Airbus hace balance del año 2019

Airbus no garantiza que este año se mantenga todo el empleo en Sevilla

La falta de pedidos del A400M obliga a adaptar las capacidades productivas a la carga dde trabajo

Dirk Hoke, consejero delegado de Airbus Defense and Space, y Alberto Gutiérrez, presidente de Airbus España y jefe de la División de Aviones Militares de la compañía, en una foto realizada en Sevilla José Úbeda

E. Freire

«Tenemos un problema y hay que abordarlo». El presidente de Airbus España, Alberto Gutiérrez , ha confirmado este jueves que la compañía va a abrir una negociación con los sindicatos para acordar un ajuste industrial y laboral en las plantas que fabrican aviones militares, ante la falta de pedidos.

Este problema afecta a dos de los modelos que se ensamblan en Sevilla: el A400M, que sigue sin encontrar nuevos clientes , y el C295, que también ha reducido los contratos de venta drásticamente en los últimos años.

En esta coyuntura, Gutiérrez ha afirmado en un encuentro con los medios en Madrid: «No sé si este año está garantizado el empleo en las plantas andaluzas».

Airbus ha entregado ya 100 A400M a los países compradores de un contrato total de 174, una cifra que se mantiene inamovible desde hace años. Ello ha obligado a ralentizar la producción.

El máximo ejecutivo de Airbus en España no ha querido avanzar más detalles del plan de ajuste que prepara la compañía y ha recalcado que «el impacto y las medidas que se adopten se tratarán primero con la plantilla y los sindicatos».

Sobre la huelga celebrada el pasado 18 de diciembre en Sevilla en las factorías sevillanas de Airbus y en las empresas subcontratistas, que fue convocada para protestar por la precarización de las condiciones de trabajo , Alberto Gutiérrez ha subrayado la necesidad de mejorar la productividad de la industria local. «Tenemos que ser más exigentes con la cadena de suministro y con nosotros mismos y las fricciones se van a producir», ha admitido.

El directivo ha insistido en que el aeronáutico es un sector cada vez más competitivo y ha apuntado que las plantas españolas compiten con las des Airbus en otros países europeos, lo que obliga a «hacer un producto mejor que ellos».

Un año difícil

Alberto Gutiérrez no tenía fácil este año el encuentro tradicional con los medios para hacer balance del año, tras un 2019 complicado, especialmente para la división de Defensa de Airbus, que genera una importante actividad para la industria sevillana gracias a los programas A400M y C295.

En este área de negocio, a finales de año, se encendieron las alarmas tras conocerse la carta enviada por Dirk Hoke, consejero delegado de Airbus Defense and Space (Airbus DS), a la plantilla del grupo, en la que se anunciaba la necesidad de tomar «medidas enérgicas» por la escasez de pedidos de aviones militares, un segmento que está bajo la responsabilidad directa de Alberto Gutiérrez. Airbus anunció entonces que había abierto negociaciones con los sindicatos para dar respuesta a esta situación «extraordinaria» y «ajustar la estructura de costes».

Alberto Gutiérrez, con corbata rosa, junto al ministro Pedro Duque, en la exposición Stellaris que se celebró en Sevilla en noviembre pasado Vanessa Gómez

En el caso del A400M, el avión de transporte militar de última generación que se ensambla en Sevilla, hace años que no se produce ninguna nueva compra, lo que ya tiene consecuencias en una menor cadencia en la producción de las plantas de Airbus y en la disminución de la carga de trabajo que llega a la cadena de suministradores andaluces . Este modelo llegó a aportar el 26% del negocio del setor aeronáutico reginal y ya solo contribuye con un 11%, según los últimos datos oficiales.

Del C295, «hermano pequeño» del A400, cuyo montaje final también se realiza en Sevilla, se vendieron seis unidades en 2019, muy lejos de las 16 de anterior ejercicios.

Huelga en Sevilla

La incertidumbre sobre los programas Defensa y el deterioro de las contrataciones y el empleo provocaron una convocatoria de huelga en el sector aeronáutico sevillano el pasado 18 de diciembre, que paralizó la actividad en las fábricas de Airbus.

Junto a ello, la designación de Indra, en detrimento de Airbus , como coordinador en España del programa FCAS (el nuevo sistema de Defensa europeo, que incluye la fabricación de un nuevo avión de combate ), por decisión del Ministerio de Defensa, suscitó una durísima reacción por parte de los máximos responsables del consorcio aeronáutico europeo. Airbus había dado por descontado que lideraría este programa multimillonario y la nueva coyuntura ha alimentado rumores de ajustes en las plantas españolas.

En 2019 también se anunció la nueva hoja de ruta de Airbus para aviones civiles, en la que se prevé el cese de producción a partir de 2021 del modelo A380 por falta de pedidos, una decisión que impacta de lleno, especialmente, en las factorías gaditanas de Airbus, donde se fabricaba el estabilizador de cola de este «superjumbo» y una sección de su panza o «bally fairing». Ya hace meses que las fábricas de Airbus en Puerto Real y El Puerto de Santa María empezaron a desmantelar las estructuras de producción de este modelo.

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