Los críticos piden ser escuchados para que el PSOE «se oxigene»

Ferraz reclama «unidad» frente a los barones territoriales que insisten en la abstención

Madrid Actualizado: Guardar
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La brecha entre Ferraz y los líderes autonómicos críticos aumenta con el paso de los días por la discrepancia de varios de ellos con la estrategia de bloqueo diseñada por Pedro Sánchez. Los barones críticos trabajan por una alternativa al «no es no» de su líder que pasa por una abstención que sitúe al PSOE en la oposición. En realidad, se trata de un enfrentamiento más profundo que tiene que ver con el futuro del secretario general socialista al frente del partido.

El enfrentamiento abierto por las duras críticas del aparato socialista al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien abogó por la convocatoria de un comité federal para decidir el camino a seguir, se ha convertido así en la excusa perfecta para que las dos facciones tomen posiciones y lancen sus ataques

Apoyo a Vara

Si el pasado miércoles Susana Díaz fue la primera líder territorial en mostrar su apoyo al presidente extremeño, ayer Emiliano García-Page y Javier Lambán se reafirmaron en su papel de barones contrarios a Sánchez y cerraron filas en torno a Vara, y la abstención.

«Confío en que nadie intentará llegar a un acuerdo, ni en A ni en B, con quien quiere romper el país», aseguró García-Page en una rueda de prensa. «Ejerceré a pleno pulmón mi derecho a hablar si lo que está intentando alguien es llevar a tal extremo la situación política en España como para terminar haciendo depender la estabilidad del país de quienes quieren acabar con ella», afirmó el presidente de Castilla-La Mancha, en una advertencia velada a su secretario general de que un hipotético pacto con Podemos (y por consiguiente con los partidos nacionalistas) no debe ser una opción para el PSOE. Un mensaje en el que también aprovechó para mostrar su apoyo a Fernández Vara, a quien calificó como uno de los mejores políticos del país.

Otra de las voces críticas con Pedro Sánchez, Javier Lambán el presidente de Aragón, mostró su descontento con la gestión que desde Ferraz se está haciendo del debate por la abstención que existe en las filas socialistas. En su opinión, «en el debate se está contraponiendo el insulto» y «eso devalúa mucho la vida interna del partido».

Para Lambán es necesario que la propuesta de los críticos sea «escuchada» para que el partido «se oxigene». Además, el presidente de Aragón, que es favorable a una abstención que permita desbloquear el país, apuntó que un «paso atrás» de Rajoy «facilitaría las cosas». Pero el enfrentamiento entre críticos y la dirección de Ferraz también ha llegado a otros líderes autonómicos afines a Sánchez. Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, admitió que su deseo no es «que el PSOE esté en la oposición, pero es donde nos han situado los ciudadanos». Sobre el «ruido» que surgió tras la campaña en redes sociales en apoyo a Vara, Puig aseguró ayer que en el PSOE «la libertad de expresión siempre ha estado amparada», pero remarcó que «cada uno debe tener derecho a expresar su opinión y hacerlo de una manera razonable, que es lo lógico en cualquier situación como esta que es muy difícil, pero no para el PSOE, sino para España».

Ferraz opta por el silencio

Cuando el choque entre ambos sectores se endurece, Ferraz ha optado por el silencio y Sánchez, cuya agenda está repleta de actos de campaña en Galicia, centra sus esfuerzos en respaldar a Xoaquín Fernández Leiceaga, el candidato a la Xunta del PSOE.

Tan solo Patxi López, miembro de la Ejecutiva socialista, valoró ayer el conflicto en un acto de campaña en el País Vasco. López, que aunó un mensaje en clave electoral con el de la unidad interna, dedicó unas palabras con el objetivo de rebajar la tensión entre las partes. «La responsabilidad y la obligación de los socialistas es no permitir que Rajoy siga gobernando y enfangando la política en España. Y lo tenemos que hacer con un partido fuerte, unido y sin fisuras. Con debate sí, pero con unidad», aseguró el socialista.

Al silencio de la dirección del partido, y a la presión de los líderes autonómicos, se suma el empuje de Pablo Iglesias, que insiste en que Sánchez se decida a «arrimar el hombro» y conformar gobierno con Unidos Podemos. «Me consta que hay muchos en su partido que le quieren cortar la cabeza», manifestó el líder de Podemos, que calificó de «espectáculo» la situación actual del PSOE en la que, en su opinión, «algunos pretenden atar las manos a Sánchez».

«Ojalá el señor Pedro Sánchez tenga el coraje suficiente para hacer lo que sus votantes quieren que haga», aseguró. Una opción que el propio Iglesias califica de complicada, ya que asegura ser «consciente» de que necesitarían del apoyo de Convergència y Esquerra Republicana de Cataluña, «lo que es difícil, pero, hoy por hoy, es la única alternativa viable», concluyó.

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