Luis Bárcenas: «Estoy viviendo un atropello, ¿por qué no tengo el mismo tratamiento que Rato?»

«Muchas gracias por el libro de Montaigne, lo había leído antes y he aprovechado para releerlo». Es lo primero que me dice Luis Bárcenas a modo de saludo, como si no hubiese pasado más de un año desde que le regalé «Los Ensayos». Ni su voz ni su forma de expresarse se han alterado, no parece que esté en Soto del Real desde el jueves 27 de junio de 2013, —«ya me han quitado 19 meses de mi vida»—, pero al hablar con él retoma la conversación como si los días que lleva en prisión provisional no le hubieran dejado huella. «Estoy bastante bien», dice, pese a que se le imputan delitos de cohecho, blanqueo de capitales, falsedad en documento mercantil, apropiación indebida contra la Hacienda Pública y estafa procesal en grado de tentativa.

Esa supuesta fortaleza no está reñida con la necesidad de que le escuchen en la vista oral que se celebra hoy viernes en la Audiencia Nacional, tras el recurso de apelación interpuesto contra el auto en el que el juez instructor Pablo Ruz le denegó por quinta vez la libertad provisional. «He pedido que mi declaración sea por videoconferencia y en audiencia pública», afirma.

Este mismo lunes, su abogado Javier Gómez de Liaño, presentó un escrito a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal solicitando que la vista se celebre con la asistencia del extesorero del Partido Popular, ya sea en persona o por videoconferencia. «Estoy viviendo un auténtico atropello. Solo hay que echar un vistazo a otros casos que está llevando el juez Ruz para entender que mi situación no tiene sentido. El caso de (Demetrio) Carceller, al que piden 22 años de cárcel y no tiene ni retirado el pasaporte; el de Pescanova, exactamente igual, y el de Jordi Pujol, ¡ni te cuento!».

-Si nos fijamos en todos los casos que lleva el juez Ruz, las medidas cautelares no son siempre las mismas. ¿Hay temor porque usted esté en la calle?

-¡Ah, eso, por supuesto! Pero realmente, creo que en este momento ya no es una cuestión del Gobierno de Rajoy. Al revés, es de las dos fiscales, que van por libre. Hay que recordar que fueron puestas expresamente por Cándido Conde-Pumpido (exfiscal general del Estado) por su proximidad ideológica.

-¿Qué le preocupa en estos momentos?

-A mí lo que me preocupa es mi situación actual. ¡Que me digan de una vez dónde está mi riesgo de fuga!

-¿No existe riesgo de fuga?

-En absoluto. Por eso quiero hablar en la vista de este viernes, quiero demostrar que tal cómo está estipulado no se puede dar bajo ningún concepto. Es un sinsentido. Tengo todas las cuentas bloqueadas, los bienes embargados, en ningún momento he pensado en fugarme. Además, a estas alturas está la Interpol y el nivel de conocimiento que tienen de todo. Está tan claro que es imposible ese riesgo de fuga. Solo buscan estigmatizarme.

-Aparte de estigmatizarle, ¿es una cuestión de tenerle silenciado?

-Quieren que sea el icono de toda la corrupción. Cuando hablan del caso Gürtel, poder decir: «Nosotros tenemos al tesorero en la cárcel». Les viene bien que siga aquí por motivos electorales. Está muy claro, si no ¿por qué no tengo el mismo tratamiento que Rodrigo Rato? Y ya es de risa, que en la causa de «los papeles», la acusación por parte del Partido Socialista sea un señor que se llama Ángel Luna (exportavoz del PSOE en las Cortes Valencianas), que fue juzgado por un delito de revelación de secretos.

-¿Siente que es el cabeza de turco?

-El gerente depende del tesorero, y el tesorero del presidente y del secretario general. Sabían perfectamente las entregas en el mismo día que se producían, quién era el empresario y cuánto aportaba. Dieron instrucciones muy precisas de lo que tenían qué hacer conmigo. Otra prueba de que la Fiscalía me persigue, de la forma que lo hace, es que hay un informe de la UDEF -por favor, búscalo ya que lo lees todo- en el que me da la razón, que no hay apropiación indebida, ni indicios de blanqueo por la venta de acciones de Libertad Digital, y aun así, la Fiscalía sigue manteniendo el delito para mantener la acusación. ¿Qué cachondeo es éste? ¿Qué pasa? ¿Vale todo?

-El delito fiscal sí que está clarísimo, pero aparte de eso ¿podría demostrar el origen de su fortuna en Suiza?

-He presentado la documentación desde 1984 de todos los ingresos, los recibos, los pagos de empresarios por las gestiones que hice. Demuéstrenme a mí lo contrario. Que me digan de dónde me lo he llevado y cuándo, que esté bien argumentado y no me vengan con la acusación de que lo he cogido del partido sin más.

-¿Le beneficia que siga Ruz instruyendo el caso?

-Felizmente, Ruz está fuera en el mes de marzo. Pero caen todos, menos las fiscales. También creo que me excedí por torpeza en mis declaraciones, quizás he sido muy beligerante con respecto a ellas, concretamente unas realizadas ante el juez Ruz en la Audiencia Nacional en septiembre del 2012. En esas declaraciones las acusé de sectarismo, pero también se debe al enconamiento de la Fiscalía contra mí. Ruz me intentó cortar e insistí en que, si había ido a declarar, era para hablar y dar mi opinión…

No hay tiempo para más. Ni casi para despedirse, me avisa de que «te ha denegado Instituciones la visita, ya me han dado el papelito comunicándomelo», y me recuerda que solo pide que le den la oportunidad de explicarse, de exponer ante el tribunal las razones porque es un «contrasentido que haya el más mínimo riesgo de fuga, porque no tengo patrimonio oculto».