Imagen de uno de los actos celebrados este sábado a favor del 9-N
Imagen de uno de los actos celebrados este sábado a favor del 9-N - REUTERS

El carísimo minuto de gloria del «president» en TV3

Espectacular despliegue de la televisión autonómica en un día «histórico», en el que los consejeros de Mas se turnaron para fotografiar el decreto con el móvil

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Cuando está nervioso, Artur Mas da pequeños saltitos. Es la única debilidad que se permite un presidente con fama de imperturbable. Pero la de ayer era una jornada «histórica», o al menos la puesta en escena de la firma del decreto de convocatoria de la consulta del 9 de noviembre estuvo a ese nivel. La televisión autonómica hizo un despliegue sin precedentes que incluyó cobertura en directo, programación especial, grúa en los alrededores del Palacio de la Generalitat para tomar imágenes aéreas del ambiente ciudadano y, como colofón nocturno, entrevista con el presidente catalán en «prime time».

El acto tuvo lugar en el Salón Virgen de Montserrat. Mientras el secretario de Gobierno, Jordi Baiget, leía el contenido del documento, el emocionado Mas se preparaba para «hacer historia».

Gracias a la señal facilitada por TV3 -no se permitió el acceso al resto de los medios de comunicación-, el espectador pudo ver generosos primeros planos del decreto y de la pluma utilizada. No era Montblanc, quizá porque la mítica marca ha decidido trasladar sus oficinas de Barcelona a Madrid. Por lo visto, es la misma que utilizan los presidentes de la Generalitat en las grandes ocasiones.

Tras la rúbrica -alguien comentó en la sala de prensa que la firma de Mas es fácilmente falsificable-, los consejeros del Gobierno catalán hicieron turnos para fotografiar con sus móviles el decreto, como si de una reliquia se tratara. Lo será en cuanto el Tribunal Constitucional decida suspenderlo, por lo que fue inevitable evocar aquella frase de la serie televisiva «Misión Imposible» en la que se advertía de que «este mensaje se autodestruirá en cinco segundos». O en cinco días, depende del tiempo que tarde el Alto Tribunal en prohibir la consulta.

Comienza la cuenta atrás hacia el 9-N y la Asamblea Nacional Catalana ha instalado un marcador en la plaza Sant Jaume, sede del Gobierno catalán, para escenificarlo. Mas vivió así su minuto de gloria y se dejó querer por el medio millar de personas que gritaban «independencia» y «votaremos» en la calle.

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