Standard & Poor's mejora el «rating» y las perspectivas de la banca española

Más de cuatro años después de su rescate el sistema financiero español genera cada vez más confianza en los mercados. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's, una de las tres más grandes del mundo junto a Moody's y Fitch, ha mejora este jueves la nota de buena parte del sector, elevando el «rating» a cinco entidades y poniendo en positiva la perspectiva de prácticamente el resto de la industria bancaria. El motivo es que considera que los bancos han logrado ya absorber el impacto del pinchazo de la burbuja crediticia e inmobiliaria y ahora se benefician del dinamismo de la economía nacional.

«Los bancos españoles afrontan ahora menos riesgos económicos», concluyen los analistas de Standard & Poor's.

«Consideramos que han absorbido de sobra el coste del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que se empezó a corregir hace nueve años, y de la profunda recesión económico que le siguió», explican en un comunicado. «El contexto económico es además más favorable para la recuperación de la industria bancaria, gracias al sólido crecimiento económico, una recuperación gradual del mercado de la propiedad inmobiliaria y a la reducción de la incertidumbre política porque después de dos procesos electorales y aunque en minoría se ha formado un gobierno», añaden.

En concreto, la agencia ha elevado el «rating» de Bankinter, que acaba de registrar los beneficios más altos de su historia; de Ibercaja y de Abanca, dos de las antiguas cajas de ahorros, y de Bankia y su matriz BFA, entidad a la que ha sacado del «bono basura», situándola en grado de inversión por pimera vez en cinco años.

La mejora para el resto de entidades es más comedidas, pues únicamente eleva su perspectiva de estable a positiva, lo que abre la puerta a una mejora de la nota final en próximas revisiones. Es el caso de Banco Santander, Caixabank, Kutxabank y Caja Laboral Popular. En el caso de BBVA y Sabadell ha decidido confirmar sus notas actuales. Popular, que ha tenido que ampliar capital para sanearse y ha cerrado 2016 con unas pérdidas históricas de 3.485 millones, ha sido el peor parado, pues aunque no le ha modificado su calificación crediticia sí ha bajado su perspectiva de positiva a estable.