Podemos crea un programa «participativo» para las generales en el que la dirección tendrá veto

Si ayer se conocía la lista que Pablo Iglesias había presentado a la dirección de Podemos para las elecciones generales —con más de 60 nombres en los que se incluye la plana mayor del partido y algunos miembros de la sociedad civil a los que el secretario general ha logrado reclutar—, este miércoles la secretaria de Análisis Político y responsable de la coordinación del programa electoral, Carolina Bescansa, ha presentado en rueda de prensa el que será el método «participativo» del que derivarán las «300 medidas» con las que Podemos aspira a «ganar las elecciones».

Bescansa ha explicado que el programa será el resultado del trabajo de expertos —algunos de los cuales ya están manos a la obra con la secretaría de Programa—, círculos sectoriales y territoriales del partido, propuestas individualizadas de miembros y organizaciones de la sociedad civil, lo que ha calificado como «carácter mestizo» del programa final, que esperan tener listo para primeros de octubre.

El método será el siguiente: habrá reuniones de entre 40 y 50 personas en las que estarán presentes los Consejos Ciudadanos territoriales, expertos y organizaciones y los responsables de cada Área del Consejo de Coordinación de Podemos —la cúpula de partido—. Paralelamente, se habilitará en Plaza Podemos, el foro de participación de los inscritos del partido en internet, una plataforma para que se puedan plantear propuestas que contarán con un filtro (100 votos positivos si es individual y 70, si es de un círculo, o ser la mejor valorada cada semana de entre las iniciativas). De éstas dos vías se extraerán propuestas concretas que pasarán primero por el filtro de la dirección del partido y, una vez logrado su aval, podrán votarse en la plataforma de participación de Podemos, donde serán los ciudadanos quienes decirán qué 300 merecen formar parte del programa electoral para las generales.

El problema aquí vuelve a ser el mismo por el que hasta cinco territorios de Podemos y al menos 800 cargos se han rebelado en la última semana contra el partido. Del mismo modo que el reglamento de primarias diseñado por la cúpula introduce un Comité Electoral elegido «a dedo» por Iglesias que, en última instancia, controlará las listas, las propuestas que se hagan para ser incluidas en el programa electoral tendrán que pasar el filtro de la dirección del partido. Bescansa ha indicado que, en cualquier caso, cada propuesta irá acompañada por una «memoria económica y que podrá ser desechada si la dirección cree que no es «viable» en este sentido, o quizás también por su inviabilidad «jurídica». Pero lo cierto es que el equipo de Iglesias podrá tumbar una propuesta antes de que sea sometida a votación.

También se ha referido Bescansa a la «ruptura» en el seno del partido a cuenta de las primarias, algo que ha negado. La secretaria de Análisis Político ha señalado que la lista presentada por Iglesias y que está a la espera de recibir el aval de la dirección es «heterogénea, plural y no pensada hacia dentro», pero también ha reconocido que parte como «la favorita», uno de los puntos que precisamente critican las voces internas que creen que el formato de «lista plancha» hace que la competición no sea equilibrada. Tras ser preguntada por esta cuestión, ha matizado que quizás no sea la favorita —«no lo había pensado», ha dicho— y ha justificado su declaración en que «es tanta la presión» que tienen que han dado por hecho que lo son.

También ha admitido que el calendario de primarias, adelantado con el pretexto de que podría darse un adelanto electoral que pille con el pié cambiado a Podemos, se diseñó con «más información» de la que el partido tenía «hace una semana». «El horizonte más probable ahora» es que no se produzca dicho adelanto, y por ello el calendario de elaboración de programa electoral sí está diseñado para concluir en octubre. Sin embargo, el partido no tiene intención de modificar el de las primarias y permanece enrocado en su postura.