El Gobierno busca un gobernador con autoridad en la cúpula del BCE

Banca e inspección piden un perfil técnico de subgobernador que defienda los intereses españoles en el MUS

Luis María Linde, en una comparencencia en el Congreso. EFE

MONCHO VELOSO

A menos de tres semanas de que Luis María Linde y Javier Alonso abandonen sus cargos de gobernador y subgobernador en la cúpula del Banco de España, el Gobierno aún no ha designado sus sustitutos para los próximos seis años. Lo que parece tener claro el Ejecutivo popular es que el futuro gobernador debe tener la autoridad suficiente para influir en las futuras decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y defender los intereses de España en momentos clave como el cambio de rumbo de la política monetaria.

La economía española se juega mucho en las decisiones que se tomen en Fráncfort en el futuro inmediato, cuando el BCE decidirá el ritmo de retirada de los estímulos monetarios. El actual presidente del Bundesbank, el alemán Jens Weidmann, partidario de abandonar cuanto antes la política de bajos tipos de interés, se ha postulado de manera oficiosa para sustituir a Mario Draghi al frente del banco central en el otoño de 2019.

A España le conviene en cambio una retirada bastante gradual de esos estímulos. Por eso interesa un gobernador que, como miembro del consejo de gobierno y del comité ejecutivo del BCE, pueda influir de manera decisiva en ese y otros debates . Aunque los banqueros centrales de los Estados miembros no ocupan un sillón en la cúpula del BCE representando a su país, a nadie se le escapa que en la práctica es un puesto decisivo para el país.

Rosa Sánchez-Yebra, vicegobernadora del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, ex secretaria general del Tesoro y ex jefa de gabinete de Luis de Guindos, parecía la mejor posicionada en esa carrera. Sin embargo, en las últimas semanas habría ido perdiendo apoyos precisamente por esa cercanía al exministro de Economía –este incluso habría hecho lobby a su favor–, en la medida en que le restaría independencia de criterio. Su menor experiencia en política monetaria sería también un hándicap.

El puesto, según describen fuentes financieras, requiere un perfil con profundísimos conocimientos y experiencia macroeconómicos y de política monetaria, una probada y dilatada experiencia internacional y prestigio fuera de nuestras fronteras. «Se necesita alguien que pueda hablar en la cúpula del BCE al resto de consejeros en inglés de tú a tú», explican las fuentes.

Tampoco está claro que el hecho de ser mujer sea un requisito imprescindible para acceder al cargo. Aunque para los socialistas sería un punto muy a favor, no lo han fijado como una condiciones «sine qua non».

Las negociaciones entre el PP y el PSOE para acordar los candidatos, y a las que Ciudadanos ha renunciado al no estar de acuerdo con el proceso de selección, hacen temer en el ámbito bancario y entre los empleados de la propia institución que la elección de la nueva cúpula del Banco de España vuelva a politizarse, o cuanto menos no permita nombrar a las personas con el empuje necesario para afrontar los grandes desafíos que tiene el organismo.

En todo caso, los dos grandes partidos deben buscar un candidato con amplio respaldo parlamentario. Por eso, y frente a nombres con una vinculación más política como Fernando Becker, David Vegara e Íñigo Fernández de Mesa han ido surgiendo otros con un perfil más técnico, como Pablo Hernández de Cos y José Luis Escrivá .

Junto a esa capacidad de influencia en Europa, desde la banca y la plantilla del Banco de España apuntan a la necesidad de contar con una cúpula con capacidad de gestión y carácter suficiente para abordar otros dos retos esenciales y postergados en los últimos años: recuperar el prestigio de la institución, redefinir o aclarar su papel y acabar con la guerra entre directiva y cuerpo de inspectores. Las fuentes apuntan así a un gobernador con experiencia en el Banco de España, que conozca a fondo cómo funciona, pero al mismo tiempo no esté atado de manos para abordar las reformas internas que urgen en la institución.

En todo ello no menos importante es el papel del subgobernador. Banca y cuerpo de inspectores coinciden en reclamar un perfil técnico con amplia experiencia en supervisión, al ser este su cometido principal, que defienda igualmente los intereses nacionales ante el Mecanismo Único de Supervisión (MUS ). «Se necesita alguien con carácter y firmeza que defienda los intereses españoles en el ámbito del MUS, que está politizado por intereses nacionales», apuntan fuentes próximas a los inspectores. La gran banca ve con buenos ojos para el puesto a Margarita Delgado, actualmente directora general adjunta del MUS. La plantilla valora positivamente su currículo, pero le reprochan su actuación en la crisis del Popular y otras decisiones sobre entidades españolas en las que habría actuado en contra del criterio de los inspectores.

«Una cosa es defender los intereses de la banca española a ciegas, y otra es defenderlos habiendo hecho primero los deberes en casa: si tienes controlados los bancos en España, luego puedes ir a Fráncfort sin que te saquen los colores», explican entre los empleados. Y en esto, en la pérdida de firmeza de la cúpula del Banco de España, también coinciden tanto los inspectores como los bancos. «Antes la banca se ponía firme ante la llamada de un inspector o una recomendación del Banco de España; ahora como no te lo pongan por escrito...», relatan en una entidad.

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