Renfe ataca a SNCF y dice que el AVE «low cost» de la francesa lleva siete años perdiendo dinero

El operador lanzará antes su tren de bajo coste, que competirá con el de la francesa

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, interviene este jueves en un desayuno informativo ABC

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Renfe muestra sus armas de cara a la batalla que supondrá la liberalización del transporte ferroviario de pasajeros en diciembre de 2020. El presidente de la compañía pública, Isaías Táboas, ha señalado en un desayuno informativo que el AVE de bajo coste que está confeccionando estará en el mercado antes de que se produzca la apertura. Y, además, será rentable.

«La intención es que tenga un margen, aunque sea pequeño, y que gane dinero, aunque no sea mucho, desde el primer día», aseguró Táboas. Este resultado, según el presidente de Renfe, diferenciará a su AVE de bajo coste del que pretende lanzar el operador francés SNCF, bajo la firma Ouigo, en España. Según el directivo, este servicio «lleva perdiendo dinero siete años».

La referencia no es casual. Esta misma semana, SNCF apuntó que el 60% de los pasajeros que utilizan su tren de alta velocidad de bajo coste pagan menos de 25 euros por trayecto. Este AVE se enfrentará en breve a los servicios de Renfe , ya que la compañía francesa ha admitido que negocia con varias empresas locales -entre ellas, Acciona- su aterrizaje en el mercado local. «Queremos ser los primeros en llegar cuando se abra el mercado», señaló el martes la responsable de alta velocidad de la compañía, Rachel Picard, en un encuentro con varios periodistas.

La compañía gala, sin embargo, no será la única a la que tendrá que hacer frente Renfe el año que viene. La alemana Deutsche Bahn y la italiana NTV también negocian su desembarco en España. La única duda es si llegarán a la apertura del mercado o aterrizarán años más tarde.

Renfe asegura estar preparada para contrarrestar esta avalancha de competidores. Aunque reconoce que la liberalización tendrá un impacto en su balance, destaca que tiene retos mayores, como la digitalización. Y es que la compañía pública cuenta con ventajas competitivas reseñables, como su vasta flota de trenes.

Escasez de trenes

Táboas hizo referencia a este hecho, apuntando que Renfe «no depende» de nuevos encargos para lanzar su propio servicio de alta velocidad «low cost». Fuentes de la compañía confirman que la intención es que este servicio sea operado por trenes de alta velocidad reacondicionados.

Esta circunstancia ha despertado los recelos de los operadores privados interesados en la liberalización del AVE y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El organismo presidido por José María Marín Quemada ha exigido al operador ferroviario que alquile trenes a sus competidores, una opción que viene recogida en la disposición adicional XVI de la Ley del Sector Ferroviario. «Renfe Alquiler de Material ferroviario, S.A. facilitará el acceso de los operadores a parte de su material, de forma transparente, objetiva y no discriminatoria, dando publicidad a su oferta de tal forma que su contenido pueda ser conocido por todas aquellas empresas ferroviarias que estén interesadas», reza esta disposición.

«Por el momento, no hay disponibilidad de trenes . Cuando se otorguen los pedidos en marcha, se verá», apuntan desde Renfe. En esta línea, el presidente de la compañía afirmó que el alquiler de material se centrará en prestar locomotoras y vagones de mercancías.

Táboas también avanzó alguna de las características que tendrá el AVE de bajo coste de Renfe. Durante su intervención en el «Executive Forum», aseguró que este servicio solo se lanzará en los corredores de mayor tráfico. Entre ellos, destaca el Madrid-Barcelona, que transporta 4,3 millones de pasajeros al año.

Salida al exterior

Respecto a su precio, el presidente de Renfe aseguró que «se ajustará al mercado objetivo al que se pretende atacar», es decir, el autobús y el coche, que acaparan entre ambos el 38% del mercado. Según los datos de la compañía pública, un viaje entre Madrid y Barcelona cuesta entre 50 y 55 euros en coche y unos 33 euros en autobús.

Junto al AVE «low cost», otra de las apuestas de futuro de Renfe es la internacionalización. Y es que la apertura del sector ferroviario está planteada a nivel europeo, lo que ofrece importantes oportunidades de negocio al operador ferroviario.

«Vamos a ir a licitaciones de servicios donde podemos aportar la experiencia que tenemos y los buenos índices de calidad en la gestión de la red de Cercanías », indicó el presidente de la compañía, que no quiso aclarar si también está previsto que la empresa pública siga la estrategia de SNCF y Deutsche Bahn y entre a competir de lleno en otros países. El objetivo es que en diez años el 10% de los ingresos de Renfe procedan del extranjero.

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