Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu, durante la reunión que han mantenido este mediodía en la sede del Gobierno vasco
Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu, durante la reunión que han mantenido este mediodía en la sede del Gobierno vasco - efe

Sánchez: reformar la Constitución «no es para contentar a los que han decidido romper con España»

El líder del PSOE se refiere a los presos de ETA como «presos políticos» tras su primera reunión con el lendakari Urkullu

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado, tras mantener en la sede del Gobierno vasco su primera reunión el lendakari Iñigo Urkullu, que la «propuesta de reforma constitucional» que propugna no va dirigida «a contentar a los que han decidido romper con España», en alusión al desafío secesionista catalán. Un asunto que prácticamente ha monopolizado las preguntas que le han sido formuladas tras resumir brevemente su encuentro con Urkullu, que se ha prolongado por espacio de dos horas, y en el que han coincidido en apostar por una reforma de la Constitución.

Menos directo se ha mostrado al valorar la pretensión del ejecutivo vasco y el PNV de que se reconozca el llamado «derecho a decidir» y el reconocimiento del País Vasco como «sujeto político».

Sánchez ha dicho preferir centrarse en abordar «lo que somos capaces de hacer todos juntos, desde la unión». Considera que haría «un flaco favor» si empezara por señalar aquellos puntos «en los que podríamos discrepar». «Ellos tienen su posición y nosotros la nuestra», ha concedido, para subrayar que, de partida, están «de acuerdo en reformar el pacto constitucional».

«Respetamos el autogobierno de Euskadi, nuestro planteamiento pasa por reforzar el autogobierno», ha asegurado el líder del PSOE. «No ponemos en cuestión el concierto vasco, que es uno de los elementos diferenciales. Tenemos el compromiso de mantenerlo». Al mismo tiempo, ha matizado, «más que nunca es importante reforzar el Gobierno de España».

Al igual que en su primera intervención del jueves, a su llegada al País Vasco, Sánchez ha insistido en que «la fuerza de la unión va a vencer a la disgregación». Defiende una «tercera vía» que es el federalismo como el mecanismo capaz de conjugar diversidad y unión». Así, ha dicho, el PSOE hará frente a desafíos como el que plantean los partidos catalanes que abogan por la secesión. Pero «no desde una retórica centrista, sino persuadiendo a la mayoría».

«El 27-S lo que se va a votar es la gestión del señor Mas, que es lo que intenta eludir», ha añadido sobre este asunto. Frente a la pretensión de aquellos que «quieren meter a Cataluña en un callejón sin salida», plantearán a los catalanes que existe una alternativa integradora de convivencia.

«Presos políticos»

Sánchez ha tenido un lapsus al ser preguntado por la reclamación del Gobierno vasco de flexibilizar las condiciones de los presos de ETA, incluido su acercamiento. «Es tiempo de cumplir la ley», ha indicado, para referirse a continuación a los reclusos de la banda terrorista como «presos políticos».

Palabras que ha matizado posteriormente en una nota, «ante una posible confusión», donde ha querido aclarar que bajo ningún concepto un terrorista puede ser calificado como «preso político». «Nadie que haya asesinado, amenazado, extorsionado o secuestrado, o que haya colaborado para competer esos delitos, está en la cárcel por ideología, sino por ser un criminal». En la nota, Sánchez pide «expresamente disculpas si la confusión generada en la rueda de prensa pueda haber añadido dolor a quienes se hayan visto afectados por la pérdida injusta de sus seres queridos».

Sobre el encuentro con Urkullu, lo ha definido como «muy grato, muy cordial», considera que se trata de «la primera de muchas reuniones» y subraya la «vocación de entendimiento» plasmada en el cara a cara, «cada uno desde sus ideologías».

El lendakari no ha comparecido al concluir el encuentro. En cambio, el Gobierno vasco ha difundido una breve nota donde, entre otros asuntos, indica que Urkullu ha trasladado su opinión de que «durante estos cuatro años no se ha procedido a cumplir el Estatuto de Guernica (...) sino que se ha puesto en marcha una clara estrategia de recentralización».

Urkullu también ha planteado su pretensión de una «redefinición del modelo de Estado», que recoja el «reconocimiento de la realidad plurinacional del Estado, así como la necesidad de establecer un sistema de relación bilateral efectivo y con garantías». Un modelo de Estado «basado en el principio de subsidiaridad», el mismo principio que, para Iñigo Urkullu, «debería regir la propia construcción europea».

En el mismo tono ambiguo, considera que «el nuevo tiempo político ofrece la posibilidad de plantear unas relaciones desde el reconocimiento de la realidad nacional vasca y el respeto mutuo».

Ver los comentarios