Lagarde se viste de Draghi y promete hacer «todo lo necesario» por la estabilidad económica

La presidenta del BCE reconoce que es todavía pronto para medir las consecuencias de la guerra y ha adelantado que, en esta nueva situación, resultaría 'prematuro' retirar los estímulos

La presidenta del BCE, Christine Lagarde EFE

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La presión sobre los precios, especialmente los precios de la energía y los alimentos debido a la invasión de Ucrania, así como el inevitable descenso de la confianza de los inversores en todo el continente, pueden dar al traste con la recuperación económica tras la pandemia. La presidenta del BCE, Christine Lagarde , reconoce que es todavía demasiado pronto para medir las consecuencias de la guerra, pero ha adelantado que, en esta nueva situación, resultaría 'prematuro' retirar los estímulos y ha prometido liquidez. «El BCE está dispuesto a tomar todas las medidas que sean necesarias dentro de su responsabilidad para garantizar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera».

Lagarde ha hecho estas declaraciones en París , donde asistía a la reunión del Eurogrupo para detallar las sanciones con las que la UE responderá al ataque ruso a Ucrania y que estarán muy centradas en el ámbito financiero. La presidenta del BCE ha anunciado que, junto a los bancos nacionales de los países del euro, implementará las sanciones y supervisará que se cumple el bloqueo a la liquidez de Moscú , así como su acceso a los mercados financieros de la zona euro. Ha reconocido, además, que el alza de los precios de la energía supondrán un peso sobre la inflación a corto plazo y dañarán el crecimiento. «Los precios del gas están seis veces por encima de su nivel de hace un año», ha señalado. El BCE calcula que el conflicto armado tendrá un impacto sobre el PIB europeo de entre el 0,3% y el 0,4%, inconveniente que se ha cruzado con la intención del Consejo de Gobierno del BCE de comenzar a subir los tipos de interés al final de este año. Sin embargo Lagarde ha evitado dar pistas sobre si en la reunión del 10 de marzo habrá novedades. Solo ha dicho que, en su opinión, es “prematuro e inapropiado” hablar en este momento de si se va a retrasar la subida de tipos o no. Lo que sí ha reconocido es que «el sentimiento de los mercados financieros se ha deteriorado, aunque no de forma desordenada», y ha lanzado un mensaje de compromiso con el suministro de liquidez del sistema financiero y la estabilidad. «Ahora más que nunca es clave que el BCE pueda guiarse por la opcionalidad y la flexibilidad», ha sentenciado.

El BCE informó el pasado martes que la semana pasada había reducido las compras semanales de deuda por la pandemia en un 18%, hasta los 10.920 millones de euros, lo que suponía una reducción de alrededor de 3.000 millones respecto a la semana anterior. Por ahora esa hoja de ruta, a juzgar por las palabras de Lagarde, no será cuestionada. El Consejo del BCE ha mantenido una reunión informal en París en la que el economista jefe Philip Lane ha presentado varios posibles escenarios de consecuencias de la guerra en Ucrania para la Eurozona. En marzo aportará varios modelos para responder a cada uno de ellos. Lagarde se ha mostrado abierta a relajar de nuevo las regulaciones que limitan el déficit y la deuda y, en sus declaraciones, ha dejado todas las puertas abiertas.

El gobierno alemán ha anunciado, por otra parte, que el canciller federal Olaf Scholz mantendrá una reunión con Lagarde la próxima semana para «intercambiar impresiones» sobre la situación.

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