José Manuel Gómez Solís, en la factoría de CEN Solutions en Torrecuéllar
José Manuel Gómez Solís, en la factoría de CEN Solutions en Torrecuéllar - ROCÍO RUZ
ECONOMÍA

CEN Solutions revitaliza la planta de Inabensa en Torrecuéllar

La firma sevillana, con el apoyo de un grupo inversor, recupera parte de los pedidos de grandes cuadros eléctricos

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Cuadros Eléctricos Nazarenos (CEN) está revitalizando a un ritmo acelerado la fábrica de Inabensa en el Puerto de Sevilla (en el Polígono de Torrecuéllar). Esta compañía nació hace más de veinte años de la mano del emprendedor José Manuel Gómez Solís, un ingeniero técnico que se especializó en la fabricación de cuadros eléctricos para edificios e instalaciones industriales, además de en actividades de mantenimiento (uno de sus principales contratos es la revisión integral de la planta del A400M en Sevilla).

Cuando comenzó la crisis de Abengoa, Gómez Solís hizo una primera aproximación a Inabensa para analizar si podía fichar a una parte de la plantilla. «El taller de Torrecuéllar siempre había sido una referencia para nosotros», remarca el empresario. Sin embargo, hace seis meses dio un paso adelante y se planteó la posibilidad de adquirir esta filial. Con el apoyo de un grupo de inversores españoles y americanos unidos en Alta Gama, selló en octubre la operación de absorción.

De esta forma, CEN Solutions se ha creado con la unión de los activos de Cuadros Eléctricos Nazarenos y con la actividad de fabricación de Inabensa en Torrecuéllar. Gómez Solís se ha quedado como director general y, en paralelo, se ha constituido un consejo de administración presidido por Carlos Campos. (Gómez Solís mantiene el control aunque se reparte la propiedad al 50% con Alta Gama).

«La crisis de Abengoa hacía que el taller de Inabensa estuviera perdiendo su sitio en el mercado, era una verdadera lástima, con esta operación se ha salvado una compañía que atesoraba una experiencia de éxito de 75 años, con productos que compiten en todo el mundo, y además seguirá siendo una empresa sevillana», indica su director general. CEN Solutions, a su vez, ha dado un paso de gigante con la adquisición. «Con nuestra evolución natural habríamos tardado tres décadas en llegar al punto en el que estamos actualmente».

CEN Solutions fabrica ahora cuadros eléctricos de media y baja tensión, además de salas eléctricas (para gestionar todo tipo de instalaciones energéticas), edificios modulares y equipos de control para motores y plantas nucleares. Entre sus principales clientes están multinacionales como Siemens y General Electric, además de Repsol o Cepsa. Tras la unión de CEN y el taller de Inabensa se ha reubicado toda la capacidad industrial en Torrecuéllar y también han refundido la plantilla. El antiguo director de Torrecuéllar seguirá como director de operaciones, aunque también se crea el cargo de director de desarrollo de negocio, que procede de CEN. La unión de las dos empresas arroja una plantilla de 150 personas. «Nos hemos encontrado con unos trabajadores muy cualificados y con mucha experiencia, ahora estamos recuperando contratos y logrando nuevas adjudicaciones, y esto está generando una enorme motivación», asevera el directivo, que sostiene que «en este proyecto ha arriesgado todo lo que ha construido en estas dos décadas».

Gómez Solís recuerda que los ingresos actuales de ambas compañías rondarán los 18 millones de euros, aunque el potencial es muy alto. «Cuadros Eléctricos Nazarenos llegó a ingresar 16 millones de euros en su mejor año y la factoría de cuadros de Inabensa superó los 24 millones, con lo cual en los próximos ejercicios la unión de ambas debe superar los 30 millones de negocio».

A corto plazo el objetivo es lograr que CEN Solutions «ponga en marcha todo su potencial, elevando sus ingresos con un buen nivel de rentabilidad». A partir de ahí, en 2020 llegarán nuevas metas. Por un lado, las capacidades de ingeniería de Inabensa permiten «desarrollar productos propios dentro de nuestro sector que aporten más valor añadido». A su vez, para abrir nuevos mercados se puede estudiar la ubicación de plantas de ensamblaje en otros países. «Las capacidades de ingeniería y diseño en Sevilla son muy altas, ensamblar una parte de los productos en México te permite mirar hacia arriba y abajo del continente americano, y en Oriente Medio hay que estar bien posicionado porque existen grandes proyectos de inversión».

Uno de los puntos a favor de la planta de Torrecuéllar es su ubicación en el Puerto de Sevilla, ya que está dentro del perímetro de la zona franca. «Recibimos material de empresas internacionales que nos ceden sus equipos para que hagamos la labor de ensamblaje, así se generan productos que vuelven al mercado internacional, con lo cual nuestra ubicación en la zona franca es otra ventaja competitiva», concluye.

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