Carme Forcadell, en el centro, con Lluís Corominas a su derecha
Carme Forcadell, en el centro, con Lluís Corominas a su derecha - Efe

Carme Forcadell se marcha a Etiopía y delega sus funciones en plena polémica con el Constitucional

La presidenta del Parlamento catalán estará de vacaciones del 3 al 12 de agosto

Es posible que la resolución del Tribunal, que podría inhabilitarla, le pille fuera de España

Madrid Actualizado: Guardar
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En plena polémica con el Tribunal Constitucional, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, estará de vacaciones fuera de España. Así lo ha confirmado la propia presidenta en el programa de televisión «Aquí Parlem» de Televisión Española, donde ha dicho que se marcha a Etiopía.

El próximo lunes 1 de agosto se reunirá el Tribunal Constitucional para valorar las últimas decisiones del Parlament sobre el «procés». Entre las medidas que podría adoptar el Tribunal en los próximos días estaría la de abrir un proceso penal contra Carme Forcadell. Una decisión que podría pillarla lejos de España, pues estará de vacaciones entre los días 3 y 12 de agosto.

Imagen del Boletín oficial del parlamento Catalán donde Carme Forcadell avisa de su ausencia entre los días 3 y 12 de agosto y delega funciones en Lluís Corominas
Imagen del Boletín oficial del parlamento Catalán donde Carme Forcadell avisa de su ausencia entre los días 3 y 12 de agosto y delega funciones en Lluís Corominas

Forcadell publicó ayer en el Boletín Oficial del Parlamento catalán una resolución por la que delega sus funciones en la figura de Lluís Corominas.

Según el reglamento, cuando el presidente de la cámara marcha lejos del país debe nombrar un presidente interino. Forcadell estará en Etiopía y Corominas le sustituirá.

Tormenta política

El viaje de la presidenta del Parlament se produce en plena tormenta política. Hace solo unos días, el Gobierno pidió al Tribunal Constitucional que abriera una vía penal contra Forcadell, después de que el pasado miércoles Junts pel Sí y la CUP aprobaran las conclusiones del proceso constituyente, que abre la puerta a un proceso de desconexión del Estado.

En consecuencia, Forcadell respondió que «sería profundamente antidemocrático» verse inhabilitada por lo aprobado en el Parlament. Una decisión que provocó el abandono del Parlament de los diputados de PP y Ciudadanos.

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