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Zapatero recibe una ovación tras pronunciar su discurso en la Asamblea Nacional francesa - a.p.

Zapatero, primer y único presidente español invitado a la Asamblea Nacional francesa

El expresidente del Ejecutivo fue aplaudido por los diputados franceses después de reiterar la retirada de las tropas de Irak

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Cuando José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España, llevaba menos de un año en La Moncloa, fue invitado por Jacques Chirac, por aquel entonces presidente de Francia, a la Asamblea Nacional francesa. Es así como, el 1 de marzo de 2005, Zapatero llegó a París con un discurso lleno de alabanzas y agradecimientos a la nación francesa introducido por unas breves palabras en la lengua gala, muy comentadas en el momento por la mala pronunciación del líder del Ejecutivo español.

Las primeras líneas que leyó Zapatero de su discurso eran un recorrido por la historia francesa y por lo que en el Palacio donde se encontraba se «había ofrecido al mundo», como la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la defensa de la libertad de prensa y la igualdad política.

Y continuó reconociendo la hospitalidad del país vecino con los españoles, comentó «los espíritus más libres de los españoles tuvieron que cruzar los Pirineos para huir de la intolerancia», «muchos inmigrantes escaparon de la pobreza en Francia».

José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió aquel día en el primer presidente del Gobierno español que se dirigía a los diputados franceses. Un hecho que ocurrió doce años después de que lo hiciera Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, siendo el primer Jefe de Estado extranjero invitado a intervenir ante la Asamblea Nacional de Francia, a quien hizo un guiño recordando la cita de Malraux que pronunció el Monarca: «Francia es ella misma cuando lleva una parte de la esperanza del mundo».

Retirada de Irak

A punto de cumplirse un año de su mandato, el que fuera presidente del Gobierno recalcó algunas de las medidas que había llevado a cabo hasta entonces: la retirada de las tropas de Irak, la subida de las pensiones y del salario mínimo y la ley de igualdad de las mujeres con relación a los hombres. En cuanto a la retirada de Irak declaró que, «los espñaoles de hoy no solo somos un pueblo contrario a la guerra, que conocimos en su forma más cruel, sino que somos un pueblo pequeño movilizado por la paz». Tras estas palabras los diputados franceses aplaudieron efusivamente.

Zapatero finalizó su intervención agradeciendo al pueblo galo su cooperación en laucha contra el terrorismo, «deseo agradecer de corazón la solidaridad del Gobierno y del pueblo francés por los terribles atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid». Además, presumió de la amistad que compartían los dos países vecinos y deseó un destino común para ambos.