El sector pesquero pide que los productos del mar tengan un 4% de IVA para aliviar el impacto del Covid
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) y sus homólogas europeas temen verse relegadas en la negociación final del Brexit y piden que el negociador europeo Michel Barnier «que siga el mandato negociador hasta el final»
El sector pesquero español ha aprovechado e l revisionismo fiscal del actual Gobierno (Tasas Google y Tobin ) para poner sobre la mesa una reivindicación tradicional en materia de impuestos: la rebaja del IVA aplicado a los maricos y otros productos del mar del 10% al 4% , en línea con lo que sucede con otros productos básicos en la dieta mediterránea como el pan, las harinas, la lecho, los queso o el huevo. Para la Confederación Española de Pesca (Cepesca) esta medida ayudaría a incrementar el consumo de este tipo de alimentos y serviría para aliviar el impacto de la pandemia sobre la actividad pesquera, muy tocada por el semicierre del canal Horeca y el menor poder adquisitivo de los consumidores de cara a fechas como la Navidad. De igual modo, han pedido que la flota pesquera europea no sea relegada en la fase final de la negociación del Brexit y se evite su colapso a partir del 1 de enero.
En concreto, según el sector, las ventas de productos del mar han caído un 20% y el canal alimentación no ha podido compensar la difícil situación del Canal Horeca por el confinamiento y los rebrotes. Lo que hace temer por el comportamiento de las ventas en Navidad.
Por este motivo, desde Cepesca, su secretario general Javier Garat se ha preguntado por qué no se actúa como en otros países del entorno y se graba al pescado con un IVA inferior . Como ejemplo , ha mencionado que este impuesto ronda el 4% en Irlanda o el 5% en países como Francia, Chipre o Luxemburgo.
Sin respuesta del Gobierno
Al respecto, Garat ha apuntado que «al igual que otros sectores económicos como el del automóvil o el propio sector turístico, obtienen el aval y el respaldo de nuestro Gobierno, creemos que es paradójico que una potencia pesquera como España, dedicada a proporcionar alimentación saludable, no concentre la misma atención» . En este sentido, ha lamentado que no hayan obtindo respuesta alguna desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez a este planteamiento.
Brexit: miedo la colapso de la flota
Otra de las preocupaciones del sector pequero gira alrededor de la fase final de las negociaciones del Brexit con el Reino Unido cuyo acuerdo definitivo debería estar concluido antes del 1 de enero de 2021, ya que hace tiempo que Boris Johnson renunció a pedir una prórroga del actual periodo de transición y hay mucha incertidumbre sobre lo que pueda suceder a partir del 1 de enero del próximo año. Para Iván López Van Deer Veen, miembro de la junta directiva de Cepesca y portavoz de la European Fisheries Alliance (EUFA) sería «inaceptable » que el 1 de enero «la flota pesquera europea se colapse y no pueda trabajar».
En este sentido, ha reconocido ya van con retraso respecto a la negociación de las cuotas pesqueras del año próximo cuyo borrador a estas fechas se deberían de estar negociando los estados miembro y que, desde el sector, han pedido que se descuente la parte británica manteniendo lo más posible la situación actual. Según López, parece que la Comisión quiere cerrar antes un acuerdo con Londres. Al respecto, Garat ha pedido al negociador europeo Michel Barnier «que siga el mandato negociador hasta el final» y evite «los cantos de sirena como los que llegan desde Gran Bretaña» en forma de un periodo transitorio o acuerdos sobre cuotas o acceso. A juicio de Garat «sólo servirían para posponer el problema». Por este motivo, ha solicitado también que se siga usando el vínculo entre el acuerdo pesquero y el del comercio para presionar más a los negociadores británicos.
En este sentido, Cepesca y sus homólogas europeas, reunidas en European Fisheries Alliance (EUFA) de la que forman parte flotas de nueve países europeos (España, Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Holanda, Suecia y Polonia) han venido apostando el statu quo. Al hilo de lo anterior, López ha recordado las concesiones que el resto de socios europeos -especialmente suecos y daneses- hicieron a los británicos cuando entró se creó la Política Pesquera Común (PPC) en 1983.
Desde Cepesca han recordado que el impacto de un Brexit duro sobre la flota española iría mucho más allá del trabajo de los miles de tripulantes y familias que viven de los 88 barcos que pescan en aguas ahora británicas. En concreto, solo entre 2006 y 2016, la denominada Flota de Gran Sol pescó 9000 toneladas de especies como el gallo o la merluza. En términos económicos unos 27 millones de euros. A perte de ponere en peligro la viabilidad de esta actividad, también esto repercutiría en un desplazamiento de decenas de embarcaciones a zonas de Irlanda, Francia, e incluso, a caladeros nacionales como el del Cantábrico Oeste con lo que afectaría a la gestión de los recursos pesqueros.
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