ESPECIAL GESTORES AUTOMATIZADOS

«Los fondos más vendidos ni siquiera baten a la inflación»

Este gestor automatizado apuesta por carteras diversificadas a través de fondos indexados

Giorgio Semenzato (CEO) y Martín Huete (co-fundador), de la empresa Finizens ISABEL PERMUY

Regina R. Webb

Con cuatro tipos de vehículos de inversión (dos «unit linked», un plan de pensiones y una cesta de fondos) y cinco niveles de riesgo cada uno, Finizens se consolida en el mercado nacional como uno de los gestores automatizados de referencia. Giorgio Semenzato , CEO, y Martín Huete , socio co-fundador, nos cuentan las claves.

¿Por qué se decidieron a lanzar un gestor automatizado?

Al final las redes bancarias son las que dominan la distribución de los fondos y les interesa vender aquellos productos donde ganen más dinero, no necesariamente los que mejor vengan al cliente. En EE.UU. casi el 40 por ciento de los fondos contratados son ETFs indexados; en Europa nos acercamos al 20 por ciento, pero en España no pasamos del 1 por ciento por la simple razón de que no dan márgenes. Por eso nuestra propuesta es hacer fácil lo que nos han hecho creer que es difícil. Si invertir es muy sencillo: es tener un horizonte a largo plazo, diversificar y hacer aportaciones sistemáticas. Es irónico que sea la única industria en la que no se compra más cuando las cosas están más baratas, es decir, cuando ha caído la Bolsa.

¿Por qué desarrollaron una oferta únicamente con fondos indexados?

Muy pocos fondos de gestión activa baten a su índice de referencia. Por ello defendemos la inversión a través de fondos indexados porque la diferencia de comisión, cuando muy pocos vehículos que ofrecen las entidades lo hacen mejor que el mercado, no tiene mucho sentido. Desde 1992 el Ibex ha subido un 1.022 por ciento; la media de los fondos españoles en ese mismo periodo un 591 por ciento. Es una diferencia enorme. De hecho, los fondos más vendidos en España de la última década ni baten a la inflación dado su rendimiento escaso. A eso nos referimos con que las ineficiencias del sector son estructurales.

¿Qué tal han funcionado los fondos?

Nuestras carteras se componen puramente de instrumentos de gestión pasiva como fondos, índices y ETFs de las gestoras internacionales más prestigiosas como Vanguard, o iShares, de Blackrock. En el histórico han obtenido una rentabilidad por encima de la media de mercado, de aproximadamente un 3,5 por ciento. Es un nivel alto ya que la rentabilidad media del mercado español ha estado en el 2,5 por ciento anual, ligeramente por encima de la inflación. Es más del doble de la inflación. Y si esta inversión se mantiene a largo plazo, dejando trabajar la magia del interés compuesto, esa diferencia acaba siendo exponencial. Tanto que si pensamos en un ahorro con un objetivo finalista como lo es la jubilación, podría llegar a multiplicar el patrimonio de un inversor cualquiera hasta por ocho veces. Además, con la ventaja de no necesitar unos altos conocimientos financieros ni dedicarle tiempo a la gestión del patrimonio ya que nuestra tecnología se encarga de todo el proceso de seguimiento de las inversiones.

Giorgio Semenzato (CEO) y Martín Huete (co-fundador), de la empresa Finizens ISABEL PERMUY

¿A qué se refieren cuando hablan de eficiencia en la inversión?

Los factores más importantes son la rentabilidad y el riesgo, y, sobre todo, la combinación de los dos: cuánta rentabilidad puede obtener por un determinado nivel de riesgo. Nuestra propuesta busca optimizar ambos elementos. La rentabilidad, porque la aplicación de la tecnología nos ayuda a generar un importante ahorro en costes -de hasta un 85 por ciento comparado con la oferta bancaria- que se revierte a los clientes. Cada euro ahorrado en comisiones es un euro más de rentabilidad. En cuanto al riesgo, somos más eficientes tanto por la diversificación de las carteras (una exposición global con más de 15.000 posiciones), lo que reduce la dependencia del ciclo ya que basar la gestión en algoritmos y reglas sistemáticas y cuantitativas en vez de en humanos ha demostrado ser más sólido porque se elimina el sesgo emocional.

Para el conservador, que lo que más le preocupa es que su dinero no caiga demasiado, ¿son una alternativa?

Tenemos carteras para diversos perfiles de riesgo, desde más conservadores a más agresivos. Pero es que incluso el cliente más conservador tiene que darse cuenta de que el paradigma para generar rentabilidad ha cambiado. Ahora hay que asumir un mínimo nivel de volatilidad. Algo que, no obstante, se puede diluir siguiendo los conceptos que comentábamos antes. Si se mantiene firme en su plan de inversión durante las subidas y caídas, al final acabará logrando su objetivo de ahorro. En España aún quedan 800.000 millones de euros en depósitos al cero por ciento; eso sí que es perder valor adquisitivo porque la inflación está consumiendo su dinero por mucho que no vea las caídas.

Una de las defensas de la gestión activa es que en momentos de corrección ofrecerán mejor apoyo que desplomarse con el índice.

La gran paradoja es que incluso en las grandes caídas de mercado los gestores activos también se «comen» ese desplome. Es muy difícil predecir los movimientos del mercado, por no decir imposible encontrar a un gestor humano capaz de adelantarse a un acontecimiento así. Tomando como ejemplo 2008, un año en el que las Bolsas llegaron a perder hasta la mitad de su valor, nuestra cartera más agresiva cayó, por supuesto, pero la mitad. Es cierto que se sigue la tendencia general de los mercados, pero la diversificación entre activos ayuda a mitigarla.

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