¿Qué medidas podrá adoptar Carlos Slim en FCC tras la junta de accionistas?

Aunque la capacidad de gestión de Carlos Slim en FCC tanto por su participación directa como indirecta resulta incontestable, el empresario ha presentado una batería de propuestas de cara a la próxima junta de accionistas, que se para diluir algunas de las limitaciones que recogen los actuales códigos de gobierno de la compañía. Por ejemplo, promoverá la suspensión del artículo por el que se obliga a que determinadas decisiones de gran calado, como el cambio del objeto social o el traslado de su sede al extranjero, cuenten con el voto favorable de al menos un 50% del capital social de la junta de accionistas. Es decir, Slim podría llevar a cabo este tipo de movimientos con una mayoría simple (cuando el porcentaje de votos favorables supera al de los negativos).

Aparte de ambas medidas, Slim podrá adoptar, sin necesidad de recabar el respaldo de la mitad del accionariado, decisiones como la emisión de acciones, la política retributiva del consejo y la concesión de bonus a los altos directivos, la «disolución, liquidación, fusión, escisión o cesión global de activos», así como la modificación de los estatutos sociales que regulan estas cuestiones.

Otro cambio sustancial en beneficio de Carlos Slim será la suspensión de las cláusulas que establecen los límites a la delegación de funciones por parte del consejo. Tras la junta de accionistas, se podrá dejar en manos de un miembro del consejo, incluido el consejero delegado, acciones de importante calado sin necesidad de informar al resto de componentes de la cúpula ejecutiva (la solicitud de préstamos financieros de más de 20 millones de euros, la compraventa de «activos relevantes» o la aprobación de contratos, también superiores a este importe).

Entre los puntos del orden del día de la asamblea que se celebrará en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) se encuentran también las peticiones de dispensas para Jarque y los nuevos tres consejeros. La empresa argumenta que «a fecha de hoy no puede considerarse» que estos directivos desarrollen «directa o indirectamente una actividad» que los sitúe «en situación de conflicto». Pero con estas exenciones se trata de evitar que en el futuro se pueda incurrir en una «competencia potencial», tal y como la define la ley de sociedades de capital. No obstante, el mexicano defiende que «no cabe esperar ningún daño para la sociedad, sino por el contrario sinergias para FCC».

De cualquier modo, aunque el próximo día 28 terminará de escenificarse el cambio de timonel en la compañía, Slim ya notificó el pasado mes de abril la toma de control de la constructora, así como de sus participadas Realia y Cementos Portland, sobre las que también ha lanzado opas (en el caso de la última, de exclusión).