Huelva

Carlos Ortiz: «Nuestra industria no se ha parado y nuestras plantas no han tenido que aplicar ERTEs»

El presdioente de AIQBE señala que el dragado del Puerto de Huelva es esencial para atraer nuevas inversiones

El químico onubense Carlos Ortiz es director general de Metalurgia de Atlantic Copper ABC

E. Freire

Carlos Ortiz Beviá llegó a la presidencia de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) hace año y medio, en una coyuntura marcada por el cambio político en la Junta de Andalucía, con el propósito de dar un nuevo impulso al «Polo» como destino atractivo para los inversores. Durante su mandato, este químico onubense ha escalado en su empresa, Atlantic Copper, donde ocupa desde septiembre pasado ocupa la dirección general de Metalurgia. Ahora le ha tocado lidiar en ambos frentes con la crisis de la pandemia.

¿Qué impacto ha tenido y está teniendo la crisis del Covid-19 en las empresas de la AIQBE?

Si hay una conclusión que podamos extraer, por encima de las demás, de esta situación de crisis que nos ha tocado vivir es la constatación de la esencialidad del sector industrial onubense, que poniendo de relieve el impacto positivo de nuestra actividad en el bienestar de la sociedad moderna. Somos mucho más que un motor económico para la economía social, regional y nacional. Este contexto ha puesto de relieve la resiliencia del tejido industrial, y la necesidad de mantener nuestra posición como un referente dentro del territorio.

¿Cómo está afrontando la industria de Huelva esta crisis? ¿qué medidas está tomando para resistir el impacto?

Desde la AIQBE, siempre hemos sabido que de la seguridad de nuestros empleados depende el éxito de nuestro sector y es un valor de cada una de nuestras asociadas. Esta crisis ha exigido de nuestras empresas un esfuerzo extra para velar por la seguridad y la salud de todos. Por ello, desde antes incluso de que se decretara el estado de alarma, nuestros socios implantaron en sus plantas protocolos de higiene y prevención para asegurar la máxima protección frente a la propagación del virus y garantizar la seguridad en todos los procesos productivos. También se han puesto en marcha nuevas medidas de higiene personal y desinfección de espacios de trabajo, distanciamiento interpersonal, reorganización de los procesos de producción e, incluso, teletrabajo en aquellos ámbitos compatibles con la actividad de la empresa son algunas de las nuevas rutinas que han llegado con la pandemia y que en buena medida se mantendrán en esta nueva normalidad que acaba de llegar a nuestras vidas.

¿En qué dimensión han tenido que recurrir las empresas a financiación ICO, avales públicos o a la aplicación de ERTEs para salvar el bache?

Esa esencialidad a la que hacía alusión anteriormente puede verse reflejada también en nuestros registros de empleo. Durante los meses del estado de alarma, nuestra industria ha mantenido su actividad, con todas sus empresas funcionando a pleno rendimiento para garantizar productos para los sectores esenciales de la economía. Por ello, nuestras plantas no han tenido que aplicar ERTEs. Bien al contrario, es gracias al esfuerzo y a la entrega de todos los empleados y empleadas de nuestras plantas, que la industria onubense se ha mantenido activa. Todo ello teniendo en cuenta que, durante el periodo inicial, para reducir la interacción entre las personas, se pospusieron algunas actividades de mejoras y proyectos que ya han sido recuperadas.

Las 15 industrias de AIQBE facturaron 9.575 millones en 2018, un 13,6% más. Está pendiente de que se publiquen los datos de 2019. ¿Puede avanzar una cifra o, al menos, indicar si el crecimiento se mantuvo o se superó en 2019?

Tal vez, el mejor dato que podemos ofrecer es que esas 15 industrias en 2018 se han convertido en 18, gracias a la reciente incorporación de Gunvor y Bio-Oils. En cuanto a las cifras a las que haces alusión, a falta de datos exactas que aún se están cotejando, puedo adelantar que estamos en la línea de crecimiento estable en todos los ámbitos (facturación, empleo, calidad ambiental, Valor Añadido Bruto, innovación, etc.) de las cifras del anterior ejercicio.

¿Cuáles son las previsiones para este año tras el golpe de la pandemia?

Aún es pronto para aventurar cuál será la repercusión que la pandemia ha tenido en la industria onubense. En este sentido queremos trasladar un mensaje de tranquilidad. Nuestra industria no se ha parado, hemos seguido trabajando a nuestro ritmo habitual y realizado un enorme esfuerzo, si bien la clave va a estar en la recuperación de la normalidad en todos los ámbitos, económicos y sociales.

¿Huelva sigue atrayendo nuevas inversiones?

Por supuesto que debemos seguir esforzándonos en ser atractivos para las inversiones. Andalucía, y más concretamente Huelva, han demostrado ser un espacio de inigualable valor en el que desarrollar proyectos ambiciosos. Parte del atractivo de Huelva viene dado, además, por el desarrollo y eficiencia del Puerto de Huelva, que en los últimos años se ha posicionado como uno de los cinco mejores de España, con un movimiento de carga de más de 33 millones de toneladas anuales y casi 2.500 buques. En el presente y en el futuro, se vislumbran algunas debilidades, originadas por la obsolescencia de infraestructuras que se desarrollaron en su momento, como es el caso del suministro del agua y la altísima competitividad de otras zonas portuarias para atraer inversiones, como son Portugal o Holanda, entre otras.

¿Qué nuevas infraestructuras necesita para atraerlas? ¿Hay proyectos en marcha?

No cabe duda de que la apuesta en los próximos años debe ir orientada a recuperar esa garantía de un suministro fiable del agua y a mejorar nuestra competitividad energética, creando nuevas infraestructuras y sistemas que permitan un mayor aprovechamiento de las fuentes de energía renovables. Todo ello debe llevarse a cabo juntamente con un replanteo de los impuestos ajenos, lo cual supondrá un abaratamiento de los costes energéticos y recuperar la competitividad perdida frente a países como Alemania, Francia y el resto de Europa. Otro proyecto esencial para la atracción de esa inversión es sin duda el dragado del Puerto de Huelva, que supondrá un mayor calado de este, permitiendo la entrada de buques de mayor calado. El suministro del agua, por otro lado, requiere un capítulo específico de atención, no solo por la necesidad de desdoblar el Túnel de San Silvestre sino por todas las inversiones de los anillos de distribución y regulación, para un servicio fiable.

A ello habría que añadir, también como una necesidad clave, el establecimiento del corredor ferroviario del Atlántico y el desarrollo de la Zona de Actividades Logística (ZAL) en Huelva. En definitiva, Huelva tiene que salir de ese letargo sin inversiones de las últimas tres décadas.

¿El Polo es ya aceptado socialmente?

A pesar de que hay voces en contra de nuestra actividad, la mayor parte de la población onubense siempre ha reconocido la importancia de nuestra labor, y el avance que ella reporta a la sociedad y al entorno. Otra de las consecuencias de esta situación de crisis ha sido la visibilidad que, de cara a la sociedad onubense, ha tenido nuestro sector como productor de materiales que se emplean en otros sectores esenciales para nuestro bienestar, como el sanitario, el agroalimentario o el energético. Todo ello ha contribuido a fortalecer esa conciencia social de que la industria de Huelva, que representa la AIQBE, es esencialmente un instrumento para el desarrollo de nuestra provincia y el bienestar de la ciudadanía.

¿Cómo ha cambiado desde el punto de vista medioambiental?

Nuestro enclave industrial se encuentra a la cabeza en innovación y puesta en marcha de mecanismos que permitan llevar a cabo nuestra actividad de la manera más sostenible a escala nacional e internacional. En los últimos 5 años, la inversión acumulada del sector en mejoras productivas y medioambientales se encuentra alrededor de los 1.000 millones de euros, y en las paradas de mantenimiento que periódicamente acometen las distintas empresas se incorporan las últimas tecnologías para minimizar el impacto de nuestra actividad. La crisis del coronavirus reforzará nuestra apuesta por la economía circular y la transición energética, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por las Naciones Unidas en la Agenda 2030. Añado un dato, cuanto menos, curioso: en estos meses en los que se ha mantenido casi en exclusiva la actividad industrial, los niveles de calidad atmosférica han sido excepcionalmente buenos, constatando que el impacto ambiental del sector industrial es mucho menor que el que normalmente se le atribuye.

Tengo entendido que Las empresas han producido material para uso sanitario durante la crisis.

En efecto. Una gran parte de las plantas de la AIQBE fabrican productos químicos, como es el caso de la colina, el fenol, la acetona o el dióxido de titanio, con los que pueden producirse medicamentos y equipos sanitarios. También producen materiales necesarios para los trajes de aislamiento, respiradores, mascarillas, pantallas, gafas, geles, tubos y otros equipamientos médicos. Por otro lado, el cobre también tiene usos en el sector de la medicina, ya que es fundamental en la fabricación de algunos de los equipos que se emplean en los hospitales. Sin olvidarnos de dos productos que en esta pandemia han estado muy presentes, los viricidas basados en cloro (lejía, por ejemplo) y los gases medicinales.

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