Caso NóosTorres dice que Corinna les propuso una fórmula para cobrar en el extranjero de forma opaca

El juicio del caso Nóos ha entrado este martes en su tercera semana. La sesión se ha iniciado con la comparecencia de Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarín en el Instituto Nóos y en otras empresas del entramado supuestamente creado por ambos. La primera pregunta del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, ha sido «¿quién es Koblenz?». La respuesta de Torres ha sido: «Lo desconozco».

A continuación, han pasado casi quince minutos de espera, en silencio, hasta que ha sido encontrada la documentación que consta en el sumario sobre dicha persona o empresa. El fiscal incluso se ha acercado hasta la mesa en donde se encuentra el tribunal para ayudar en la búsqueda de dicha documentación. El abogado de Torrres, Manuel González Peeters, se ha opuesto a la presentación del citado documento, si bien la presidenta del tribunal, Samantha Romero

, le ha explicado al letrado que forma parte del sumario.

Horrach ha presentado finalmente un documento en el que consta la firma de Torres y en donde se señala: «Doy orden de vender todos los activos de Koblenz». En ese sentido, el acusado ha dicho: «Sinceramente, en este momento no recuerdo este correo». Sí ha quedado constatada, en cambio, la apertura de una cuenta corriente en Luxemburgo, a nombre de Diego Torres, con el nombre de Koblenz como titular de los activos. «Entiendo que debe ser una contraseña de identificación o algo parecido», ha dicho Torres, para añadir: «En mi vida ni siquiera he invertido apenas en bolsa».

«Transferí todos los fondos»

Asimismo, el acusado ha explicado que su persona de confianza en cuestiones legales era su cuñado Miguel Tejeiro, quien finalmente quedó fuera de esta causa judicial. A continuación, Torres ha explicado que en los años noventa trabajó en Andorra, en unos proyectos de consultoría. El dinero conseguido con ese trabajo lo transfirió años después a Luxemburgo. «Transferí todos los fondos a un lugar que me pareció más seguro», ha afirmado.

«No se le puede preguntar por algo que no está escrito en castellano», ha protestado González Peeters ante la presidenta del tribunal, después de que Horrach haya presentado varios documentos escritos en inglés o francés.

Torres no ha sabido explicar, en cambio, por qué unos fondos transferidos desde Andorra a su cuenta particular en Luxemburgo, acabaron en otra cuenta, de Blossom Hill. «No sé por qué acabaron allí», ha señalado. Seguidamente, ha reiterado que era Tejeiro quien se ocupaba de las gestiones de tipo bancario. «Yo creo que es un poco extraño que no esté en esta sala, porque es quien podría dar cuenta de todo ello», ha proseguido. En ese contexto, ha recordado: «El señor Tejeiro es quien hizo mi primera declaración de la renta».

Doña Cristina no era un escudo fiscal

Igualmente, ha afirmado que su asesor fiscal se reunía con el abogado de Don Juan Carlos, José Manuel Romero, para rendirle cuentas. De este modo, en su declaración Torres intenta implicar, como se preveía, a la Casa del Rey en una supuesta supervisión de las actividades de Nóos.

Asimismo, ha señalado que las distintas declaraciones eran controladas siempre por Hacienda. En ese instante, Torres ha afirmado que la acusación de que Doña Cristina era «un escudo fiscal» para Urdangarín «es absolutamente falsa».

A continuación, Horrach ha preguntado a Torres por varias transferencias del Instituto Nóos a la sociedad De Goes, con sede en Londres, por el proyecto denominado «Red de Ciudades», relativo a la eventual creación de una red internacional de ciudades organizadoras de eventos deportivos. El exsocio de Urdangarín ha señalado que consta en el sumario que dicho proyecto se habría realizado, con informes de satisfacción de cada una de las 18 ciudades implicadas.

Asimismo, ha afirmado que los fondos en su cuenta personal de Luxemburgo, en el Crédit Suisse, provenían de «ahorros, más réditos de capital mobiliario». El fiscal le ha preguntado a Torres por qué una parte de esos fondos estaría ligada a Blossom Hill y a De Goes. «No lo sé», ha respondido.

«Red de Ciudades»

Tras un primer receso de media hora, ha proseguido la sesión. Torres ha aportado diferentes documentos que demostrarían que el proyecto «Red de Ciudades», ideado en 2006, se llevó a cabo. A preguntas del fiscal, Torres ha reconocido que el Instituto Nóos encargó a De Goes la realización de los estatutos de colaboración. «Que yo sepa, tiene una sede administrativa», ha indicado en relación a De Goes.

Más adelante, Torres ha señalado que tras un viaje a Buenos Aires tuvo una embolia pulmonar, que le obligó a permanecer hospitalizado en las Navidades de 2006. Tras ser dado de alta, Torres pidió a sus colaboradores que «se fueran acabando los proyectos internacionales». A continuación, ha vuelto a insistir en la descarga de responsabilidades sobre Tejeiro. «Estoy asombrado de que no esté aquí», ha reiterado. «Fue Miguel Tejeiro el que propone crear la estructura internacional», ha añadido.

A continuación, Torres ha afirmado, sin que nadie le preguntase nada sobre este punto, que Corinna Zu-Sayn Wittgenstein, amiga de Don Juan Carlos, les habría propuesto una fórmula para cobrar en el extranjero, en Londres, de forma opaca. Según Torres, Corinna habría enviado una copia de ese correo electrónico al Rey. «Decidimos en Nóos que ni de broma», ha proseguido.

«Ciencia ficción»

Más adelante, Torres ha puesto en duda las declaraciones del antiguo contable de Nóos, Marco Antonio Tejeiro, que es una de las 17 personas acusadas en esta causa. Tejeiro afirmó en su declaración ante el tribunal, hace dos semanas, que el entramado de empresas creado por Torres y por Urdangarín presentaba, supuestamente, facturas falsas a Nóos para repartirse luego los beneficios al 50 por ciento.

«El 95 por ciento de lo que he oído declarar es ciencia ficción», ha señalado Torres, para añadir: «No he pagado nunca en B ni he cobrado nunca en B». En relación a los motivos por los que Marco Antonio Tejeiro habría hecho aquellas afirmaciones ha dicho: «No lo sé, le convendría».

Seguidamente, a preguntas del fiscal, Torres ha defendido la legalidad de las contrataciones de personal realizadas en Nóos y en el resto de empresas del entramado, así como el trasvase de empleados de una compañía a otra, «por necesidades» de consultoría. «Nos reinventábamos cada año según los proyectos que había», ha proseguido.

Igualmente, Torres ha señalado que los empleados que fueron contratados para hacer encuestas, habrían hecho realmente ese trabajo. Esa labor en algunos casos no habría estado relacionada con la organización, por parte de Nóos, de los eventos deportivos realizados en Valencia y en Palma. Algunos encuestadores fueron contratados porque eran «conocidos» de las personas que ya estaban trabajando en Nóos.

Juegos Europeos

Horrach ha empezado a preguntar, entonces, «cómo se gestó el proyecto de los Juegos Europeos», que se iban a celebrar en Valencia, si bien finalmente no se llevaron a cabo. Según Torres, inicialmente se puso en contacto con el Instituto Nóos el empresario Miguel Zorío, que les pidió qué pasos habría que seguir si alguien quisiera poner en marcha un proyecto deportivo de esas características.

Torres ha señalado que la supervisión general del estudio propuesto por Zorío habría sido llevada a cabo por Urdangarín. El informe realizado por Nóos para Zorío fue presentado posteriormente por el empresario a diversas autoridades valencianas. Meses después, Nóos firmó, en diciembre de 2005, un convenio «para desarrollar una serie de proyectos», entre ellos el de la posible celebración de los Juegos Europeos.

En ese punto, Torres ha explicado al fiscal, sin aclararlo, que finalmente fue la Generalitat de la Comunidad Valenciana la que encargó al Instituto Nóos la realización de dicho proyecto. Entre las personalidades políticas que habrían estado al tanto de la citada iniciativa se habría encontrado, según Torres, el hoy eurodiputado y antiguo consejero autonómico Esteban González Pons.