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Pedro Sánchez durante la sesión de investidura el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados - REUTERS

Los barones del PSOE se organizan para evitar las terceras elecciones

Page también pide un Comité Federal que aborde la investidura de Rajoy tras las elecciones vascas, mientras Antonio Hernando ve «inconcebible» el cambio

Madrid Actualizado: Guardar
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Sea por la presión externa o porque la mayoría piensa que el PSOE avanza por un «callejón sin salida», el silencio de los barones discrepantes con Pedro Sánchez toca a su fin. De momento, y a la espera de que hable la gran ausente en el debate, la andaluza Susana Díaz, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, lleva la voz cantante con su insistencia en reunir al Comité Federal. Fue el primero, al día siguiente del 26-J, en defender la conveniencia de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, antes que dejar que el PSOE cargue con el sambenito de ser el culpable de ir a elecciones.

Una posibilidad que a partir de este viernes, cuando Rajoy sea derrotado en segunda votación, cobra cuerpo.

Tibiamente, el valenciano Ximo Puig, a quien sostiene en la Generalitat un pacto con Podemos pero tampoco quiere terceras elecciones, se alineó con Vara este lunes cuando el extremeño insistió en «debatir». Y ayer el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se les unió porque «no está escrito el final» de esta legislatura y «pueden cambiar las cosas» tras las elecciones vascas del 25 de septiembre si el PNV necesita del PP para mantener la Lendakaritza y se abstiene, a cambio, en la investidura de Rajoy —le dejaría a un escaño—; incluso podría haber elecciones anticipadas en Cataluña. Por eso, «no hay que tenerle miedo» a un Comité Federal.

«Si en algún momento hay que tener un punto de inflexión añadida, evidentemente hay que hablar», recalcó el dirigente socialista, que se ofreció a Pedro Sánchez para «contrastar» pareceres en el PSOE y mediar «a la hora de cuajar una opinión lo más seria con España». El presidente castellano-manchego juzga necesario ir «paso a paso» y no es inteligente «querer saber lo que va a hacer el PSOE de antemano». Los socialistas tienen que «madurar» sus posiciones.

Una tesis que comparte la federación andaluza. El portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento Autonómico, Mario Jiménez, abogó por esperar a que «termine este ciclo político», hoy, tras la segunda votación fallida, y ver qué posición adoptan «todos los actores políticos», antes de abordar un cambio en el Comité Federal. «A partir de ahí», advirtió Jiménez, «habrá que ver cuáles son las opciones para evitar lo que quiere evitar la mayoría de los españoles: que haya unas terceras elecciones».

Entre los dirigentes críticos con Pedro Sánchez parece haber pasado el temor a que se atreva con un «gobierno Frankenstein», como lo denomina Alfredo Pérez Rubalcaba. Por si acaso, ayer Page recordó la resolución vigente del Comité Federal, que data del 28 de diciembre pasado, prohibiendo tanto apoyar una investidura del PP como apoyarse en partidos independentistas para facilitar una eventual investidura alternativa. «A ver si por evitar terceras elecciones vamos a ser capaces de cualquier barrabasada», dijo gráficamente. Y Mario Jiménez recordó, también, que quien tiene «el encargo del Rey» de formar gobierno es Mariano Rajoy.

Ferraz y el «prietas las filas»

Ambos avisos no van a hacer falta, de hacer caso a lo dicho ayer por el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando: es «imposible» el gobierno que han ofrecido encabezar a Pedro Sánchez Podemos y los nacionalistas catalanes. Hernando, en declaraciones a RTVE, prefirió centrarse en lo que más preocupa ahora mismo en el sede central de Ferraz: que las federaciones críticas instalen un clima de opinión favorable a cambiar el «no» por abstención en el próximo Comité federal.

El cálculo que habían hecho Pedro Sánchez y su núcleo duro es que los barones no se atreverían a alzar la voz por miedo a quedar ante la militancia como unos «traidores» a las esencias izquierdistas y, en el caso de Susana Díaz, para no perder el favor de los afiliados de cara al 39 Congreso en el que tiene previsto disputar a Sánchez la Secretaría general. Pero los movimientos de Vara, Page, Ximo y Jiménez están acelerando el proceso de contestación interna. Destacados miembros del máximo órgano, como el expresidente castellano-manchego José María Barreda, la exportavoz parlamentaria Soraya Rodríguez o el exsecretario de Organización Cipriá Císcar, también han reclamado un debate en profundidad. Lo hicieron ya en la reunión del Grupo Socialista del pasado lunes y tanto sus palabras como las de los barones están desbaratado la estrategia de «prietas las filas» ordenada por Ferraz.

Por eso, Antonio Hernando señaló ayer, un día antes de que Rajoy sea rechazado este viernes por segunda vez en el Congreso, que le parecería «inconcebible» que el Comité Federal cambiara en octubre el no por una abstención para investir en octubre presidente del Gobierno «al hombre de los SMS a Bárcenas», en referencia a Rajoy.

La Ejecutiva se aferra a que en las citas del Comité Federal tienen un orden del día «cerrado» pero, según otras fuentes, a lo largo de los últimos 40 años, cuando se ha reunido han sido muchas las ocasiones en que el máximo órgano socialista ha aprobado resoluciones sobre la marcha. La incógnita es saber si Sánchez estaría dispuesto a una abstención después del duro discurso en el debate de investidura de Rajoy el pasado miércoles. Ayer, Rafael Simancas ejerció de portavoz de la Ejecutiva para señalar que el PSOE se juega su «credibilidad» si pasa a la abstención después de la oposición dura con la que se ha mostrado en la primera investidura.

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