El dispositivo IQOS, con el que se aspira vapor fumando, y su cargador
El dispositivo IQOS, con el que se aspira vapor fumando, y su cargador - ABC

La tabaquera Philip Morris apuesta por bajar los humos

Ha invertido 3.000 millones en su IQOS, un dispositivo que exhala vapor

Madrid Actualizado: Guardar
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Hay una tendencia en el mundo a disminuir los efectos más perniciosos de los productos de consumo y, como no podía ser de otra manera, el tabaco está entre ellos. Siendo consciente de esta premisa la tabaquera Philip Morris lleva algo más de una década investigando cómo reducir los efectos más negativos del tabaco y, fruto de una inversión de 3.000 millones de dólares, ha lanzado al mercado lo que denomina un Producto de Riesgo Reducido, el IQOS.

«Se trata de un producto innovador que hemos lanzado al mercado que calienta el tabaco en lugar de quemarlo. Hemos investigado durante años y hemos llegado a la conclusión de que los efectos perniciosos del tabaco no tienen que ver con la nicotina, sino con la combustión.

La nicotina es una sustancia adictiva pero no es la principal causante de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Con este dispositivo lo que haces es aspirar vapor cuando fumas y no humo, con lo que reduces un 95% los niveles de sustancias tóxicas en comparación con el humo del cigarrillo tradicional, según nuestros estudios», asegura Mario Masseroli, director general de Philip Morris España.

La principal diferencia con los cigarrillos electrónicos es que el vapor que se aspira sabe a tabaco, una de las demandas de los fumadores.

«Está a la venta desde hace dos años en Japón y en Italia y los resultados son muy buenos, sobre todo en Japón donde hemos alcanzado una cuota de mercado de un 10% con IQOS. Ahora estamos presentes ya en 25 países con la idea de llegar a 35 el próximo año y en España lo hemos lanzado a finales de 2016, donde la respuesta está siendo muy buena. El dispositivo IQOS, que se vende a un precio de 70 euros, tiene que cargarse con lo que es el tabaco, una especie de minicigarrillo que tiene un precio similar a una cajetilla de Marlboro», explica Masseroli.

Entre las ventajas del dispositivo, que una vez que se carga es bastante similar a un cigarrillo normal, es que no deja ceniza y no huele apenas porque se exhala vapor y no humo. «Como fumador lo que hay es un cambio de hábito, ya que tienes que habituarte a cargarlo y limpiar el dispositivo», añade.

Objetivo mundo sin humos

Los planes de la tabaquera es que todos sus clientes se pasen a fumar sin humo, o lo que es lo mismo, que utilicen el dispositivo IQOS aunque dependerá de los países y de cómo de abierta sea la legislación para que, según la compañía, pueda hablar con los consumidores de manera directa y explicarles las ventajas de este dispositivo desde el punto de vista de salud.

«Ahora estamos a la espera de que tanto la comunidad sanitaria como la científica validen los estudios que hemos realizado para que puedan llegar al gran público. Hemos hecho ya la solicitud ante la autoridad sanitaria de Estados Unidos, la FDA, para solicitar que nos den el permiso de Producto de Riesgo Modificado y luego para su comercialización. El proceso de aprobación en todos los países lleva tiempo».

En cuanto a Europa, Masseroli explica que «se aprobó recientemente la directiva sobre labores de tabaco, que se ha traspuesto ahora a la legislación española, y la novedad en cuanto al tabaco que usa IQOS es que no lleva la advertencia de fumar mata porque esto no es fumar y además es un producto de riesgo modificado aunque sí es adictivo fruto de la nicotina, claro».

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