Fábrica de Seat, en Martorell
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España recorta un 5% la brecha de productividad laboral con Alemania

Pese a que nuestro país ha conseguido mejorar los ratios incluso en expansión, sigue estando por debajo de la media de la Unión Europea

MADRID Actualizado: Guardar
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Largas jornadas de trabajo, presentismo, poco aprovechamiento de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías... España se ha caracterizado tradicionalmente por ser un país con baja productividad laboral y parece que ni siquiera una de las mayores crisis de la historia ha podido corregirlo. No obstante, los expertos han comenzado a detectar un ligero cambio de tendencia en los registros de productividad laboral. Avances tímidos pero, sin duda, también esperanzadores.

Y es que, aunque España se mantiene muy alejada de los niveles de Francia o Alemania en términos de productividad, lo cierto es que nuestro país registró en 2016 un moderado incremento de productividad que marcó un punto de inflexión con respecto a años anteriores y que le llevó a recortar un 5% la brecha con Alemania.

Durante los años «dorados» de la burbuja inmobiliaria, buena parte del fuerte crecimiento que registró el país tuvo su base en el aumento de la ocupación. Fue un periodo en el que, en consecuencia, las ganancias de productividad fueron prácticamente nulas. Sin embargo, en cuando la burbuja estalló y terminó el sueño inmobiliario, la productividad sí que creció con fuerza, aunque se debió en gran medida a la elevada destrucción de empleo que tuvo que soportar el país.

Ahora, con la vuelta a la recuperación económica, el crecimiento del PIB se ha vuelto a apoyar principalmente en la creación de empleo, aunque también se ha observado una ligera mejora de la productividad, incluso en periodos con expansión de empleo.

«El incremento de productividad permitió mantener la competitividad de la economía en 2016. Los costes laborales unitarios reales disminuyeron levemente gracias a la contención salarial y al moderado incremento de la productividad. Como resultado, las exportaciones de bienes españolas alcanzaron máximos históricos y la aportación del sector exterior al crecimiento del PIB fue de 0,4 puntos», explica Analistas Financieros Internacionales en un informe reciente en el que analiza este cambio de tendencia.

Sin embargo, los expertos coinciden en que aún queda mucho camino por recorrer ya que nuestro país sigue por debajo de la media europea en esta materia. «A pesar de estas ganancias, la productividad en España sigue estando por debajo de la media del área euro y de los principales países de la región. La brecha con respecto a Alemania se ha reducido en más de un 5% desde 2007 hasta situarse en el 25%. Con respecto a Francia, la diferencia ha disminuido un 4% hasta el 33%. Además, la comparativa entre países revela que la posición de España apenas ha mejorado desde el año 2000, por lo tanto, las ganancias de productividad aparente han sido limitadas y queda un amplio margen de mejora para equipararnos a los países más productivos del área euro», dice Afi.

En esta misma línea se muestra José Ramón Pin Arboledas, economista y profesor del IESE: «Aún no hay que lanzar las campanas al vuelo. El cambio de modelo económico se está produciendo poco a poco, pero hay que ver si se consolida. El aumento de las exportaciones ha sido clave, porque ha obligado a nuestras empresas a ponerse en el lugar de los demás. Y, por supuesto, también la reforma laboral, que permite a las empresas organizar el trabajo con más libertad. Por eso, echarla atrás ahora sería un error como un castillo».

Más negativa es la visión que ofrecen desde la Fundación BBVA y el Ivie en un reciente estudio: «La productividad del trabajo no ha crecido al ritmo esperable, dadas las mejoras en dotaciones de capital por trabajador e incremento de las cualificaciones experimentadas. En las últimas dos décadas ha perdido 10 puntos porcentuales con respecto a las economías avanzadas y, en la actualidad, la productividad del trabajo en España es un 80% de la de Estados Unidos», asegura el documento.

«La productividad del trabajo ha progresado un 33% en las últimas tres décadas, pero es un resultado pobre porque se utiliza mucho más capital humano», reza el informe titulado «Acumulación y productividad del capital en España». «Entre 1980 y 2000la principal causa de la pérdida de eficiencia relativa de la economías española era la productividad del trabajo, pero en el siglo XXI, el bajo aprovechamiento del capital acumulado es la clave. Después del año 2000 la baja productividad del capital en España explica el 61% de la divergencia y la productividad total con EE.UU.

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