Un restaurante de McDonald's en la ciudad estadounidense de Chicago
Un restaurante de McDonald's en la ciudad estadounidense de Chicago - REUTERS

La «guerra» fiscal entre Bruselas y Estados Unidos

Firmas norteamericanas se quejan de una presunta persecución por las múltiples investigaciones que mantiene abiertas Europa contra compañías del país

Madrid Actualizado: Guardar
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El estallido del «caso Apple» hace pocas semanas tan solo ha supuesto el detonante. Empresas norteamericanas claman contra países del Viejo Continente y contra la propia Comisión Europea (CE) por la presunta persecución a la que estarían siendo sometidas por el tema fiscal.

La Comisión obligó recientemente a Apple a devolver 13.000 millones de euros a Irlanda por ayudas ilegales. En aquel momento, Tim Cook, CEO de la multinacional, calificó la medida como «una decisión política» e, incluso, tildó de «pura basura» los argumentos que se utilizaban para justificar la decisión.

Cook realizó una defensa a ultranza de las obligaciones fiscales que cumplen en Irlanda con respecto a toda Europa. Así, afirmó que apelarían ante los tribunales continentales, al igual que Irlanda.

Estados Unidos respondió con duras críticas a Bruselas por la supuesta parcialidad del Ejecutivo comunitario e injerencia en la «soberanía fiscal» de los países, extremo rechazado de plano por Europa.

El portavoz comunitario de Competencia, Ricardo Cardoso, ya dejó claro en febrero que nadie estaba exento de una investigación, haciendo hincapié en que la nacionalidad no es un factor a tomar en cuenta. «Todas las empresas, sea cual sea su nacionalidad, que generen beneficios en un país de la UE, deben pagar impuestos en línea con las leyes de fiscalidad nacionales», afirmó.

En aquello ocasión ya hizo referencia a las críticas recibidas desde Estados Unidos. «La ley de la UE se aplica indiscriminadamente a todas las empresas que operan en Europa, no hay un sesgo contra las compañías de EE.UU.».

Otra de las compañías que sufrió las investigaciones de la CE fue Starbucks, la cual fue acusada de contar con ventajas fiscales ilegales en Holanda, al igual que ha ocurrido recientemente con Apple en Irlanda. Bruselas terminó ordenando a la empersa norteamericana la devolución de entre 20 y 30 millones de euros por las ayudas recibidas.

A día de hoy, Amazon también se encuentra bajo sospecha por su tributación en Luxemburgo a causa del acuerdo al que llegó con el país en 2003. Además, aunque no por fiscalidad, Google también está en el punto de mira de la CE por presunto abuso de posición dominante. Aun así, el gigante de los buscadores sí que cuenta con problemas judiciales en materia de impuestos en diferentes países de la Unión Europea.

McDonald's, a examen

Ahora, quien está en el ojo del huracán es McDonald's. La firma estadounidense se encuentra bajo la lupa de la Comisión Europea por presuntas ayudas fiscales en Luxemburgo, por las cuales, según apunta el «Financial Times», podrían obligarle a devolver 500 millones al Gran Ducado.

A raíz de las críticas en el seno de grandes multinacionales que operan en Europa, Ricardo Cardoso ha salido de nuevo al paso para desmentir una persecución contra compañías norteamericanas.

«Siempre aplicaremos las reglas de ayuda estatal a todas las empresas, independientemente de si tienen la central en Europa, en Estados Unidos o en cualquier otro lugar», señaló. «Investigamos un gran número de acuerdos fiscales, más de 1.000 de 23 Estados miembros. Hemos tomado decisiones que conciernen a empresas basadas en Estados Unidos y también en Europa», insistieron desde la Comisión.

La lucha entre la CE y Estados Unidos parece que se alargará en el tiempo. El «caso Apple» únicamente ha hecho elevar la voz a los críticos mientras desde Bruselas defienden que no tiene nada que ver con la nacionalidad. De hecho, existe el ejemplo de compañías como Fiat (italiana), que fue multada bajo la misma investigación que Starbucks.

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