El puerto de Algeciras empieza a notar las primeras consecuencias del bloqueo del Canal de Suez

La encalladura del carguero de la naviera Evergreen en el Canal de Suez preocupa, y mucho, en el sector del transporte marítimo internacional y el puerto de Algeciras (Cádiz) no es una excepción. Esta dársena movió el año pasado, pese a la pandemia, más de 107 millones de toneladas de mercancías y el colapso provocado por esta situación ya se está notando.

Aunque la repercusión no ha sido aún evaluada, todo lo que sea romper la cadena logística conlleva deficiencias e incremento de costes. La clave será la duración en solucionar esta grave incidencia. Así lo reconoce el presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce.

Por ahora se ha visto perjudicada una de las dos terminales de este puerto, APM Terminals, de la naviera danesa Maersk. Tres de sus portacontenedores tenían previsto hacer escala este sábado en Algeciras y no lo podrán hacer. Uno de ellos es el Maersk Denver, precisamente el primero que aguarda en cola tras el carguero encallado. «Nosotros ya estamos sufriendo las primeras consecuencias. Los tres buques de Maersk no podrán hacer escala como estaba previsto, por lo que se producirán cancelaciones y retrasos. Se romperá la cadena logística, que tenemos bastante ajustada», explica.

En este sentido, recuerda que el Canal de Suez es una ruta muy transitada. Por el mismo pasan cada día entre 50 y 60 buques, por lo que advierte que si la situación no se solventa «en un plazo razonable» será necesario buscar alternativas.

La que cobra más fuerza es la del Cabo de Buena Esperanza , en el extremo sur de África, aunque eso supone incrementar en siete u ocho días adicionales la navegación, lo que también perjudicará a la conectividad y a la cadena logística.

Landaluce destaca, no obstante, que la ubicación estratégica de la dársena de Algeciras, en el Estrecho de Gibraltar, permite esa doble opción a diferencia de otros puertos del Mediterráneo central u oriental: «Estamos muy bien situados para poder atender a los buques que desvíen su ruta y vengan a través de Buena Esperanza, aunque, evidentemente venimos trabajando también con las navieras para minimizar el impacto en nuestras terminales y evitar esa situación de congestión que se pudiera producir en fechas futuras».