«Sin elecciones en Europa, ya habríamos hablado del fin de las compras del BCE»

Vincent Reinhart, economista jefe de Standish (BNY Mellon), considera que Draghi no quiere ser una «marioneta política», por lo que esperará a las citas electorales francesas y alemanas, afirma este experto

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Cuando Vicent Reinhart, economista jefe de Standish (BNY Mellon), abandonó la Reserva Federal en 2007 para emprender una carrera en el sector privado, Ben Bernanke, el entonces presidente de la Fed, le felicitó por su «mente creativa» y «trabajo duro» en un mundo financiero post 11-S. #Reinhart reflexiona en esta entrevista sobre el papel actual de los bancos centrales.

—Lleva en los mercados financieros más de 30 años. ¿Cuál diría que es el evento que más ha marcado a la industria?

—Es una pregunta difícil. Primero, diría que el cambio hacia la internacionalización. Estamos en un mundo más global. Y segundo, los bancos centrales. Comunican de manera más explícita. Y, en cierto modo, a veces puede ser complicado entender su mensaje, porque hay muchos miembros hablando.

«Todo el mundo tiene fe en que la Reserva Federal puede solucionar todo. Hay muchas expectativas»

—¿Se arrepiente de algo de su etapa en la Reserva Federal? Echando la vista hacia atrás, ¿hay algo que hubiera hecho distinto?

—Por supuesto. Entre otras cosas, la forma en la que la Fed comunicaba. Puede que hayamos exagerado el papel de las «policy guidance» (previsiones de política monetaria). A veces es necesario hablar de las intenciones que tiene el banco central con los tipos de interés, por ejemplo, si están anclados en mínimos. Ya que es una herramienta más con la que asegurar que permanecerán a esos niveles un tiempo considerable. Pero es más complicado hacerlo en periodos de «normalidad». Es uno de los grandes retos de la Fed: «¿cómo podemos hacer que cada reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) sea útil y a la vez dar pistas sobre el camino que tomará la política monetaria?» No se pueden hacer las dos cosas. Dependemos demasiado de las guías. Sería bueno que los bancos centrales en general rebajaran la profundidad con la que hablan de sus planes. Pero no estoy muy seguro de cómo lo podrían hacer.

—¿Es momento de que los Gobiernos tomen el relevo?

—Sería positivo que los bancos centrales den un paso hacia atrás. El problema es que cuando se hace es muy difícil volver atrás. Han demostrado estar abiertos a actuar con fuerza en periodos de crisis, a usar su balance, pero eso eleva las expectativas para la próxima vez. Se da por sentado que tienen que hacer algo. Entonces nos debemos hacer la pregunta: ¿intervinieron los bancos centrales -todos- donde los Gobiernos no estaban dispuestos a actuar? ¿O sus acciones hicieron menos necesaria la intervención gubernamental? Puede que el verdadero problema sea que los bancos centrales han estado haciendo políticas fiscales y ese no es su cometido.

—¿Es demasiado tarde? ¿Deberían haber dado ese paso hacia atrás antes?

—Nunca es demasiado tarde, pero… puede que lo sea. Quiero decir, es difícil que los mercados olviden los precedentes cuando ya han visto lo que se puede hacer. Nuestras expectativas de lo que va a hacer la Fed, el Banco Central Europeo… Es parte del motivo por el que la volatilidad está tan baja cuando hay tantos riesgos. Todo el mundo tiene fe en que la Fed puede solucionar todo.

—¿Estamos algo más cerca de esa menor dependencia?

—No (se ríe). La Fed incluso está dando más detalles. Ahora incluso sabemos lo que tienen en mente para las próximas tres reuniones. Mario Draghi no puede salir de su programa de estímulos monetarios porque no quiere convertirse en un titular de la prensa.

«El BCE tiene que hacer algo ya. Se están quedando sin activos que comprar. Pero no quiere ser una baza política»

—Siente que el BCE no está actuando por cautela ante las elecciones francesas y alemanas

—Es una tendencia natural, el no querer ser una "marioneta" política; no querer ser un tema de discusión de la campaña. Las elecciones que importan más son las alemanas. La inflación en Alemania incluso está por encima del objetivo del 2% del BCE. Probablemente ya habríamos tenido discusiones públicas sobre la posición del BCE sobre su política monetaria, pero ahora hay que esperar.

—¿Significa que, cuando llegue el momento de esa conversación, el BCE deberá actuar más rápido?

—Tienen que hacer algo este año. Se están quedando sin activos que comprar. Si eliminamos los meses ligados a la política, solo quedan los tres últimos del año. Así que, sí, el BCE será más abrupto.

El relevo de Janet Yellen al frente de la Fed será un hombre de negocios ¿Quién será la siguiente Janet Yellen? Es la pregunta clave del próximo año. Reinhart tiene dos nombres en mente: el actual director del Consejo Económico Nacional de EE.UU. y expresidente de Goldman Sachs, Gary Cohn, o Jamie Dimon, CEO de JP Morgan. Ambos dan el perfil. El de un hombre de negocios, personas con las que Trump ya se relacionaba antes, que darán ese mensaje ‘dovish’ (cauteloso) necesario para un crecimiento económico basado en las exportaciones.

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