo aquello que dependía exclusivamente de mi responsabilidad. He sido transparente y honesta. No he cometido ninguna irregularidad», afirmó ya sin cargo ministerial. «Lo hice como muchas personas, con esfuerzo y con ilusión. En las últimas 48 horas se ha puesto en cuestión mi trabajo en ese máster, mi asistencia y la superación de las diferentes asignaturas. Desde el primer minuto he dado explicaciones, he dado toda la información de la que dispongo», reiteró. Montón renunció «orgullosa y agradecida» por haber formado parte del Gobierno de Sánchez, aunque su paso por Moncloa haya sido súbito. Y aunque ella se equivocara cifrándolo en «cien años», han sido cien días.

El último «caso máster» , que afectó de lleno a la credibilidad curricular de la ministra de Sanidad, tumbó durante 48 horas al Gobierno socialista en el mismo diván en el que ha dormido el PP en los últimos seis meses.

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