El FMI rebaja el crecimiento económico de Europa por el impacto del Brexit

El organismo urge a los países de la zona euro a hacer más reformas estructurales y urge a Bruselas a buscar una solución flexible con ayudas públicas para bancos como los italianos

MADRID Actualizado: Guardar
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) dibuja un escenario lleno de obstáculos para la recuperación de la economía europea. La misión del organismo encargada de evaluar a fondo la Eurozona durante el último año ha concluido que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del área euro se moderará debido, principalmente, a un entorno de desaceleración económica global y a la incertidumbre geopolítica generada por el voto favorable de Reino Unido al Brexit, la falta de respuesta a la crisis de los refugiados y la amenaza terroristas.

«Las perspectivas a medio plazo son mediocres», dice la institutición dirigida por Christine Lagarde en el informe anual elaborado tras esa revisión, que se enmarca en el llamado Artículo IV del Fondo, por el cual cada año evalúa la economía europea, actualiza sus previsiones y hace sus propias recomendaciones para corregir los desequilibrios detectados.

El organismo preveía un crecimiento económico del 1,7% para este año y el próximo, frente al avance del 1,5% que registró el PIB en 2015. Ahora cree que se desacelererará al 1,6% en este mismo ejercicio, al 1,4% en 2017 y crecerá un 1,6% en 2018 «debido principalmente al impacto negativo del resultado del referendo en Reino Unido». Además, el FMI advierte de que ante un mayor flujo de refugiados hacia la zona euro y la ausencia de una respuesta común, de forma que se establezcan controles fronterizos adicionales, puede mermar la actividad económica del Viejo Continente entre un 0,4% y un 1,2% hasta 2025.

Otro de los principales desafíos citados por el Fondo es la débil rentabilidad del sector financiero y, sobre todo, la elevada morosidad que arrastran los bancos de determinados países, como Chipre, Grecia, Irlanda, Portugal e Italia, país este último que ya estaría buscando y negociando con la Comisión Europea una solución para entidades en apuros como Monte dei Paschi di Siena.

De hecho, el propio Fondo recomienda, para acelerar ese saneamiento, que aquellos países donde la situación de la banca suponga un riesgo sistémico —y no lo cita, pero el caso italiano lo es—, que las reglas de la unión bancaria para el rescate de bancos, que limita las ayudas públicas, se limite y se permita que los Estados presten apoyo a medidas como la creción de bancos malos. Una recomendación que encaja perfectamente con lo que plantea Italia para apuntalar su sistema financiero.

El FMI, que cree la la política monetaria del BCE está siendo la adecuada, urge a los gobierno a llevar a cabo más medidas estructurales, sobre todo tributarias y de la administración pública; en el mercado laboral, para atajar la dualidad y reducir el paro; en los servicios profesionales, para mejorar la competitividad, así como avanzar en una mayor integración europea, desde el punto de vista fiscal y de la unión bancaria, creando un fondo de garantía de depósitos común.

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