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Foto de archivo de Carme Chacón - ABC

Carme ChacónUn corazón al revés que latía a un ritmo más lento y una arritmia fatal

Las personas que nacen con esta cardiopatía suelen necesitar marcapasos, al llegar a la edad adulta, para estimular el corazón y lograr que vaya más rápido

Madrid Actualizado: Guardar
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«Tengo 35 pulsaciones por minuto y el corazón al revés, un bloqueo auricular y ventricular completo», explicaba en una entrevista a finales de 2015 en «La Vanguardia» Carme Chacón. «Eso significa que la ex ministra de Defensa padecía una cardiopatía congénita poco común que se llama trasposición corregida de los grandes vasos», interpreta a ABC Carlos Macaya, jefe de Cardiología del Hospital Clínico de Madrid. Quienes nacen con esta malformación tienen la aurícula derecha conectada con el ventrículo izquierdo y éste conectado a la arteria pulmonar. En el lado izquierdo, la aurícula izquierda está conectada con el ventrículo derecho y éste a la aorta. En un corazón normal, todo esto sucede al revés. La única ventaja de esta anomalía es que como las arterias también están al revés, la sangre fluye en el sentido correcto: la azul sigue bombeando a los pulmones y la roja, al cuerpo.

Funcionalmente su corazón no tenía problemas, pero sí su conducción eléctrica. Por eso el corazón de la dirigente socialista iba a un ritmo tan lento.

«Por debajo de las 35 pulsaciones por minuto una persona puede sufrir desvanecimientos, desmayos y mareos y sufrir una arritmia maligna, capaz de acabar con su vida», explica el doctor Macaya.

Las personas que nacen con esta cardiopatía suelen necesitar marcapasos, al llegar a la edad adulta, para estimular el corazón y lograr que vaya más rápido. O incluso desfibriladores, dispositivos inteligentes que son capaces de diagnosticar y corregir una arritma. El corazón de una persona sana en reposo late a un ritmo de 68-70 pulsaciones por minuto.

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