El excontable de Nóos Marco Antonio Tejeiro, a su llegada al juzgado
El excontable de Nóos Marco Antonio Tejeiro, a su llegada al juzgado - EFE

El contable de Nóos reconoce que la mercantil Aizoon tuvo empleados ficticios

Tejeiro ratifica que el entramado de empresas creado por Torres y por Urdangarín presentaba facturas falsas a Nóos para repartirse luego los beneficios al 50 por cien

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El juicio del caso Nóos se ha reanudado este viernes, a las 09.15 de la mañana, con la comparecencia del contable del Instituto Nóos, Marco Antonio Tejeiro, cuñado de Diego Torres. A los diez minutos de iniciada la sesión, ha habido un pequeño receso, debido a que había problemas técnicos con la documentación que el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, quería exhibir. Una vez solucionada esta cuestión, la declaración ha proseguido con normalidad. A preguntas del fiscal, Tejeiro ha reconocido que la mercantil Aizoon, cuya titularidad compartían Iñaki Urdangarín y Doña Cristina, tuvo empleados ficticios.

El antiguo contable ha ratificado que Aizoon tenía en nómina a personal doméstico de la vivienda que los entonces Duques de Palma poseían en Barcelona, en la zona de Pedralbes.

Cabe recordar que la sede social de Aizoon se encontraba ubicada, precisamente, en dicha vivienda. Horrach ha seguido formulando preguntas a Tejeiro, centradas ya en las facturas que emitía Aizoon. Debido a que la declaración se está prolongando más de lo previsto, la presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha decidido hacer un nuevo receso, a las 11.00 de la mañana, con una duración prevista de media hora.

Tejeiro ha reconocido también ante el fiscal la existencia de facturas cruzadas entre el Instituto Nóos y las distintas empresas impulsadas por Torres y por Urdangarín. Ello significa que dichas empresas presentaban facturas a Nóos «por servicios muchas veces inexistentes», que eran abonadas a las mencionadas empresas, de forma que Torres y Urdangarín obtuvieran todos los beneficios, repartidos al 50 por cien para cada uno. De este modo, el dinero que el Instituto Nóos, entidad sin ánimo de lucro, recibía por su colaboración con distintas instituciones era desviado luego, presuntamente, al entramado de empresas de los dos socios, que eran quienes habían creado Nóos.

A preguntas del fiscal, Tejeiro ha recordado que en 2007 Urdangarín vendió su parte de Nóos Consultoría Estratégica a Torres. Fue también entonces cuando Tejeiro abandonó el Instituto Nóos. «Me dijeron que me fuera, les debía salir caro», ha dicho. Según su testimonio, ya entonces Urdangarín y Torres «estaban picados y peleados». Tejeiro ya sólo siguió colaborando con Aizoon a partir de entonces.

El antiguo contable también ha señalado que Torres le comentó en aquellas fechas que un abogado de la Casa Real le había dicho a Urdangarín que no podía seguir ligado a Nóos. Aun así, cuando luego fue creada la Fundación Areté, Urdangarín aparecía en su organigrama. La sesión de este viernes ha concluido poco antes de las 14.00 del mediodía. La próxima sesión tendrá lugar el próximo martes, 16 de febrero, con la continuación de la comparecencia del antiguo contable de Nóos.

Tejeiro inició su declaración ayer jueves, respondiendo a las preguntas planteadas por Horrach. El Ministerio Público le presentó ayer a Tejeiro varias facturas relativas a los Juegos Europeos 2006, que se iban a realizar en Valencia, pero que finalmente no se celebraron. El Instituto Nóos percibió, pese a ello, un total de 382.000 euros de la Comunidad Valenciana. Tejeiro indicó que «siempre por indicaciones de sus superiores», sobre todo de Torres, habría preparado facturas y certificaciones falsas que luego eran presentadas a las instituciones con las que colaboraba Nóos, para el cobro de las cantidades previamente acordadas.

Asimismo, Tejeiro indicó que habría entregado a Urdangarín y a Torres dinero que a nivel contable estaba destinado al salario de trabajadores que estaban dados de alta en Nóos y en otras empresas, si bien dichos empleados no prestaban ningún servicio ni cobraban ninguna nómina. Es decir, se trataba de empleados ficticios. «¿Era una forma de ennegrecer el dinero?», preguntó Horrach, a lo que Tejeiro respondió de manera afirmativa. El antiguo contable de Nóos también afirmó que tanto empresas de Torres como la mercantil Aizoon habrían cargado facturas al Instituto Nóos por servicios ficticios. El marido de la Infanta habría hecho algunos de dichos cargos después de desligarse formalmente de Nóos.

Tejeiro también dijo que Torres habría puesto en marcha una estructura fiduciaria en el extranjero, a través de dos mercantiles, tanto para desviar los fondos obtenidos de manera irregular y ocultar a sus beneficiarios como para tributar menos en España. La cifra total transferida desde Nóos sería de 420.000 euros.