«La UE es un mercado fraccionado y ha dado pasos atrás con el Brexit», según Rodríguez-Pina

«España es estratégica para Deutsche Bank, tanto por la dimensión de este mercado como por su evolución económica» . Antonio Rodríguez-Pina, presidente de la entidad germana en España desde 2004, participó en el encuentro del Club de Directivos de Cajasol, donde recordó que aunque en 2016 se estudió la venta de sus oficinas, la decisión se descartó porque se trataba de un negocio «que aportaba valor y nos convertía en un banco relevante en España». Y esto ha venido acompañado de un plan para acelerar el crecimiento de la marca, con una opitimización de la red (suma 180 sucursales). «Nuestro arraigo en España es mucho mayor con una red que atiende a particulares y empresas… Es una de nuestras fortalezas para competir».

El directivo es optimista con la evolución de la economía europea para los próximos meses , y ello a pesar de que a lo largo de 2018 «la mayoría de las grandes bolsas, salvo la de EE.UU. y Rusia, están en pérdidas». El equipo de análisis del banco «no ve indicios de que pueda haber una nueva recesión a corto plazo por la situación macroeconómica; es mejor que la de hace una década». Los riesgos para la economía son de naturaleza política, como el Brexit y la política presupuestaria del Gobierno de Italia, «muy poco ortodoxa», que ha elevado la prima de riesgo del país y, en consecuencia, «la capacidad de inversión del Estado y las condiciones en las que acceden al mercado sus empresas». En cuanto a Alemania, «lo tiene todo para ir bien, es el primer exportador del mundo, el endeudamiento es casi nulo, es una garantía del mantenimiento de la ortodoxia en la política monetaria… el único riesgo es que pueda caer en una crisis política».

El presidente de Deutsche Bank atisba, por primera vez en la historia contemporánea, una disociación clara entre una economía americana que crece a un ritmo superior (y diferente) que la europea. «EEUU es un mercado muy grande, el de Europa está fraccionado y hemos dado pasos atrás con el Brexit; al otro lado del Atlántico han vivido un reforzamiento empresarial que les ha llevado a tener las primeras compañías del mundo, como Apple, Amazon o Facebook, que valen más en Bolsa que toda la banca europea unida». ¿Pueden estos gigantes digitales competir con los grandes bancos en el negocio financiero? «Las entidades estamos sometidas a una regulación muy estricta; si ellos pudieran entrar en esta actividad sin necesidad de cumplir estos estrictos y exhaustivos requisitos normativos, acabarían con la banca», sentencia. Y no solo por capacidad económica, también por «la ventaja competitiva que implica la información que tienen de los clientes a través de sus aplicaciones móviles… Ya saben lo que cobran sus usuarios, dónde viven, cuántos hijos tienen, o en qué trabajan».

Esta semana se han realizado varias búsquedas en las oficinas de Deutsche Bank en Alemania en la investigación de los «Papeles de Panamá». La entidad ha manifestado que «está cooperando plenamente con las autoridades y ya ha brindado a las autoridades toda la información relevante; y cooperará estrechamente con la oficina del fiscal en Frankfurt, ya que también está interesada en aclarar los hechos; en los últimos años, hemos demostrado que cooperamos plenamente con las autoridades». Las investigaciones están dirigidas contra dos empleados del banco, bajo sospecha de ayudar e instigar al lavado de dinero. El procedimiento preliminar se refiere al período de 2013 a 2018, pero no hay miembros actuales y anteriores de la junta directiva de Deutsche Bank entre los acusados.

¿Afectará al coste de financiación de una vivienda que el «impuesto de las hipotecas» lo pague la banca? «Sin duda, ya está teniendo su repercusión, pero aun así las hipotecas seguirán siendo muy baratas en nuestro país, y se debe a un error estratégico de todo el sector, que ha preferido llevar los márgenes a mínimos para tratar de recuperarlo por otras vías, como las comisiones, que enfadan al cliente». Antonio Rodríguez-Pina añade que «esto explica, en parte, que en un país que ha pasado de 65 entidades a nueve no ha crecido la rentabilidad como debiera».

En cuanto a la posibilidad de que en Europa haya fusiones transnacionales, el directivo cree que «es una aspiración legítima del Banco Central Europeo, pero es muy difícil que esto ocurra». Esto se debe a que «cuando dos entidades de un mismo país se fusionan, se eliminan duplicidades y crece la eficiencia rápidamente, pero eso no ocurre con la integración de dos bancos de distintos países, que se enfrentan además a regulaciones distintas… en el futuro habrá entidades que harán compras puntuales, pero no veremos grandes fusiones».