Tomás Gómez junto a José María Fraile, su sucesor en la alcaldía de Parla (Madrid)
Tomás Gómez junto a José María Fraile, su sucesor en la alcaldía de Parla (Madrid) - EFE
operación púnica

«Cuando cobra la empresa, cobramos todos: cobran ellos, cobras tú, cobro yo»

El socialista Fraile recibió como alcalde de Parla un primer pago de 60.000 euros por dar el mayor contrato de la trama, que se aseguraba 1,3 millones de mordida

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Las declaraciones de imputados y testigos ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ponen de manifiesto cómo se amañó el mayor contrato de la trama Púnica: 66 millones de euros por todo el mantenimiento eléctrico de la ciudad de Parla (Madrid) durante 15 años.

El contrato lo adjudicó en junio de 2013 José María Fraile, sucesor de Tomás Gómez en la alcaldía, y, según consta en el investigación, estuvo «amañado» de principio a fin. Tal fue el contubernio, que la empresa adjudicataria, Cofely, fue quien elaboro los pliegos del concurso público, algo que por ley debe hacer la Administración que convoca el concurso. Es más, Cofely introdujo una «fórmula» en el concurso que le garantizaba ganarlo al margen del resto de ofertas que se presentaran

. Estos extremos se pusieron de manifiesto en el interrogatorio a José María Fraile el pasado 29 de octubre, dos días después de su detención en la operación Púnica, en la que juez le imputa fraude, malversación, cohecho, prevaricación y revelación de secretos e integración en organización criminal. El contenido de varios interrogatorios se conoció ayer tras levantarse el secreto de sumario sobre esta parte.

Fraile echó balones fuera y se limitó a decir que la adjudicación fue legal, «aprobada en Junta de Gobierno con todos los informes favorables». Pero las embestidas de la fiscal Anticorrupción, Carmen García, lo dejaron sin palabras. Para sostener las acusaciones, la representante del ministerio Público reveló el contenido de un pinchazo telefónico entre dos implicados en la trama: «Cuando el ayuntamiento autorice el pago a Cofely y Cofely pague a Ruta Energética, ya cobramos nosotros, cobran ellos, cobras tú, cobro yo, cobramos todos». «Queda claro cómo se estaban repartiendo el dinero», zanjó la fisal Anticorrupción.

La comisión se enmascaró mediante un falso contrato de auditoría aprobado por el ayuntamiento socialista. Cofely contrató a Ruta Energética, una de las empresas de la trama, para que auditara los servicios que prestaba en el municipio a cambio de un dos por ciento del total del contrato. Esta cantidad, la mordida total, asciende a 1,3 millones de euros.

El contrato de auditoría era tan falso que fue la propia Cofely la que se auditó a sí misma y luego «puso los sellos de Ruta Energética, una empresa que no tiene actividad», según fuentes de la investigación. Una vez que el Ayuntamiento comenzaba a pagar a Cofely, ésta daba su parte a Ruta Energética y se repartía el dinero entre varios integrantes de la trama que encabezaban Francisco Granados, exsecretario general del PP, y su socio David Marjaliza.

La Fiscalía calcula que Fraile pudo obtener de esos primeros pagos un «beneficio de 60.000 euros», por lo que esa fue la cantidad que solicitó al juez como fianza para evitar la prisión. Fraile abonó los 60.000 euros, por lo que se encuentra en libertad provisional.

La trama no ha conseguido cobrar los 1,3 millones en comisiones, ya que esa cantidad sería retraída del contrato con las falsas auditorías a lo largo de los quince años de la adjudicación. Afortunadamente, la trama fue desarticulada el pasado octubre.

Para amañar el contrato, un comercial de Cofely de nombre Pedro dio instrucciones a los técnicos del Ayuntamiento sobre cómo elaborar el pliego de condiciones de la oferta pública. «Es normal que el comercial de la empresa que resultó adjudicataria, cuando hay varias empresas que se presentan a la licitación, se presente en el Ayuntamiento y ande a sus anchas diciendo "esto cambiamos, aquí ponemos, esta fórmula introducimos", ¿Eso es normal en Parla, las empresas suelen presentarse en el Ayuntamiento a negociar los pliegos?», preguntó la fiscal a José María Fraile. El alcalde contestó con un lacónico «no».

«Las tripas del contrato»

Fraile se agarró continuamente a una frase: «No conozco las tripas del contrato». Pero las intervenciones telefónicas y las declaraciones de testigos, entre ellos una técnico del consistorio madrileño, demuestran que el sucesor de Tomás Gómez actuó de forma «concertada» con la empresa adjudicataria, por lo que «existe prueba de comisión de los delitos por parte del detenido». El entonces alcalde socialista también aseguró no concoer a Marjaliza, salvo lo que ha leído «en los periódicos».

Fraile se convirtió en alcalde de Parla en noviembre de 2008, después de que su predecesor dejara el cargo para optar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Tras su detención en el marco de la operación Púnica, Fraile renunció a la alcaldía y a su acta de concejal. También fue arrestado su jefe de Gabinete, Antonio Borrego.

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