Barómetro de enero del CIS

El PP y Ciudadanos confirman la hegemonía del centro derecha con un 47 por ciento de votos

El PSOE de Pedro Sánchez sigue sin despegar y Podemos cae a la cuarta posición

Mariano Calleja

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Ciudadanos tendrá que esperar para proclamarse primer partido de España. El último barómetro del CIS ha reajustado las piezas sobre el tablero político, bastante movido tras las elecciones catalanas del 21-D, y el resultado es que el PP sigue en primera posición, pese a una nueva caída, mientras que el partido de Albert Rivera confirma su tendencia al alza, pero se queda tercero. El pulso entre el PP y Ciudadanos lo sigue ganando el primero, justo en el mejor momento de la formación naranja, aupada por su victoria en Cataluña. Ahora bien, la suma de los dos devolvería la mayoría absoluta al centro derecha en el Congreso, con un 47 por ciento de votos.

El barómetro se realizó entre los días 2 y 14 de enero , con casi 2.500 entrevistas, más que el resto de las encuestas publicadas. El CIS deja claro que nada está decidido en esta legislatura, y ni puede darse por derrotado al PP de Rajoy, ni es tan evidente que Ciudadanos le vaya a destronar en el centro derecha.

El PP lograría ahora un 26,3 por ciento en estimación de voto. Retrocede 1,7 puntos desde el anterior barómetro del CIS, en octubre, y casi siete puntos desde las elecciones generales del 26 de junio de 2016. El CIS no asigna escaños en sus barómetros, pero si con un 33 por ciento de votos sumó 137 escaños puede deducirse que ahora mismo estaría muy por debajo de ese número, posiblemente entre 100 y 110.

La aplicación de las medidas excepcionales del 155 en Cataluña no han dado ningún rédito electoral al PP, al contrario. Desde octubre, justo cuando se puso en marcha la intervención en esta Comunidad, el PP ha vuelto a perder terreno. Y este lo ha ganado Ciudadanos, que ha aprovechado la ausencia de desgaste por una gestión que no tiene para afianzar su discurso nacional.

Cs en Cataluña

La victoria de la candidatura de Inés Arrimadas en Cataluña dio un impulso a la formación naranja en toda España, y el resultado salta a la vista: pasa a la tercera posición, con siete puntos más que en las elecciones generales de 2016, y con una tendencia al alza que parece, por ahora, imparable.

El barómetro del CIS se puede leer partido a partido, o por bloques. Y en la política actual, donde el bipartidismo está dejando paso a un mayor reparto en la representación nacional, lo más ajustado sería comparar el estado de los dos bloques principales: centro derecha e izquierda.

Si el PP y Ciudadanos suman sus votos, llegarían al 47 por ciento , un porcentaje que en el Congreso de los Diputados se traduce en mayoría absoluta. En 2011, Rajoy logró 186 escaños con un 44,6 por ciento de votos. En 1982, el PSOE registró la mayoría más abultada de la historia con un 48,1 por ciento de los votos, y 202 diputados. Es cierto que la división de voto entre el PP y Ciudadanos supondría un castigo en la obtención de diputados, ya que miles de votos se perderían en los restos. Pero aun así es muy probable que entre ambos rondaran los 180 diputados, por encima de los 176 que marca la frontera de la mayoría absoluta.

La hegemonía del centro derecha en España sigue siendo un hecho. La duda, en este momento, es qué partido llegará en mejores condiciones a las próximas elecciones: PP o Ciudadanos. Es decir, quién será el presidente del Gobierno a partir de 2020, fecha prevista por Rajoy para llamar a las urnas, con la legislatura agotada. El PP está dirigiendo su artillería contra el que considera ahora mismo su principal adversario, que ya no es el PSOE, sino Ciudadanos.

Sangría de votos

Los populares intentan detener su sangría de votos antes de que sea demasiado tarde, y Rajoy se ha puesto al frente de sus ministros para recorrerse España con propuestas y anuncios de inversiones. El presidente relativiza bastante las encuestas, y como dijo recientemente en una entrevista, si él y su partido no se sintieran apreciados por los ciudadanos, «figúrese los demás: pregúntele al señor Rivera, o al señor Sánchez, o al señor Iglesias. Esos ya estarían en la indigencia y, como yo no quiero que estén, pues creo que estamos todos en un nivel razonable».

Si Ciudadanos en su mejor momento político, en plena euforia por su triunfo catalán, solo ha conseguido situarse en tercera posición, con un 20,7 por ciento de los votos, el PSOE y Podemos ni siquiera levantan cabeza.

El «bloque» de izquierdas suma un 42,1 por ciento en estimación de votos. En realidad es el dato más espectacular que pueden exhibir, aunque se quedan cinco puntos por debajo del centro derecha. Por separado, ni el PSOE ni Podemos están para festejos.

El proyecto de Pedro Sánchez sigue sin despegar. El 23,1 por ciento que obtiene el PSOE supone una caída de 1,1 puntos respecto al barómetro anterior del CIS, en octubre, y se acerca bastante al resultado real de las urnas en 2016, el peor de su historia, con 85 diputados, y un 22,63 por ciento.

Sánchez lleva ya ocho meses como líder de su partido, tras vencer en las primarias a Susana Díaz , pero su estrategia parece no cuajar, al menos en su objetivo de «echar» al PP del poder. En julio del año pasado, en el primer estudio del CIS tras las primarias, el PSOE alcanzó el 24,9 por ciento:ha sido su techo en más de dos años.

El PSOE sí ha superado una de sus mayores obsesiones hasta no hace mucho tiempo, al dejar atrás a su principal competidor, Podemos. El «salto» del partido populista, que amenazó con convertirse en el referente de la izquierda española e incluso así quiso presentarse en el Congreso, ha quedado en un susto para los socialistas.

Declive de Podemos

Podemos, y sus marcas territoriales, suma el 19 por ciento en estimación de voto. Ahí se incluye, supuestamente, el voto de Izquierda Unida. El partido de Iglesias ya es cuarto, muy lejos de sus pretensiones no ya de ocupar La Moncloa , sino de tumbar al PSOE como principal partido de la oposición. En las elecciones generales de 2016 obtuvo el 21,15 por ciento de los votos, y en el anterior barómetro del CIS, hace tres meses, el 18,5 por ciento. El estancamiento es un hecho.

La hipótesis de los «bloques» tiene una salvedad: Rivera demostró a principios de 2016 que está dispuesto a pactar con Sánchez para echar a Rajoy del Gobierno. En este caso haría falta echar mano de la calculadora para ver si la suma de escaños sería suficiente.

En el barómetro del CIS hay otro pulso visible: el de los independentistas . ERC refuerza su posición por delante del PDECat, con un 3,4 por ciento de voto de los de Junqueras frente al 2 por ciento del partido de Puigdemont. Este último apenas se ha movido desde las elecciones, pero los de ERC han ganado ocho décimas, desde el 2,63 por ciento.

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