Casado posa para ABC en la Convención del PP
Casado posa para ABC en la Convención del PP - Isabel Permuy
Pablo casado - Pablo Iglesias

Un Pablo para neutralizar a otro

Elegido por Rajoy para que comunique, Casado cree que «hay que estar en TV y en las redes»

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Pablo Casado (Palencia, 1981) habla con ABC en el estrecho margen -contado por minutos- que le deja la Convención del PP y una intervención radiofónica. Es la sensación mediática de su partido; y de los debates, donde se faja habitualmente con Pablo Iglesias y la nueva generación de cachorros de la izquierda que sueñan con destronar a políticos senior, tras concederles graciosamente la tarjeta dorada. ¿Quién dijo que el PP no bajaba al cuadrilátero televisivo? Rajoy y Cospedal acaban de nombrar a Casado responsable de Comunicación (cargo inédito en el organigrama de Génova) durante la campaña electoral. Y si el PP asciende a uno de sus tertulianos estrella es que ha visto las orejas al lobo televisivo. «Creo que es fundamental estar donde está la gente -sostiene Casado-.

Y si es en la televisión o en las redes sociales, también. Eso sí, tampoco queremos sobreactuar».

Exento de escándalos en su currículo, el Pablo mediático del PP va a cumplir 34 años el próximo domingo. Pero no sigue el magisterio de sus contrincantes en La Sexta: «Yo no creo -corrige- que la juventud sea un plus en política, ni un handicap tampoco. Aunque está muy bien que haya jóvenes en el PP y en otros partidos. Y le quiero recordar que no solo soy yo. Cospedal, Floriano, Pons, Ignacio Diego... son ejemplos de gente joven al frente del PP». Cuando se le somete al etiquetado español, uno se queda con dos palmos de narices por su alarde de transversalidad: empezó a destacar en el PP de la mano de Esperanza Aguirre, fue recriado con Aznar y ahora forma parte del núcleo duro de Rajoy, además de estar muy bien visto tanto por Cospedal como por Sáenz de Santamaría. Quién compra este lío en un país y en un partido de trincheras, casi lideradas, a ojos de los medios, por los jefes que ha tenido.

Solo ante el peligro

Casado parece trascender los clichés. Por eso, Rajoy eligió a este abogado y economista, padre de una niña y un niño, para encarnar todos los sábados un redivivo «Solo ante el peligro» y dejarse las yemas de los dedos en las redes sociales. Pero ya no está tan solo. Sobre todo, desde que Génova ha formado también para la misión a Antonio Gállego, Arenales Serrano, Rafael Hernando y Carolina España. Por separado, todos refutan a lo más granado de la izquierda radical. Echenique, Monedero, Bescansa, Errejón, Iglesias y Alegre han pasado por su verbo sin infligirles grandes magulladuras. A Iglesias le recomienda una cosa: «Que no venda motos»; y un viaje: «Que se vaya a Caracas y a La Habana a sufrir los regímenes liberticidas que defiende». Y lo dice quien fue jefe de filas de Ángel Carromero en Nuevas Generaciones y el mismo que tiene antepasados enterrados en la isla de Castro.

El cometido que le ha encargado el presidente, que ayer pedía a los ciudadanos que no se jugaran la vida a la ruleta del populismo, es peliagudo: explicar en año electoral y en la misma boca del lobo, las duras decisiones del Gobierno. Antes de que él llegara a los debates, el PP perdía por incomparecencia. Desde hace meses ya no es así. «Estamos en un año electoral y hay que contarle a los españoles lo bueno que se ha hecho. Aunque creamos que llega, no es así», advierte.

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