Una decena de vecinos del centro de Barcelona se encaró la noche de este jueves a un grupo de manifestantes antifascistas que iban a encender una hoguera en el cruce de Balmes con Rosselló, con contenedores colocados como una barricada.
Los vecinos les pidieron que no los quemaran y se pusieron entre los contenedores criticando que llevaban dos noches viendo incendios y que lamentaban la situación, a lo que se sumaron otros desde sus casas con una cacerolada.
Cuando los antifascistas, procedentes de concentraciones contrarias a la sentencia del 1-O, encendieron un contenedor pequeño de un comercio y posteriormente un contenedor grande, los vecinos tiraron al suelo lo que había dentro del contenedor para apagar el fuego.
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