Mitin de Feijóo en la localidad coruñesa de Ribeira
Mitin de Feijóo en la localidad coruñesa de Ribeira - DAVID/CABEZÓN
Elecciones en Galicia 2016

«Aquí sabemos que hay mareas que no se pueden dejar subir»

El PPdeG se da un baño de masas en Ribeira, ante un millar de personas y con un alcalde que se entregó con contundencia desde el atril

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La ubicación de los mítines centrales de campaña del PPdeG de ayer y anteayer llevan consigo una carga simbólica más pronunciada que la importancia en sí de las plazas visitadas. Cambados y Ribeira, en cuanto a la situación que viven las corporaciones municipales, son dos ejemplos de la realidad política que dice pretender combatir Alberto Núñez Feijóo. En la localidad pontevedresa, los populares no gobiernan porque les faltaron 145 votos para la mayoría absoluta y los demás grupos articularon una opción alternativa. Por su parte, en el municipio del Barbanza, sí gobiernan los conservadores, aunque en minoría. En este caso, la fuerte presencia de Ciudadanos ha servido tanto para restarles votos como para ver comprometida la estabilidad del ejecutivo liderado por Manuel Ruiz, sobre el que llegaron a planear rumores acerca de una posible moción de censura.

De hecho, el regidor recordó su época como portavoz parlamentario del grupo popular y se fajó con contundencia desde el atril, tanto en la defensa de la acción del Gobierno de Feijóo como en la reivindicación de su gestión al frente del Concello, que ya anunció que abandonaría al acabar este segundo mandato. «Dicen que Alberto ha recortado, pero en plena crisis lo que ha recortado es la ignorancia, con más plazas de FP e idiomas en los colegios; y las listas de espera, con mejoras en la sanidad», destacó, para ironizar con que «en Ribeira somos gente de mar, y sabemos que hay mareas que no podemos dejar subir».

Como cabía esperar ante el millar de personas que acudieron a la cita, Feijóo insistió en su discurso sobre la estabilidad institucional de la que ha hecho gala durante su mandato y las últimas campañas, en contraposición a la situación de «bloqueo institucional» que impera en el panorama político nacional.

El aspirante a la reelección también señaló que si se viese en el contexto de sus rivales, «no sería candidato». «Yo no podría siquiera intentar ser presidente si me nombrasen a dedo desde Madrid o desde Barcelona. Ni tampoco si mi partido estuviese metido en líos internos. Yo quiero gobernar y esforzarme en Galicia» recalcó.

Meteduras de pata

La anécdota negativa de la tarde corrió a cargo del exalcalde de Outes y número once, Carlos López Crespo. En medio del fragor del mitin, el exregidor coruñés comparó desafortunadamente la agresividad de la oposición con el PP con la «violencia de género». «Hablo del género político, y ellos ejercen violencia contra nosotros», intentó matizar, con poco éxito. Minutos antes, López Crespo se había preguntado voz en grito «dónde coño está la corrupción» en su partido.

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