Ciudadanos, el centro como origen y no como destino

Por primera vez en democracia, el partido que obtenga más votos en el centro político no ganará necesariamente las elecciones. La aparición de Ciudadanos ha colocado al partido de Rivera como el partido favorito entre los electores que se autoubican en el centro de la escala ideológica.

Sin embargo, el partido de Rivera no logra todavía apoyos igualmente extensos ni a su izquierda ni a su derecha. Aunque su estrategia es un crecimiento homogeneo a ambos lados del tablero político, en vez de decantarse por un electorado muy marcado. Su crecimiento en este sentido es diferente al que plantean el PP o el PSOE. Ciudadanos no busca el centro, parte del centro para crecer desde ahí.

Esa ambición lleva a que habitualmente la formación sea tachada de oportunista o que su programa sea ubicado en la «indefinición ideológica».

Simplificando, Albert Rivera ha tratado en alguna ocasión de definir a su partido como «liberal en lo económico y progresista en lo social.

Lo cierto es que en el mes de abril, la encuesta del CIS le otorgaba una posición hegemónica entre este electorado, los pactos poselectorales tras el 24-M lo escoraron claramente a la derecha. En el barómeto del verano un 46% de los encuestado le ubicaban claramente en la derecha. Ciudadanos había perdido el centro.

Sin embargo, el refuerzo del pacto andaluz con Susana Díaz y la campaña del PP para trasladar la imagen de que Ciudadanos actuaba, y actuaría en el futuro, como una muleta del PSOE. En Ciudadanos respiraron aliviados. «Si unos nos dicen que somos muleta del PP y otros del PSOE, nos colocan en el centro», asegura José Manuel Villegas, jefe de campaña del partido.

Su número 3 al Congreso de los Diputados por Madrid, Marta Rivera, destaca que «los cambios en España nunca han venido por los extremos», y asegura que las prioridades del partido que ejemplifican su apuesta por ese espacio de consenso son la despolitización de la Justicia, la apuesta por la creación de empleo de calidad y el pacto por la Educación.

Los principales dirigentes de la formación creen efectivamente que sus propuestas para reformar las instituciones y luchar contra la corrupción tendrán una aceptación muy transversal.

Los resultados de las elecciones catalanas y las últimas encuestas, como la publicada por ABC, señalan que el crecimiento que el partido ha experimentado durante el mes de octubre ha sido a costa del elector de centroizquierda.

A costa de ser tildados de oportunistas, Ciudadanos se ha convertido en lo que los politólogos llaman un partido «atrapaespacios». En referencia a su capacidad para acaparar votos de los dos grandes partidos, pero también de muchos electores que hace meses habían depositado sus esperanzas en Podemos.

Su programa combinará medidas consideradas tradicionalmente de derechas, como el contrato único o la bajada de impuestos, aunque en Ciudadanos ponen el foco en estas dos cuestiones en la eficiencia y en que protegerán a las clases medias, con otras de corte más social como el complemento salarial o el fomento de la gratuidad de los libros de texto en la escuela pública.