El comisario Villarejo se esconde en su condición de abogado para no aclarar su relación con Garzón

El juez y los fiscales han interrogado al policía encarcelado en la prisión de Estremera

El comisario jubilado José Villarejo EFE

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El comisario jubilado José Villarejo , encarcelado por sus negocios sospechosos al frente de las llamadas «cloacas del Estado», ha empleado una nueva estratagema para no aclarar sus actividades y seguir confundiendo a la Justicia. En prisión desde noviembre de 2017 , Villarejo ha declarado este miércoles ante el juez Manuel García-Castellón por dos piezas del caso que lleva su nombre, las relativas a los supuestos encargos del BBVA y al intento de frenar la extradición a Guatemala del naviero Ángel Pérez Maura.

Para dejar en la oscuridad gran parte del interrogatorio de los fiscales Anticorrupción , Villarejo ha alegado que no podía responder por el secreto profesional que le vincula como abogado con sus clientes. Detective privado, empresario y comisario , Villarejo ha resucitado este miércoles su condición de abogado. Con ese escudo, se ha negado a explicar, entre otras cosas, sus tratos con el exjuez Baltasar Garzón. Según él, solo tuvieron una relación profesional que no debe explicar por el secreto profesional de un abogado. El magistrado del caso y los fiscales se han desplazado hasta la prisión de Estremera y le han interrogado allí, por sus problemas de salud.

Fuentes jurídicas que han escuchado la declaración por vídeoconferencia desde la Audiencia Nacional han informado que el comisario ha expresado que todos los abogados tratan de emplear sus contactos con jueces y fiscales para sus intereses. En los audios de la causa, el comisario desveló que había tratado de contactar con fiscales y contratar a Garzón para tener éxito en el encargo de Pérez Maura, una información que han negado todos los afectados. Ha tachado de «imprudente» la declaración que lanzó ayer su socio Rafael Redondo, que admitió que trataron de contratar a Garzón.

Con la misma coartada, el comisario también ha rechazado desvelar qué persona se oculta tras la expresión «D2» y ha evitado referirse a cualquier alusión a la actual ministra de Justicia en funciones Dolores Delgado , que también apareció en los audios de la causa. Villarejo ha dejado claro que no va a revelar sus vínculos con la Audiencia Nacional, el mismo tribunal que ahora le investiga.

Sobre el encargo de la pieza Pit, el comisario ha reconocido un supuesto pago de 1,5 millones de euros de Pérez Maura a la firma de su entorno Cenyt, y ha defendido la legalidad del encargo. Ha vuelto a escudarse en su condición de abogado para dejar sin responder los servicios profesionales que prestó a Pérez Maura. Según las pesquisas, los investigadores sospechan que el comisario trató de evitar la extradición del naviero a Guatemala y de librarle de la causa abierta en aquel país, a cambio de diez millones de euros. Solo ha admitido Villarejo que los trabajos eran complicados y que incluían unos servicios de inteligencia y de asesoría legal.

Además de esta rama, los investigadores también han interrogado al comisario por la pieza del BBVA , cuya antigua cúpula supuestamente le encargó unos trabajos de espionaje en la era de Francisco González. Al estar secreta esta rama de la investigación, los abogados que escuchaban su declaración por vídeoconferencia han tenido que abandonar la Audiencia Nacional , y han dejado de oír las respuestas de Villarejo, casi todas ellas sus habituales evasivas.

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