Los abertzales sacan pecho en el País Vasco de las cesiones que le arrancan a Sánchez en Madrid

Sacan pecho de la cesión del Palacio de la Cumbre, donde se torturó a Lasa y Zabala

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, junto a su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua EFE

Miriam Villamediana

Bildu sacó pecho ayer de sus logros en el Congreso de los Diputados tras pactar con el PSOE , 24 horas antes, su apoyo a la ley de Memoria Democrática a cambio, entre otras cuestiones, del reconocimiento a víctimas de torturas hasta 1983. Esto incluiría precisamente la investigación de casos en los que estuvieron implicados los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) , como los del secuestro de Segundo Marey y el del asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.

La portavoz del partido que lidera el exetarra Arnaldo Otegi , Mertxe Aizpurua , protagonizó ayer un acto en San Sebastián, en el que incidió también en la importancia de haber logrado la cesión del Palacio de la Cumbre de la capital guipuzcoana y del pamplonés fuerte de San Cristóbal . Ambos edificios históricos serían utilizados en el futuro por el ayuntamiento donostiarra y el Gobierno de Navarra para su reconversión en centros de la memoria.

Los dos inmuebles tienen un elevado valor histórico. El primero fue residencia veraniega de Francisco Franco y fue el lugar donde fueron torturados los etarras Lasa y Zabala . El segundo fue utilizado como cárcel franquista. Además, a Bildu el acto le sirvió para presentar una vez más a la coalición independentista como ‘un partido útil’ que se dirige a toda la sociedad, una estrategia que, a tenor de las encuestas, le está permitiendo incrementar el número de votantes . Aizpurua ha asegurado que la cesión del Palacio de La Cumbre es «una reivindicación histórica» de los vascos y que, por lo tanto, «recuperarlo para los donostiarras» es, a su juicio, «una buena noticia».

La 'muleta' del franquismo

La importancia para los herederos políticos de ETA de extender hasta 1983 las investigaciones es clave: «Todo el mundo sabe que el franquismo no acabó en 1978», justificaba el martes en el Congreso de los Diputados Aizpurua para explicar que su formación votaría a favor de la ley de Memoria Democrática. La formación abertzale presentaba como un logro propio haber conseguido prolongar el periodo amparado por dicha ley para así poder reparar, explicó Aizpurua, a «todas» las víctimas de «conculcaciones» de derechos fundamentales en esos años. Es decir, incluir a las víctimas del GAL, acciones que repercutieron directamente en los gobiernos socialistas de Felipe González .

Cuando la izquierda abertzale habla de víctimas, en realidad quiere lanzar a su electorado la idea de que la ley también servirá para reconocer a ‘sus’ víctimas, es decir, los muertos a manos de los GAL o quienes sufrieron torturas policiales. De ahí que minutos después de la comparecencia de Aizpurua, Arnaldo Otegi, secretario general de EH Bildu , escribiera en Twitter: «Todas las memorias, todas las víctimas, todos los relatos».

Tras la Constitución

En concreto, la enmienda pactada con la formación abertzale asume que pudieron «persistir elementos que ocasionaran supuestos de vulneración de derechos humanos a personas por su lucha en la consolidación de la democracia, los derechos fundamentales y los valores democráticos» incluso después de la entrada en vigor de la Constitución de 1978 . Es decir, abre la puerta a investigar delitos y torturas que pudieron cometerse hasta 1983 y a crear una comisión técnica que «señale posibles vías de reconocimiento y reparación» a las víctimas.

El Gobierno niega que a través de esta enmienda se pretenda crear un paraguas legal que permita incluir también dentro de la ley de memoria a etarras torturados o asesinados por los GAL. Aseguran que el objetivo de ampliar los plazos obedece a la necesidad que existe de reconocer también a manifestantes, sindicalistas o trabajadores que lucharon por la «consolidación de la democracia» en los convulsos años 80.

En declaraciones a Radio Euskadi, la hermana de Joxi Zabala, Pili Zabala , se mostró satisfecha de la cesión del Palacio de la Cumbre porque supone «una conquista de los derechos humanos», y reivindicó su transformación en un «lugar de memoria». «Para mí lo más importante es recuperar la memoria y la dignidad humana de Joxi y Joxean, que estuvieron ahí retenidos», añadió.

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