Crisis del coronavirus

La deuda pública se disparará a su mayor nivel en más de un siglo por la epidemia

La destrucción de actividad y el aumento del déficit puede disparar el pasivo de las administraciones por encima del 110% del PIB

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La deuda pública se dispara en plena crisis del coronavirus

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La deuda pública será el gran recordatorio del impacto de la crisis del coronavirus sobre la economía española. «Para sostener las rentas que vamos a tener que garantizar en este periodo es evidente que nos vamos a tener que endeudar. Vamos a detraer recursos económicos a los jóvenes, a los niños y a los que están por nacer» , señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Porque lo cierto es que, incluso con una recuperación rápida, llevará años bajar el endeudamiento al nivel que había antes de que estallara la epidemia y los organismos y casas de análisis ya asumen que superará el 100% del PIB e incluso podría remontar hacia cotas próximas al 120%. Ello supondrá su mayor nivel en términos relativos desde principios del siglo XX, cuando la economía española aún engullía los efectos de las guerras coloniales que acabaron con la pérdida de Filipinas y Cuba.

Por el momento, Funcas ha estimado que la deuda pública puede aumentar desde el 95,8% del PIB que suponía en febrero de 2020, justo antes de que comenzara el confinamiento , hasta el 102,6%. Siendo la más optimista de las estimaciones hechas por el momento, supone que el pasivo de las administraciones superará el máximo alcanzado tras la crisis financiera de 2008 y el rescate bancario, cuando se disparó desde el 35,6% de 2007 hasta el 100,7% de 2014. Y significaría escalar hasta un nivel que no se alcanzaba, según la base histórica de deuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) , desde 1908.

Tras la guerra de Cuba y Filipinas, nuestro país asumió la deuda cubana y se disparó hasta el 123,61% del PIB en 1902 . La economía arrastraba por entonces la depreciación de la peseta aprobada para encarar la crisis y una elevada inflación -que llegó hasta el 80% entonces-.

Sin embargo, el nivel de deuda pública podría ser mayor ahora. «El aspecto más relevante de la economía que surja de esta crisis será que tendremos un mundo con un volumen de endeudamiento público global mucho más elevado, y con unas economías emergentes y en desarrollo mucho más frágiles. Habrá que ver cuáles son las consecuencias económicas y políticas de ello», advierte la economista de Funcas, María Jesús Fernández. CEOE dibuja dos escenarios, uno más optimista en el que la deuda pública escala al 108% del PIB este año, y otro más adverso en el que lo hace al 115%. Credit Suisse augura que escalará al 105,3%, mientras que Goldman Sachs señala que acariciará el 120%.

Varias razones explican el incremento. Uno de ellos son los planes fiscales desplegados por el Gobierno, si bien en comparación con el resto de Europa el impacto presupuestario es el más discreto. Según un estudio de Bruegel, las medidas aprobadas suponen un 0,7% del PIB de efecto directo, unos 8.800 millones de euros, lo que contrasta con otros países como Alemania (un 4,4% de impacto presupuestario de las decisiones adoptadas), Países Bajos (1,6%), Dinamarca (2,1%), Reino Unido (1,4%) o Francia y Grecia (con un 1,1% ambos), pero también de Italia (0,9%). EE.UU. de momento ha aprobado un plan de estímulos del 5,5% de su PIB.

Pese a ello, la patronal cree que el déficit se puede ir a una franja que va del 7,5% y el 11% del PIB y que Credit Suisse cifra en el 8,6% este año, una cantidad que, según calcula la entidad, estará muy próxima a las compras de deuda española que efectuará la institución, con algo más del 7% del PIB. «El BCE puede comprar próximamente en bonos el 6,7% del PIB de la Eurozona», reseña la entidad helvética. El papel del BCE es capital, ya que las compras de deuda supondrán un colchón a los planes fiscales de los gobiernos. Además, su acción es clave para suavizar los intereses a pagar por el Tesoro sin que las primas de riesgo se disparen, en un año en el que España, antes de que comenzara la epidemia, ya tenía que financiar 196.504 millones de emisiones brutas.

Todas las medidas que se aprueben se pagarán con deuda , ya que el Gobierno desecha aumentar los impuestos en un momento de recesión como el actual, porque ampliaría la destrucción de actividad. Todo lo contrario: Hacienda ha postergado los proyectos de creación de tributos a los billetes de avión y envases de plástico, además de los que tenía en la recámara para los presupuestos, con subidas de IRPF, Sociedades y al diésel que no entrarán este año.

Aplazamientos tributarios

Tampoco habrá bajadas tributarias, aunque como anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hace unos días, su departamento estudia aplazar el pago de IVA y de retenciones de IRPF y de Sociedades que pymes y autónomos tienen que hacer en abril .

Además del aumento del gasto, que en total este año CEOE cifra en una horquilla que va de 25.000 a 30.000 millones de euros -incluyendo el incremento de las prestaciones por desempleo por la subida del paro, el alza en las nóminas a pensionistas y empleados públicos, además de las medidas desplegadas por el Gobierno-.

Impacto momentáneo

Sin embargo, la variable más preocupante es la evolución de la propia actividad. Cuanto más caiga la economía, mayor será el peso de la deuda sobre los hombros de una actividad maltrecha . En estos momentos, la deuda pública ya estaba en niveles récord históricos en términos absolutos, al ascender a 1.195.942 millones de euros. Cuánta más actividad se destruya, mayor será el peso que alcance la deuda.

«Debe tenerse en cuenta que es un shock de impacto, que provoca un efecto one-off sobre las cuentas, en buena medida no acumulativo, por lo que la mayor parte de la influencia del mismo sobre las finanzas públicas debería ir diluyéndose a medida que se recupera la normalidad», recoge CEOE.

Esta situación será común en la plana mayor de los países europeos, que alcanzarán niveles inéditos de pasivo en toda la Eurozona . Credit Suisse calcula que la deuda de Grecia alcanzará el 181% del PIB, la de Italia un 146,1% y la de Portugal, un 126,2%. La Eurozona en su conjunto aumentará su deuda del 86,4% actual al 94,4%. Pese a que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se ha suspendido temporalmente, hasta la propia Alemania tendrá un déficit que la entidad de inversión helvética calcula en el 5,9% y una deuda pública del 65,1%, lejos de los niveles del 3% y el 60% respectivamente que fijan las reglas fiscales europeas. La crisis será más o menos puntual, pero la deuda seguirá ahí cuando todo pase.

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