Gobierno y CNMV trabajan ya en la regulación de las «fintech»

Economía y el supervisor bursátil darán cobertura legal a una actividad que desarrollan firmas digitales que ofrecen servicios financieros

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las autoridades españolas preparan ya de forma coordinada un marco regulatorio que dé cobertura legal a las empresas de servicios financieros digitales («fintech»). El Gobierno y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) trabajan en normas legales e iniciativas que adapten la legislación vigente a esa nueva realidad, impulsen el desarrollo de estas compañías y permitan a España captar inversión foránea en esta materia.

El Ministerio de Economía acaba de sacar a consulta pública un anteproyecto de ley con la que transpondrá a la legislación nacional la directiva europea de medio de pagos (PSD2). Esta norma obliga a los bancos a dar acceso a las «fintech» a los datos de sus clientes cuando estos lo autoricen para ofrecerles sus servicios.

Por ejemplo, a una aplicación móvil de gestión de finanzas personales, que ofrece al usuario estadísticas y detalles de sus cuentas y gastos con tarjetas. La directiva debe estar implantada en enero de 2018, y en su adaptación nacional se podría aprovechar el margen que da Europa para fijar procesos de autorización de entidades de pago más ágiles y eficaces y reducir requisitos de información, por ejemplo.

Junto a esa norma el Ejecutivo estudia ya el diseño de un marco general de regulación de las empresas tecnológicas financieras. «Estamos viendo los diferentes modelos de regulación y en breve plazo haremos públicas las directrices de la regulación para abrir un debate», avanzó el pasado miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, durante el XXIV Encuentro del Sector Financiero de ABC, Deloitte y Sociedad de Tasación.

Banco de Pruebas

En ese foro el presidente de la CNMV, Sebastián Albella, que ya ha creado un portal «online» de consulta para estas compañías digitales, anunció la creación de un banco de pruebas («sandbox) para estas compañías digitales: un marco de regulación laxa, controlado y en el que operarían durante un periodo limitado de entre seis y doce meses para comprobar si son viables; una vez chequeado, empezarían a operar bajo el marco regulatorio convencional.

El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, apuntó a que la evolución de las web de financiación colectiva («crowdfunding»), reguladas hace solo dos años por el Ejecutivo, podría requerir ya una revisión de esa norma.

El anuncio de todas esas iniciativas en la misma semana se ha interpretado en el sector como un cambio de actitud en el legislador y los reguladores españoles, hasta ahora muy rezagados en esta materia. Y ha sido bienvenido en el sector.

«Se ve que las instituciones se han dado cuenta del momento en que estamos y que la regulación debe evolucionar para permitir la innovación, tanto desde el punto de vista de las grandes compañías tradicionales como las startup», dice el director del programa de Tecnología e Innovación Financiera del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), Antonio Herráiz. «Es importante disponer de regulaciones que faciliten la innovación al mismo tiempo que aseguren la protección de los consumidores. Cuando los gobiernos, reguladores y la industria trabajan juntos en un diálogo abierto podemos obtener los mejores resultados», añade Marieke Flament, directora en Europa de Circle, «app» social de pagos.

Neutralidad tecnológica

«Las fintech ya están operando, lo que se hace es darles cobertura legal», explica el responsable de regulación de medios de pago de la CECA, Jesús Castillo. «Es una realidad de la que no queremos ni podemos sustraernos», dice Albella, explicando que la CNMV regulará atendiendo a la neutralidad tecnológica –los mismos servicios financieros deben estar sujetos a iguales requisitos independientemente del medio por el que se presten– y al principio de proporcionalidad: a mayor tamaño y riesgos, más requisitos.

Un alto ejecutivo de la banca admite que era urgente abordar una regulación para no asfixiar a estas compañías al nacer y que no se les pueden pedir los mismos requisitos que a los grandes bancos, pero matiza que ello debería ir acompañado de cierta flexibilización de la regulación bancaria. Y considera que la directiva de medios de pagos puede marcar un antes y un después en el crecimiento del sector.

En los bancos tradicionales hay cierto cambio de discurso: aunque siguen viendo a las «fintech» como un competidor, ahora se les considera también una posibilidad de cooperación. «Es importante que colaboremos con estas empresas en laboratorios de cooperación, pero siempre jugando al mismo nivel regulatorio», añade.

Relaciones con la banca

Desde las entidades dicen que si los bancos van a dar acceso a datos de sus clientes a las «fintech», sería lógico que la banca pudiese conocer los datos de usuarios que atesoran los Google y Facebook, como su ubicación e historial web.

«Los reguladores están avanzando mucho», dice el presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), Jesús Pérez. Ahora bien, en la industria de las «fintech» aclaran que el desarrollo reglamentario que prepara la Autoridad Bancaria Europea (EBA) de la directiva PSD2 y el retraso que acumula España en su transposición pueden suponer un lastre. «La directiva es un paso en la dirección para que los servicios financieros sean más competitivos y transparentes y esto favorezca al consumidor, pero hay algunos escollos que superar», dice el consejero delegado de Eurobits, Arturo González. Estas compañías ultiman un manifiesto en el que pedirán a la Comisión Europea que corrija algunos aspectos de ese desarrollo.

En el ámbito de estas «startups» la medida más aplaudida ha sido el anuncio de la CNMV de crear ese banco de pruebas de «fintech», similar a los que ya hay en marcha en Australia y Reino Unido y que, según la citada patronal, están dando muy buenos resultados. De hecho, es una de las reclamaciones que la AEFI hacía en su «Libro blanco de la regulación fintech en España», presentado el pasado febrero por esta patronal en el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, lo que evidencia que cuenta con apoyo oficial.

Carrera para legislar

En el ámbito regulador admiten que los países europeos han iniciado una especie de carrera para legislar. No es baladí: hay mucho dinero en juego. Solo en España hay ya más de 200 empresas que generan 2.500 empleos y han movilizado en 2016 unos 250 millones.

«El Brexit parece haber dado un impulso a la regulación. Las autoridades, hasta ahora muy reactivas, han adoptado una postura más activa para captar negocio que va a salir de Reino Unido», explica Herráiz, quien recuerda que entre las empresas que se deslocalicen habrá «fintech». Como ya informó ABC, la compañía de pagos internacionales y cambio de divisas Ebury ha decidido reforzar su sede en Madrid y trasladar parte de su equipo y actividad desde la City de Londres.

De hecho, Madrid acaba de ser elegido como uno de los «hub» financieros más importantes de 2017 por la Federación Global de Hubs Fintech (GFHF) al destacar en «en Madrid hay un ecosistema favorable para las fintech y el espíritu empresarial».

Ver los comentarios