El virus tumba los pisos turísticos y da alas al alquiler residencial
En Barcelona se han reconvertido el 40% de los apartamentos vacacionales; en Madrid, el 25%
La crisis sanitaria desatada por el coronavirus ha impactado de lleno en el turismo, un sector que también tendrá que lidiar en los próximos meses con la cuarentena de 14 días que ha impuesto el Gobierno a los viajeros internacionales. Ante esta circunstancia, hoteleros y aerolíneas están buscando nuevas vías de ingresos que aseguren su supervivencia. Pero no son los únicos. También se están reinventando los propietarios de pisos turísticos, un negocio al alza en los últimos años que ahora se encuentra en peligro de extinción.
Según la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), más del 40% de los pisos turísticos de Barcelona ya se han pasado al alquiler residencial por la falta de negocio. En el otro gran mercado español, Madrid, el sector calcula que habrá un trasvase al alquiler de al menos el 25% de los apartamentos vacacionales reglados.
Es la solución que están encontrando los propietarios de estos inmuebles, que hoy mantienen una escasa actividad pese a que durante la fase 1 de la desescalada ya pueden abrir sus puertas. Plataformas digitales como Airbnb están registrando niveles de ocupación cercanos al 5%, según apuntan desde el sector. Y gran parte de este porcentaje lo protagoniza personal sanitario, empleadas del hogar o estudiantes que han tenido que utilizar este tipo de apartamentos por las restricciones a la movilidad impuestas durante el estado de alarma .
«En algunos casos se están ofreciendo a estos inquilinos alquileres baratos para los próximos meses. Tiene poco sentido darles otro uso con las restricciones a la movilidad inteprovincial que va a haber», explica a ABC Adolfo Merás, el presidente de la asociación de propietarios turísticos Madrid Aloja . Merás considera que en los próximos meses uno de cada cuatro pisos turísticos se pasarán al alquiler, pero puntualiza que serán «alquileres a medio plazo, en ningún caso de larga duración».
La tendencia va más allá de las grandes ciudades y también afecta a regiones costeras. Pisos.com aseguraba en abril que el 11% de los apartamentos que ofrecía en su página web en España se habían transformado en arrendamientos duraderos. El director del servicios de estudios del portal, Ferrán Font , reconoce que ahora «estamos muy por encima de ese dato», aunque cree que todavía es difícil cuantificar la magnitud del trasvase.
La situación es todavía más delicada desde el punto de vista finaciero. La Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), que engloba a 185.000 inmuebles, estima que el sector perderá 2.900 millones de euros este año.
Menos rentabilidad
Lo cierto es que el negocio de los pisos turísticos ya daba síntomas de agotamiento antes del coronavirus. La saturación de este tipo de alojamientos en el centro de las grandes ciudades españolas -según asociaciones como Exceltur, llegó a haber más camas en estos inmuebles que en los hoteles del país - había mermado su rentabilidad en los últimos meses.
Además, los ayuntamientos y las comunidades, que tienen las competencia sobre estas viviendas, habían aprobado importantes restricciones a este negocio. Por ejemplo, en Madrid este tipo de pisos tienen que tener una autorización municipal y una entrada desde la calle diferente al del resto del bloque de vecinos.
El Covid-19 ha sido la gota que ha colmado el vaso, y miles de propietarios de apartamentos vacacionales han aprovechado la flexibilidad de la regulación para reconvertirse sobre todo en arrendamientos de temporada y medio plazo. ¿Será una tendencia definitiva? Es todavía pronto para saberlo. Asociaciones como Apartur consideran que el mercado se recuperará rápidamente cuando regrese el turismo familiar, y asegura que en estos establecimientos hay menos riesgo de transmisión del virus que en un hotel.
El problema es que la vuelta de los turistas sigue rodeada de incógnita s. Aún no hay fecha concreta para recuperar el flujo de viajeros internacionales y el Gobierno ya ha asegurado que solo podrán llegar a España a través de cinco aeropuertos. Además, el retraso que acumulan Madrid y Barcelona en la desescalada deja entrever que los desplazamientos nacionales desde o hacia estas ciudades no se podrán realizar hasta bien entrado el verano.
La caída de este negocio tiene como contrapunto la consolidación de los arrendamientos residenciales , que se habían visto condicionado en los últimos años par la falta de «stock» en las grandes ciudades. Así, el director general de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), José Ramón Zurdo, considera que la crisis actual favorecerá el acceso a la vivienda en España. «El mercado va a tener una gran demanda, porque se está recuperando mucha oferta en las últimas semanas y eso tirará a la baja los precios», explica.
Alquileres más bajos
En su opinión, a la retirada de los pisos turísticos habrá que sumar las menores operaciones que se producirán en la compraventa, por la previsible reducción en la concesión de hipotecas. Zurdo cree que todo este incremento de la oferta repercutirá en el precio, pero advierte que a cambio los caseros serán «más exigentes con el perfil del inquilino para asegurarse que evitan impagos».
Una opinión similar tiene el director del servicio de estudios de Tinsa, Rafael Gil. «En el caso del alquiler contamos con la previsión de que el mercado tenga más oferta por el trasvase de pisos turísticos, pero también más demanda. Habrá factores contrapuestos, pero en general contamos con la previsión de que los precios caigan tanto en la compraventa como en el alquiler», destaca.
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