José María Aznar
José María Aznar - Ana Paz Herrera
campaña electoral 24-m

Aznar activa a las bases del PP con una vuelta a las «esencias»

Se ha volcado en esta campaña, pero desde 2008 no coincide con Rajoy en un mitin. Apela a los principios tradicionales para recuperar el voto perdido estos años

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El militante de base del Partido Popular está vibrando esta campaña electoral con un dirigente que, en principio, iba a tener un papel secundario, pero que, mitin a mitin, está siendo protagonista dentro de su formación y está logrando agitar un sector que se había distanciado en los últimos años del partido, decepcionado con la marcha del Gobierno de Rajoy.

José María Aznar llena los auditorios allá donde va, entre gritos de «presidente, presidente», y con mensajes políticos más allá de las frías cifras económicas, que ni las menciona en sus intervenciones, ni falta que le hace porque el público le aplaude a rabiar cuando habla del «ADN» del PP, de España, de libertad y, sobre todo, de su etapa pasada en el Gobierno.

«¡Eres el mejor presidente que ha habido!», le piropean en los mítines mujeres y hombres de una media de edad que no entraría en la regeneración democrática de Albert Rivera.

En Toledo, más de un millar de personas dejaron pequeña la sala prevista para el mitin de Aznar junto a Cospedal. «Siempre que le hemos invitado ha venido. Siempre está ahí. Siempre», recalca a ABC la presidenta de Castilla-La Mancha. En el equipo de Cospedal explican que Aznar «aporta» a la campaña electoral, porque con él el PP «cierra filas con la derecha crítica». «Cospedal aporta el balance del Gobierno, la responsabilidad, la recuperación, y Aznar moviliza un sector importante, crítico, dentro del partido», sostienen.

En sus intervenciones, el expresidente Aznar defiende el PP como un «proyecto de continuidad histórica», como el único partido que representa la centralidad, defensor de los valores de la Constitución, y nunca tiene tiempo en sus intervenciones, de una media hora, de acordarse de Mariano Rajoy, al que ni siquiera cita. Es cierto que al revés tampoco sale a relucir el nombre del expresidente del Gobierno, salvo este fin de semana, en un mitin en Burgos. Allí, Rajoy elogió a los presidentes autonómicos que ha tenido Castilla y León, incluido Aznar, claro, «gente seria y formal», apuntó.

Rajoy y Aznar no han coincidido en ningún mitin. De hecho, no lo hacen en campaña desde 2008. El expresidente ha tenido esta vez una participación muy activa: Zaragoza, Logroño, Ávila, Madrid y ayer, Toledo. En otras comunidades, Extremadura, Canarias y Valencia, también le habían pedido que acudiera, pero su agenda se lo ha impedido, ya que hoy mismo emprende vuelo a Estados Unidos para sus tareas laborales.

El domingo estará de vuelta para votar en Pozuelo. «Aznar lo está haciendo muy bien, está participando de forma activa y eso se agradece», comentan de forma un tanto lacónica en el entorno del presidente del Gobierno. En el equipo de FAES del expresidente son máx explícitos: «Está muy cómodo, se nota, está a gusto defendiendo el proyecto del PP, que es el suyo, y creemos que está logrando movilizar a muchos votantes».

Repartir esfuerzos

¿Por qué no coinciden? La explicación del partido se resume en que hay que «repartir esfuerzos». En el entorno de Aznar se añade que Rajoy «tiene su público» con el mensaje de la salida de la crisis, y el expresidente el suyo, con un discurso mucho más vibrante, política pura y dura sobre lo que significa el PP y lo que supondría que no vertebrara el centro en España.

«Hay riesgo de que la situación de Andalucía se traslade a toda España, por eso hay que subrayar la importancia de que el PP representa la centralidad en todo el país». Lo cierto es que Aznar y Rajoy no coinciden, pero tampoco han tenido una conversación durante la campaña, según fuentes próximas al presidente de honor del PP. Cada uno cumple su papel, «se complementan». Rajoy se dirige al votante racional que valora la recuperación económica; Aznar mueve la fibra política sensible, agita a los que «se han alejado y miran desde la última fila o desde fuera» al PP, y les pide que «vuelvan a casa».

Aznar suele pronunciar alrededor de 30 veces por mitin la palabra «España», como eje de todo su discurso. Y sabe atacar al adversario metido en la faena mitinera sin medias tintas ni frases veladas. Todo muy claro. En Madrid recordó a Podemos que Lenin y Stalin, sus iconos, asesinaron por millones a socialdemócratas. «¡Tócate!», exclamó.

En el entorno de Aznar explican que a él no le corresponde entrar en las cifras económicas que ya recuerda Rajoy, pero sí se vale de ellas para subrayar que «el PP ha salvado dos veces a España de la quiebra del Estado del Bienestar» a la que había llevado la política de izquierdas. «Se complementan», insisten con satisfacción.

Rajoy y Aznar concidirán en breve en un acto público. Será en la clausura de los cursos de verano de FAES, que previsiblemente se celebrará en Guadarrama. Será el encuentro, y la foto, anual entre ambos.

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