El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, junto a los diputados Marta Sorlí e Ignasi Candela
El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, junto a los diputados Marta Sorlí e Ignasi Candela - EFE

Compromís allana el camino a Iglesias para que retire la moción y presione al PSOE

La confluencia valeciana abre la vía a que el líder de Podemos dé un paso atrás como vía para trasl’adar toda la presión a Sánchez

Madrid Actualizado: Guardar
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La confluencia valenciana de Podemos, Compromís, intentó ayer forzar al nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a que se comprometa a negociar una moción de censura con Podemos. Un movimiento que otorgaría a Pablo Iglesias una coartada perfecta para retirar la moción que tiene presentada -con la que cada vez se siente menos cómodo- y salir incólume. El calendario que fija el grupo valenciano pasa porque ambos partidos negocien este mismo verano para llevar a la Cámara Baja en septiembre una nueva moción de censura que cuente con los apoyos necesarios para expulsar a Mariano Rajoy de La Moncloa o, al menos, acercarse a ello.

La vicepresidenta valenciana y líder de Compromís, Mónica Oltra, fue la primera en anunciar una primicia que después se encargó de explicar el portavoz del grupo valenciano en el Congreso, Joan Baldoví.

En aras de ofrecer una imagen de unidad contra Rajoy, el grupo valenciano pedía a Sánchez que manifestara la «intención» de presentar una nueva moción de censura y a Podemos que retirara la suya, si el PSOE daba este paso. Pero Baldoví lo hizo cargando toda la presión en Sánchez, pidiendo que demuestre la veracidad de su «no es no», apenas cuatro días después de haber sido elegido. «No se pueden ganar primarias haciendo alusión a que el PP gobierna por abstención de sus compañeros y luego permitir que Rajoy gobierne tranquilamente», conminó. «A Rajoy no se le va a sacar pidiéndole que dimita. Solo hay un camino para apartar al PP y pedimos a Pedro Sánchez PSOE que en esta nueva época sea coherente con aquello que ha predicado», apremió. «Como mínimo, esa coherencia sería abrir la puerta a negociar una nueva moción», abundó el político valenciano.

Esta urgencia de Baldoví resbala, de momento, en la dirección de Pedro Sánchez. Fuentes de la misma explicaron a ABC que mientras el nuevo secretario general no sea ratificado en el congreso de junio y nombre una nueva directiva no puede comprometer al partido en ninguna estrategia política. La moción de censura se celebrará el día 13 del próximo mes y la ratificación de Sánchez el 18 de junio. «Ahora estamos centrados en un proceso que debe culminar y después se fijará la ruta política», sostuvieron. Y en el Congreso de los Diputados, la número dos por Madrid, Margarita Robles, subrayó que el PSOE «tiene sus propias iniciativas y no va a mirar nunca lo que haga Podemos». Para la exmagistrada es la formación morada la que tiene la responsabilidad al haber presentado la moción de censura y la que debe explicar por qué en su momento no permitió un gobierno de Pedro Sánchez. «Quien tiene el problema ahora para justificar la moción de censura es Podemos», remachó.

Si el PSOE no mueve ficha -es insuficiente no descartar una moción de censura en el futuro, como hizo ayer el nuevo portavoz interino, José Luis Ábalos-, Podemos seguirá adelante en solitario con una iniciativa que el propio Baldoví calificó ayer de «fracasada» porque no logrará los apoyos suficientes. Y es que en el seno del grupo parlamentario populista crece la sensación de que Iglesias calculó mal el lanzamiento de una moción de censura que empieza a verse ahora precipitada. «Cuando lanzamos la moción pensamos que el PSOE diría que podríamos hablar más adelante, no que estaría tan a la contra», reconocen fuentes del grupo morado que creen que Iglesias corre el riesgo de quemarse en una sesión en la que probablemente se batirá con segundos niveles. No va a haber un debate entre Rajoy contra Iglesias porque está prácticamente descartado que el presidente vaya a intervenir. Tampoco se podrá medir con el secretario general del PSOE porque no cuenta con escaño. Y sin el jefe del Ejecutivo en el debate los líderes de otros partidos de la oposición como Ciudadanos tampoco intervendrán, de manera que el debate quedará en manos de los portavoces.

«No es presidenciable»

Dentro del PSOE lo que sí ha abierto la moción de censura de Podemos es una reflexión sobre el sentido del voto. Son dos posibilidades las que se contemplan desde la llegada de Sánchez al liderazgo: la abstención o el no, a diferencia del «no» que ya había decidido el anterior portavoz en el Congreso, Antonio Hernando. Fuentes del equipo de Sánchez admiten que la posición inicialmente prevista era mantener ese «no» a Iglesias por presentar una moción de censura que consideran «oportunista», y con la que pretendía una polarización política aprovechando la incapacidad de los socialistas para presentar alternativa por su proceso de renovación interna. También pesa con fuerza en el ánimo del equipo de Sánchez el «no» que Iglesias le propinó en su investidura. «Hemos pasado lo que hemos pasado por culpa de Iglesias. Si votamos abstención le estamos dando alas y lo que tenemos que hacer es cortárselas. Yo no le daría ni agua, pero la decisión no está tomada», explica un miembro del equipo de Sánchez. Adriana Lastra explicó la postura socialista con claridad: «por supuesto que Rajoy es censurable pero Pablo Iglesias no es presidenciable».

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