Sánchez sale reforzado tras el descalabro de la oposición pero con la incógnita del papel de ERC en el Congreso

La aritmética en el Congreso queda a la espera de los pactos en Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en sus escaños del Congreso de los diputados Jaime García

Estas elecciones catalanas no iban a marcar las posibilidades de Pedro Sánchez de sobrevivir en La Moncloa. Tampoco la estabilidad de la legislatura, si por esto se entiende que exista riesgo de una crisis que obligue al final precipitado de la misma.

Los Presupuestos Generales del Estado están aprobados y con ello, y sin mayoría en contra en el parlamento, el control de los tiempos políticos los retiene el presidente del Gobierno. Lo que sí estaba en juego esta noche es cómo se va a poder sobrellevar el tiempo hasta que Sánchez decida abortar la legislatura y volver a las urnas. El descalabro de Ciudadanos y la falta de empuje del Partido Popular, superados ambos por Vox, consolida el Ejecutivo a medio plazo.

Desde la tranquilidad de la subida electoral del PSC, el convertirse en primera fuerza política en votos se entiende como un refuerzo a la gestión del Gobierno y como un espaldarazo al proyecto de Sánchez, en mayor alineamiento orgánico con el PSC que nunca. «Estos resultados ya son de un PSOE de otro tiempo», reflexionaban ayer desde la dirección. Pero la clave de la noche estaba en la relación de fuerzas en el independentismo y en cómo impactaría esto en el comportamiento de Pablo Iglesias . Y desde esta perspectiva los resultados no arrojaron una lectura concluyente.

Finalmente, que ERC quedase por delante de Junts, era algo estratégicamente importante para Sánchez e Iglesias. El subidón del PSC es lo que hace que el tripartito pueda sumar. Pero que lo haga con el PSC ganando en votos y con ERC sin lograr distanciarse de Junts, además de que la mayoría independentista se refuerce, no augura que esa suma pueda producirse. Aunque el hecho de que esa aritmética exista otorga un cambio importante para el desarrollo de la legislatura.

Dentro de la coalición

Es decir, la suma para el tripartito es posible pero las condiciones no son favorables. Esta era una situación que valoraban en Unidas Podemos (UP). Iglesias seguirá presionando por una fórmula de entendimiento entre En Comú Podem, PSC y ERC que le sirva de acicate en Madrid teniendo en cuenta que la suma es una posibilidad. Esta es la alternativa al Gobierno independentista que los comunes han ofrecido durante toda la campaña. No renuncian a ella y el vicepresidente confía además en que esa terna en el Parlament rebajaría «el sufflé» independentista.

Pero el escenario que dejan los resultados disuelve la ambición del líder de Podemos para robustecer su estrategia a nivel de nacional con un «bloque de izquierdas» en el Congreso que guíe forzosamente al Gobierno siempre que dependa de sus apoyos. Podemos ansiaba ese tripartito para reforzar la visión estrategia de Iglesias de apoyar la legislatura en los partidos nacionalistas y regionalistas y alejar cualquier vínculo con Partido Popular y Ciudadanos.

Los comunes mantienen sus 8 escaños en un contexto de baja participación. Las alianzas con ERC se enfriarán en Madrid si en Cataluña el pacto «antiPSC» imposibilita el entendimiento que anhela Iglesias . Lo que a su vez provoca que el papel de UP como pegamento de lo que ellos mismos han denominado «bloque plurinacional», junto a ERC, Bildu y otras formaciones minoritarias en el Parlamento, ponga en riesgo su razón de ser.

A pesar de que En Comú no ha sufrido una gran pérdida de apoyos, y que se muestran satisfechos, tampoco pueden presumir de ningún triunfo. Podemos sigue sin rentabilizar su entrada en el Gobierno . Aunque se mantienen en Cataluña. Así lo celebró el vicepresidente. «Auguraron nuestra debacle pero nos consolidamos. Somos una fuerza modesta, pero ineludibles para un gobierno de izquierdas en Catalunya y para que haya Gobierno y bloque parlamentario en España frente a una derecha cada día más ultra», escribió Iglesias en Twitter.

En Comú Podem no aspiró a ganar en ningún momento, sino a sumar y tener un papel determinante en el Gobierno catalán. Un ejercicio de marquetería que les iba a garantizar influencia nacional y que ahora mismo parece utópico. Pero no imposible . Por eso Albiach e Iglesias han pedido durante la campaña «valentía» al PSC y ERC, y volverán a hacerlo desde hoy mismo.

La influencia de las urnas catalanas a nivel nacional es intensa. El Gobierno de coalición no peligra, pero Podemos tendrá que maniobrar y revisar su papel en La Moncloa y su estrategia fuera porque no pueden permitirse la pérdida de la autoridad en el Gobierno que han ganado a golpe de crisis internas en los últimos meses.

Sin oposición en Madrid

Los malos resultados de PP y Ciudadanos pueden sumir a la oposición en una crisis interna que también tiene afectación para el Gobierno. Ya en la víspera algunas fuentes de La Moncloa apuntaban a este escenario como factible. La debilidad del PP y de Cs y la emergencia de Vox tiene un punto positivo para los socialistas en su lógica de polarizar el tablero político con la formación de Santiago Abascal y consolidar la idea de que no existe alternativa sólida al actual Gobierno.

Pero por otro lado, en el Ejecutivo lamentaban que este nuevo escenario complique todavía más la posibilidad de recurrir a la formación de Inés Arrimadas de forma puntual. Y también dificulta alcanzar grandes acuerdos con el PP.

«Vox ha noqueado al PP», apuntaban con los resultados todavía en caliente desde la dirección socialista. Sánchez en sí, gracias a la subida del PSC, sale fortalecido. Pero es la incertidumbre reinante en el resto del arco parlamentario lo que amenaza con dejar a la legislatura sin una mayoría sólida. Este análisis era compartido en la noche de ayer por varios dirigentes socialistas.

Aunque sí se reconocía que en tanto que se resuelva la cuestión de la gobernabilidad en Cataluña se introducen «dosis de incertidumbre» respecto a las mayorías que pueden formarse en el Congreso de los Diputados para sacar adelante la agenda legislativa. «Hay que seguir trabajando con normalidad y ERC tendrá que decidir, pero no dependemos solo de ellos para ganar votaciones en el Congreso», defendía anoche en la dirección socialista.

Reencuentro y diálogo

El Gobierno interpreta que los resultados valían la apuesta por el reencuentro y el diálogo. «Son ellos los que nos han llevado hasta aquí», llegó a decir Miquel Iceta , líder del PSC y ministro de Política Territorial, durante la celebración de la victoria. Mientras el candidato, Salvador Illa , se dirigió al presidente del Gobierno: «Esta es una victoria nuestra, tuya también».

El ex ministro de Sanidad transmitió en público su agradecimiento a Iván Redondo, director de gabinete del presidente del Gobierno, y a Francisco Salazar , director adjunto de gabinete y secretario de Acción Electoral del PSOE. La decisión de Illa de presentarse a la investidura además demuestra que los socialistas no van a abrirse de entrada a facilitar el Govern de ERC. Y este escenario, con el seguro rechazo de los independentistas de Pere Aragonès , vislumbra un escenario a corto plazo en el que la situación en el Congreso se complicará.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación