Sánchez observa a González, durante un acto públlioo
Sánchez observa a González, durante un acto públlioo - AFP

La bronca de Felipe González que precipitó la revuelta contra Sánchez

A las pocas horas de sus críticas públicas a la estrategia del secretario general, se produjo la dimisión masiva de dirigentes

MADRID Actualizado: Guardar
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El peso de las fuertes críticas del expresidente Felipe González hacia Pedro Sánchez parece haber sido el detonante que decidió la revuelta contra el secretario general de la mitad más uno de los miembros de su Ejecutiva . González fue durísimo en sus afirmaciones, emitidas a primera hora de la mañana por la SER. Decía sentirse «engañado» por Sánchez, que «me dijo que se abstendría en segunda votación».

González no solo fue el primer presidente socialista de la España democrática, ni el que obtuvo los mejores resultados electorales hasta la fecha; es un referente para su partido, donde su palabra sigue teniendo mucho peso. En los últimos tiempos se ha manifestado en varias ocasiones a favor de una solución que acabara con el bloqueo político en España, incluso proponiendo la abstención ante Rajoy. Ayer fue mucho más contundente, explicando que veía imposible un gobierno de solo 85 diputados -los que tiene el PSOE- y apoyado en «gente que quiere liquidar España», y criticando la decisión de Pedro Sánchez, anunciada el lunes, de convocar un Congreso en diciembre.

Este parece haber sido el desencadenante de la reacción del histórico líder del PSOE.

En primer lugar, criticó vivamente la actitud de Sánchez, al que acusó de haber faltado a la palabra que le dio. Según explicó, el pasado mes de junio el secretario general socialista le dijo al expresidente que se abstendría en una segunda votación ante el PP, algo que finalmente no hizo.

El segundo ataque se refirió a su postura frente a la fuerte oposición que ha recibido entre los dirigentes su propuesta de celebrar un Congreso en diciembre. Desde que Sánchez lo anunció, muchos miembros de la cúpula socialista se han manifestado en contra, pese a lo cual Pedro Sánchez aseguraba en una entrevista el martes que no pensaba dimitir ni siquiera si en el Comité Federal previsto para el sábado le rechazaran sus propuestas.

Tres meses sin hablarse

Según la opinión expresada por Felipe González, Sánchez sí que debería dimitir si el Comité Federal no acepta sus planes. «Si el Comité federal fija una posición, la que sea, abstención, no abstención, voto en contra o mediopensionista, esa posición mayoritaria la asume todo el mundo. Y si no la quiere asumir, tiene que dimitir», afirmó.

González confesó que no habla con Sánchez desde hace tres meses. Concretamente, desde unos días despúés de las elecciones del 26-J. Fue entonces cuando le dijo que «pasaba a la oposición, que no intentaría ningún gobierno alternativo y que votaría contra la investidura del Gobierno del PP, pero que en segunda votación pasarían a la abstención para no impedir la formación de gobierno». Luego no lo hizo, lo que ha provocado que González se sienta «frustrado, como se me hubiera engañado». Insistió el expresidente en sus críticas: «No entiendo las razones para producir un cambio de esa naturaleza, que crea tanta confusión en el partido y mucha más en el país». La incomunicación no es solo con el veterano estadista del PSOE; según han confesado varios «barones» socialistas tampoco con ellos ha hablado su secretario general en los últimos meses.

No faltar al respeto

Quiso dejar claro el expresidente que él considera personalmente «muy mal candidato» a Rajoy, «el único animal que avanza sin moverse», pero cree que no se puede «faltar al respeto a ocho millones de ciudadanos que le han votado». Además, considera que «sería un disparate monumental» ir a unas terceras elecciones, porque podría conducir a «una crisis del sistema». «Ahora con más razón», remachó.

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