El Ibex pierde un 2,42%, hasta los 9.313 puntos, arrastrado por China

El Ibex 35 ha cerrado la primera sesión del año con un recorte del 2,42%, lo que ha llevado al selectivo a mantenerse por debajo de los 9.400 enteros (9.313,2) arrastrado por China, cuyas Bolsas han puesto fin a la jornada antes de tiempo tras superar la caída del 7% debido a un dato del PMI manufacturero de Caixin de diciembre peor de lo esperado.

De este modo, el Ibex ha mantenido la misma tónica que las principales plazas europeas, que se han mostrado pesimistas a lo largo de toda la sesión: Francfort ha recortado un 4,45%, París un 2,99% y Londres un 2,54%. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 116,58 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,726%.

Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba un 1,0785 dólares.

Por su parte, el índice Dow Jones de Industriales, la principal referencia de Wall Street, bajaba hoy de la barrera de los 17.000 puntos en una jornada de fuertes pérdidas en los mercados bursátiles mundiales.

Una hora y media después del inicio de la jornada, el Dow Jones caía un 2,46 % (-428,71 puntos) hasta 16.996,32 unidades, arrastrado por el desplome de los mercados bursátiles en China, que obligó por primera vez en su historia a suspender las cotizaciones.

Peor iban las cosas para el índice compuesto del mercado Nasdaq, que cedía con fuerza un 2,93 % (-146,83 puntos) y se situaba en 4.960,58 enteros, por debajo de la barrera psicológica de los 5.000 puntos.

Por su parte, el selectivo S&P 500, el preferido de muchos inversores en Wall Street, bajaba también con fuerza un 2,40 % (-48,97 puntos) y se ubicaba en 1.994,97 unidades, también por debajo de los 2.000 puntos.

Nueva York se sumaba así a la oleada de ventas en las bolsas mundiales arrastradas por los malos datos de la actividad industrial de China, que fueron recibidos por las bolsas chinas con caídas de hasta un 7 % antes de suspenderse la sesión.

Las Bolsas de todo el mundo han arrancado 2016 con una reacción de auténtico pánico a las noticias económicas y financieras procedentes de China. Los malos datos de actividad industrial y manufacturera publicados por el gigante asiático y las medidas tomadas por ese país para atajar la volatilidad de sus selectivos bursátiles han provocado el desplome de las Bolsas de Shanghái y Shenzhen y su cierre anticipado. Los «números rojos» han contagiado al resto de plazas del mundo según han ido abriendo, incluida la de Madrid, que hacia las dos de la tarde caía un 2,70%.

El principal sectivo español, el Ibex 35, mantiene así en el comienzo del año bursátil el tono negativo con que se despidió de 2015, ejercicio en el que fue la peor Bolsa europea al acumular una caída del 7,15%. Al panorama internacional se suma en el caso de España la incertidumbre política en Cataluña y el conjunto del país, aunque la prima de riesgo se mantiene estable en 114 puntos básicos y la Bolsa nacional no está teniendo un comportamiento mucho peor que el de las demás plazas financieras europeas.

China, como ya hiciera el pasado verano, ha vuelto a sembrar dudas. Primero, respecto a su capacidad de crecimiento económico, pues los datos de contracción de la actividad manufacturera y las compras industriales publicados hoy confirman la ralentización del país. Por si fuese poco, en los próximos días las autoridades chinas levantarán el veto a la venta de paquetes de acciones superiores al 5% que había impuesto en verano para evitar las fugas masivas y la volatilidad; los inversores están adelantando esa supresión, que previsiblemente se traducirá en mayores caídas. Otros motivos detrás de esta sangría bursátil son la depreciación del yuan y el incremento del precio del petróleo después de que Arabia Saudí e Irán hayan roto sus relaciones diplomáticas.