Imagen de la bodega de Sánchez Romero Carvajal
ECONOMÍA

Un «pata negra» empresarial para el sector ibérico

Sánchez Romero Carvajal negocia la compra de Consorcio de Jabugo. Esta unión forjaría una firma con ventas de 60 millones

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Una norma de calidad que establece perfectamente cuáles son los jamones de bellota de raza 100% ibérica. Un acuerdo entre la mayoría de los productores onubenses para crear una Denominación de Origen Jabugo y reforzar así el prestigio de los productos de máxima calidad. Una recuperación paulatina de los precios y de la demanda, que han vuelto a los niveles previos a la gran crisis de 2008. Esta concatenación de elementos positivos configuran el círculo virtuoso que está viviendo el negocio del cerdo ibérico desde hace dos años, que puede culminar en 2017 con una de las operaciones empresariales de más relevancia en el agro andaluz. Y es que la firma andaluza Sánchez Romero Carvajal (filial de Osborne) está negociando la absorción de Consorcio de Jabugo (que actualmente está en manos de la compañía catalana Agrolimen).

Si la negociación llega a buen puerto, se forjaría el gran campeón de Jabugo, con unos ingresos que superarían los 60 millones de euros, en un contexto en el que el sector crece a un ritmo del 30%.

El gigante catalán Agrolimen —propietario de marcas de gran consumo como Gallina Blanca, Affinity o BiCentury— desembarcó en el negocio del ibérico justo antes de su mayor crisis de los últimos tiempos. En 2007 compró el 58% de las acciones (adquirió sendas participaciones del 29% que estaban en manos de Cajasol y del empresario sevillano Julio Revilla). Desde aquel ejercicio, Agrolimen ha ido avanzando posiciones y suscribiendo distintas ampliaciones de capital, que le permitieron hacerse finalmente con el 100% hace apenas unos meses. Su experiencia ha sido difícil. Hasta 2013 acumuló casi 20 millones de pérdidas, en 2014 encauzó la situación y el pasado año ya alcanzó un beneficio bruto de explotación (ebitda) de más de un millón de euros, con unos ingresos cercanos a los 15 millones. Para Agrolimen el control de Consorcio de Jabugo ha dejado de ser una estratégico, así que la ha puesto en venta.

El postor mejor situado es Sánchez Romero Carvajal (propietario de la mítica marca Cinco Jotas), que representa una de las apuestas más ambiciosas por Jabugo. La filial de Osborne triplica el negocio de Consorcio de Jabugo, al facturar en torno a 45 millones. En 2015 (últimos datos publicados) también notó el crecimiento en ventas y márgenes, tanto a nivel nacional como internacional, «gracias a un posicionamiento claramente premium en todos los mercados». En los últimos años ha invertido más de 10 millones de euros en su complejo industrial, que ocupa 180.000 metros cuadrados en tres niveles (la zona de sacrificio industrial, las bodegas y el área alta de secadero de embutidos).

En Osborne ni confirman ni desmienten esta negociación, pero lo que está claro es que se forjarían una compañía con mayor capacidad para hacer economías de escala, especialmente en el mercado exterior (donde la demanda crece a un gran ritmo).

Con esta integración también puede hacer frente a dos gigantes del sector cárnico que quieren crecer en Jabugo. Por un lado está Vall Companys, un líder ganadero de cerdo de gama blanca leridano, que factura casi 1.200 millones de euros, que se hizo con el 100% de Industrias Reunidas de Jabugo. Y por otro está El Pozo Alimentación, que hará una factoría en Jabugo con una inversión prevista de más de 75 millones de euros. Con estos movimientos, el sector empresarial de Jabugo va a cambiar de dimensión, y Sánchez Romero Carvajal quiere seguir siendo el líder.

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